Noruega empezó el mundial femenino de balonmano con derrota, 25-26 ante Rusia, pero su recuperación fue magnífica hasta conseguir su tercer título mundial y volver a ostentar la triple corona: oro olímpico, mundial y continental simultáneamente, como ya hiciera en 2012. Las nórdicas solventaron en la prórroga su momento más crítico del torneo, en semifinales ante Rumanía, y destrozaron a los Países Bajos, nación que disputaba su primera gran final internacional, en una primera mitad primorosa.
Primera fase
Grupo A
Dinamarca, que había ganado sus nueve primeros partidos mundialistas como anfitrión (seis de ellos en 1999), perdió en las dos últimas jornadas del grupo ante Hungría y Montenegro y acabó en tercera posición. Las montenegrinas encabezaron el grupo tras apabullar a Hungría por 32-15, la peor derrota húngara en la historia del torneo y la segunda peor en la gran competición internacional, tras un 13-34 ante Noruega en el campeonato de Europa de 2010.
Grupo B
Países Bajos fue la revelación desde el principio. Empezó ganando a China por 21 goles, luego Estevana Polman ante Angola estableció el récord de goles sin fallo de esta edición (12) y tras un empate ante Suecia volvió a golear a Cuba (45-23) y a Polonia (31-20), en su segunda mayor paliza ante un rival europeo, tras un 22-7 ante Austria en 1986.
Suecia también acabó invicta esta fase, por lo que por primera vez en la historia del campeonato hubo dos equipos invictos en un grupo de seis participantes (el anterior grupo con dos invictos se vió en 2007, cuando lo fueron Hungría y España, pero con solo dos rivales más).
Grupo C
La vigente campeona del mundo, Brasil, refrendó su condición con cuatro victorias y un empate en la jornada inaugural ante Corea del Sur. Las brasileñas aseguraron el liderato del grupo en la última jornada al derrotar a Francia por 21-20, la primera derrota francesa con tan pocos goles en contra desde 2001, cuando cedió por el mismo marcador ante Dinamarca.
Se clasificaron junto a Brasil para octavos de final, Francia, la mejor defensa de toda la fase de grupos con tan solo 91 goles en contra y nunca más de 22; Corea del Sur, el primer equipo con dos empates en la primera fase desde Ucrania en 2001; y Alemania.
Grupo D
Rusia apuntaba a equipo revelación antes del campeonato y lo confirmó siendo el único equipo con pleno de victorias. El anterior mundial donde tan solo un equipo lo ganó todo en la primera fase fue en 1986, con Rumanía. Como Rusia esta vez, también acabó en el quinto puesto.
Por lo demás, este fue el grupo de las grandes actuaciones en la portería, porque la rumana Cristina Ungureanu hizo un 81 % de paradas ante Puerto Rico (13 de 16) y la noruega Silje Solberg le detuvo 25 lanzamientos a Kazajistán, en ambos casos récord de esta edición mundialista.
Octavos de final
Un campeón de grupo y dos subcampeones perdieron el primer partido eliminatorio. Brasil cedió el trono al caer ante Rumanía por 25-22. Las rumanas son el verdugo habitual del vigente campeón, pues ya habían ganado a Checoslovaquia (1962), Yugoslavia (1975) y Francia (2005). Los subcampeones eliminados fueron Suecia, ante Dinamarca, y Hungría, que perdió por la mínima ante Polonia.
También perdió por la mínima, pese a llegar al descanso con tres goles de ventaja, España ante Francia. Toda una costumbre, pues las españolas han jugado seis partidos en diferentes competiciones ante Francia resueltos por un gol exacto y han perdido los seis. Francia remontó un partido tras el descanso por noveno mundial consecutivo.
Del resto de resultados de octavos lo más llamativo fue la paliza inmesericorde de los Países Bajos ante Serbia: 36-20; 17-6 al descanso. Es la peor derrota de la historia de cualquier país europeo en fase KO con medallas en juego, es decir, excluyendo los partidos de lucha por puestos.
