España hizo en el EuroBasket femenino Francia’13 el torneo perfecto. Título, por supuesto, pero también pleno de victorias (algunas muy contundentes) y dejando en el camino a todos los equipos que habían destacado en el torneo en lo que llevamos de siglo. La gesta se culminó con el más difícil todavía, derrotando en la final más ajustada de la historia al equipo organizador para coronarse campeón 20 años después.
España empezó el EuroBasket derrotando a Rusia. Un 77-72 final engañoso porque tuvo rentas de casi 20 puntos y solo una postrera reacción rusa lo pudo maquillar. Fue solo el inicio, pero en el siguiente partido las rusas tropezaron ante Suecia y eso hizo que el pleno de victorias de España eliminara a Rusia, que realizó el peor campeonato de Europa de su historia y faltará a su segundo mundial (Turquía’14), tras perderse el de Sídney’94.
En la segunda fase de grupos España mejoró sus prestaciones. Tres victorias, todas ellas por 13 o más puntos, una superioridad nunca vista en esta ronda del torneo que se ha disputado en las cuatro últimas ediciones. Y en las eliminatorias, más de lo mismo. Ya habían caído las finalistas de los Campeonatos de Europa de 2011, 2009 y 2007, pero faltaba una de 2005 y 2003, la República Checa, que en cuartos de final no fue rival, al igual que Serbia en semifinales.
Victorias por 17 y 19 puntos que convirtieron a España en el primer equipo en ganar cuartos y semifinales por, al menos, 17 puntos desde Rusia en el 2007 (que lo hizo por 17 en cuartos y por 31 en semifinales). Pero España fue más allá siendo el equipo que sacó más renta en cuartos y también en semifinales, y eso no ocurría desde 2003 con la República Checa.
Por el otro lado del cuadro estaba Francia, apabullante en la primera fase y solvente desde entonces, sabiendo ganar finales ajustados para propiciar una final entre invictos. Fue la cuarta de la historia y la primera desde que en 1987 URSS y Yugoslavia se jugaran el título llegando al último partido con seis victorias en otros tantos encuentros.
España consiguió una importante diferencia en el primer cuarto que Francia devolvió en el segundo período para instaurar una igualdad que no desaparecería hasta el final del partido. Una igualdad reflejada perfectamente en el marcador definitivo: 70-69 para España.
Es la primera vez en la historia que la final se resuelve por tan solo un punto y también la primera vez que el anfitrión pierde el partido decisivo (Polonia, en 1999, y Francia, en 2001, habían ganado los dos antecedentes).
Con este título (20 años después del anterior, la espera más larga en un Campeonato de Europa femenino), España completó un torneo perfecto venciendo en sus 9 encuentros. Tan solo la Unión Soviética, en 1972, hizo un campeonato mejor, con 10 victorias en 10 partidos.
De esta manera España se olvida del EuroBasket del 2011 donde fue 9ª, provocando su no participación en los JJ. OO. Londres’12. Tres países ganaron el torneo al año siguiente de una ausencia olímpica: URSS (1985, aunque no estuvo en Los Ángeles’84 por el boicot), Lituania (1997) y Francia (2009). Quedar campeonas de Europa haciéndolo tan mal en la edición previa no ocurría desde 1999, cuando Polonia se hizo con el oro sin participar en el EuroBasket anterior.
Las pupilas de Lucas Mondelo cimentaron su título en Sancho Lyttle y Alba Torrens. La primera, ganadora del premio a jugadora más valiosa, metió 20 puntos y y cogió 11 rebotes, y la segunda se fue hasta los 21 puntos. España es el primer país en tener a dos jugadoras con 20 o más puntos en la final del EuroBasket desde Ucrania en 1995, cuando los 28 puntos de Elena Marencikova y los 24 de Marina Tkachenko dieron a las ucranianas el único título de su historia.
Eso contrarrestó los 25 puntos de Sandrine Gruda, la mayor anotación individual en la final desde que Amaya Valdemoro metiera 26 en la final del 2007 que España perdió ante Rusia.