Cuartos de final
Fueron los cuartos de final más igualados de la historia. En ningún otro mundial hubo más de un partido resuelto por la mínima en esta ronda y en Dinamarca 2015 se vieron tres. El único capaz de ganar con cierta comodidad fueron los Países Bajos ante Francia por 28-25, metiéndose en las primeras semifinales de su historia en cualquier gran competición.
Polonia batió a Rusia por 21-20 en el triunfo polaco con menos goles desde 1993 (20-19 ante España) y la segunda derrota rusa con tan pocos goles encajados (19-20 ante Francia en 2003).
Noruega derrotó por 26-25 a Montenegro y Rumanía, en una prórroga dramática, venció por 31-30 a las anfitrionas de Dinamarca con 15 goles de Cristina Neagu, récord de esta edición. El equipo organizador ha disputado tres cuartos de final con prórroga y ha caído derrotado en los tres: Austria en 1995 ante Dinamarca, Francia en 2007 ante Rumanía y esta de Dinamarca en 2015 también ante Rumanía.
Semifinales
Los Países Bajos prolongaron su sueño batiendo a Polonia por 30-25 y metiéndose en la final. Las neerlandesas, que nunca habían encadenado más de dos triunfos seguidos, lograron de esta manera el quinto consecutivo y dejaron a Polonia con dos derrotas en sus dos primeras semifinales y en dos ediciones consecutivas, como España en 2009 y 2011.
En la otra semifinal, Noruega, que dominó la mayoría del partido, recurrió a la suerte del campeón para primero evitar la derrota en el tiempo reglamentado y luego vencer en la prórroga por 35-33 a Rumanía. Las nórdicas se mantienen invictas en el tiempo extra: tres prórrogas disputadas (final de 1999 ante Francia, semifinales de 2001 ante Serbia y Montenegro y semifinales de 2015 ante Rumanía) y tres ganadas.
Partido por el bronce
Rumanía no acusó ni la decepción de la derrota dos días antes ni el cansacio de jugar la prórroga en partidos seguidos (no se veía desde Francia en 2003 en semifinales y final, ganando ambas). Rumanía venció por 31-22, la mayor paliza de la historia en el encuentro por la medalla de bronce, y sumó la cuarta presea de su historia.
Polonia repitió el cuarto puesto de 2013 y se unió a la RDA (1982 y 1986) como los países que se quedan a las puertas del bronce en ediciones consecutivas.
Final
El partido por el título apenas tuvo historia. Los Países Bajos marcaron el primer gol, pero luego llegó una exhibición coral noruega en una primera mitad donde marcaron diez de sus jugadoras y Kari Grimsbø empezó su recital de paradas que la llevarían hasta 23 en total (con un 51 % de efectividad). El 20-9 del intermedio, récord de goles y de ventaja en las 19 finales disputadas, era irremontable, ya que nunca se han levantado más de siete goles en la reanudación en la historia del campeonato.
Los Países Bajos nunca se rindieron e incluso se situaron a cinco goles con ocho minutos por jugar. Pero un parcial nórdico de 5-0 situó el 31-23 final e igualó la segunda mayor paliza en la final, solamente por detrás del Dinamarca 33-20 Noruega de 1997.
Noruega pasó de la derrota en el partido inaugural ante Rusia al título mundial. Solo existe un precedente en los 68 años de historia del mundial, y también lo protagonizó Noruega cuando en 2011 cayó en el estreno ante Alemania y se colgó la medalla de oro.
Las campeonas
Noruega es el cuarto tricampeón mundial de la historia de este deporte (Rusia tiene cuatro oros y la URSS y la RDA tienen otros tres), el único país con seis ediciones terminadas entre las seis mejores y, junto a Hungría, la nación con más medallas, nueve.
El título supone también recuperar la triple corona (título olímpico, mundial y continental), como ocurriera desde el título mundial en diciembre de 2011 y hasta la derrota en la final europea de diciembre de 2012, es decir, un total de 363 días.
Los otros dos países que pueden presumir de triple corona en balonmano femenino son Corea del Sur (229 días en 1996) y Dinamarca (370 días en 1998).
La era de la triple corona
Se cerrará 2015 con cuatro países que son a la vez campeones olímpicos, mundiales y continentales en deportes colectivos: Francia en balonmano masculino, Estados Unidos en fútbol femenino y waterpolo femenino y Noruega en balonmano femenino. Algo que no es desconocido porque, por ejemplo, justo antes de los JJ. OO. Los Ángeles 1984 la Unión Soviética era campeón de todo en baloncesto femenino, voleibol, waterpolo y hockey hielo.
Y además…
La Copa de Europa de judo se rebautizó con este nombre en 2014 y agrupó a los ocho mejores equipos del continente en cada sexo. La edición de este año se celebró en Viena (Austria) y fueron campeones el Fighter Tiflis masculino y el RSC Champigny femenino. Los de Tiflis, que impidieron al TSV Abensberg alemán igualar el récord de ocho títulos del Yawara Neva San Petersburgo, son el primer club georgiano campeón de Europa en este deporte. El Champigny, que ya había ganado el título en 2012, apartó al JC Cortaillod de lo que hubiese sido el primer título de un club suizo en judo.
Esta Copa de Europa era la última de 2015 en cualquier deporte, por lo que el CSKA Moscú es líder del ranking total por 49º año consecutivo (1967-2015), con más del doble de títulos que su inmediato perseguidor.
La cuarta carrera de la temporada, de las siete previstas, se disputó en Namur (Bélgica) con la victoria del vigente campeón mundial Mathieu van der Poel y de Nikki Harris en categoría femenina. El de Harris es el primer triunfo de una persona británica en la Copa del Mundo tras 254 carreras celebradas (163 masculinas y 89 femeninas).
Falleció a los 84 años el canadiense Dickie Moore, uno de los jugadores referencia de los Montreal Canadiens que ganaron cinco Stanley Cup consecutivas (1956-1960), caso único en la historia de la NHL.
Su mejor temporada fue la de 1958/59, cuando consiguió un récord para la época de 96 puntos (41 goles y 55 asistencias además de cinco goles y doce asistencias en once partidos de playoffs) en 70 partidos, marca que duraría siete años. Moore totalizó 307 goles, 411 asistencias y 718 puntos en 854 partidos incluyendo los de postemporada.
El FC Barcelona igualó el récord de cinco títulos consecutivos que el Ciudad Real consiguió entre 2003 y 2007. El conjunto catalán, que suma 96 victorias consecutivas en competiciones nacionales, tuvo más dificultades de las previstas para superar a Naturhouse La Rioja por 35-31. El Barça no pudo frenar a Malmagro (diez goles en semifinales y nueve en la final), el segundo jugador con nueve goles o más en cada partido del torneo, tras el ruso de Bidasoa Vladislav Kalarash en 1992 (diez goles en semifinales y otros tantos en la final), pero se apoyó en los diez goles del macedonio Kiril Lazarov, récord en la final de la competición desde 2005, cuando Julio Fis, con el Ciudad Real, marcó once ante San Antonio.
El FC Barcelona puso la guinda a un año prácticamente perfecto ganando por 3-0 tanto la semifinal como la final del Mundial de Clubes. En semifinales, ante el Guangzhou Evergrande chino, Luis Suárez igualó a Pelé (visitando al SL Benfica en 1962) como los únicos en lograr un hat-trick en la Intercontinental/Mundial de Clubes. En la final, otro doblete de Suárez y el 24º gol de Messi en una final convirtió al Barça en el primer tricampeón del torneo.
El Barça también hizo otras dos cosas inéditas en el torneo: copó los tres primeros puestos en la clasificación de mejor jugador (Suárez, Messi, Iniesta) y sumó 443 minutos imbatido, superando por 34 el récord del Corinthians.
Se retiró con derrota una de las mayores leyendas del fútbol femenino. Abby Wambach, bicampeona olímpica (2004 y 2012) y campeona mundial (2015), dejó el deporte donde hizo historia especialmente a nivel de selecciones gracias a sus 184 goles (récord de cualquier jugador o jugadora del fútbol mundial) en 255 partidos. La despedida no fue perfecta por la derrota en Nueva Orleans ante China por 1-0, la primera sufrida por Estados Unidos como local desde noviembre de 2004 ante Dinamarca en Philadelphia por 3-1, que terminó una racha de 104 partidos consecutivos sin perder en su feudo.
* David Fernández es estadístico.
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