Francia se conformó con la plata, su tercera medalla seguida tras el título del 2009 y el bronce del 2011. Las francesas son el tercer equipo que logra una medalla de cada metal en ediciones consecutivas tras Bulgaria (1958-1962) y Rusia (1999-2003).
Y además…
La número uno del mundo no da opción al resto de jugadoras a alcanzar un major y volvió a conseguir otro, el cuarto de su carrera y el tercero consecutivo. In-Bee Park acabó con 8 bajo par, lideró otra exhibición surcoreana (las tres primeras fueron del país asiático) y aventajó en 4 golpes a la segunda clasificada.
Fue el primer torneo de Grand Slam donde un país tuvo a las tres primeras desde el Nabisco’09, cuando lo hizo Estados Unidos. En el US Open no pasaba desde el 2003, también con Estados Unidos. Y es el quinto grande consecutivo para Corea del Sur, algo no visto en el golf femenino desde 1992 con Estados Unidos.
In-Bee Park no solo ganó el torneo, sino que entró en la historia del golf femenino y deja abierta de par en par la historia del deporte mundial. Completar el Grand Slam de golf (ganar todos los majors, mínimo cuatro, en el mismo año no lo ha hecho ni un hombre ni una mujer) estaría a un título más, el del Open Británico, si no fuera porque en este 2013 se estrena un quinto major, el Evian Masters en Francia.
Park es la segunda jugadora de la historia en conseguir los tres primeros majors del año (Babe Didrikson-Zaharias lo hizo en 1950 cuando solo se jugaban tres) y es la cuarta en lograr tres seguidos. Esa hazaña la lograron la propia Didrikson (1950), Mickey Wright (cuatro, los dos últimos de 1961 y los dos primeros de 1962) y Pat Bradley (en 1986).
Park no solo es la mejor en los grandes, también durante la temporada. Sus dos majors seguidos siendo la vigente número uno del mundo iguala lo realizado por la mexicana Lorena Ochoa en el British’07 y el Nabisco’08.
Nueva Zelanda demuestra torneo a torneo de Series Mundiales que es el mejor equipo del mundo masculino y femenino. Pero tenía que refrendarlo en un mundial, lo que no pudo hacer en el 2009, donde solo cosechó la plata femenina. La redención ha sido inmejorable, con pleno de victorias y ambos títulos.
El equipo masculino solo sufrió en el último partido de su grupo, donde tuvo que remontar 14 puntos a Estados Unidos. Pero a partir de ahí fue un paseo, especialmente en semifinales y final, donde no encajó ningún punto. La paliza de la final, 33-0 ante Inglaterra, es la mayor en cualquiera de las seis disputadas.
El equipo femenino no fue tan superior, al menos defensivamente, pero también se proclamó campeón mundial venciendo dos veces (en fase de grupos y en la final) a Canadá. Estados Unidos, con un ensayo en la prórroga, evitó que España, y que todo el rugby europeo, alcanzara el podio por primera vez.
Campeones ya conocidos. El masculino fue el suizo Christoph Sauser, que se hizo con su tercer oro, nuevo récord en la historia de la prueba superando a su compatriota Thomas Frischknecht y al belga Roel Paulissen.
La prueba femenina fue para Gunn Rita Dahle. La noruega lleva tantos oros como el resto de sus rivales juntas: cinco. Dahle derrotó a la británica Sally Bigham, que, con su plata, dio a su país la primera medalla en cualquier categoría.
No pudo aumentar su palmarés con Ducati, pero una vez de regreso en Yamaha Valentino Rossi ha vuelto a ganar. Se aprovechó de las circunstancias (un poleman no acostumbrado a rodar en cabeza, los problemas de Pedrosa con los neumáticos, la lesión en mano y pie de Márquez y la rotura de clavícula de Lorenzo, pese a la cual corrió) e impidió un triplete español de victorias y puso Assen (Países Bajos) a su pies.
Con este triunfo, el octavo en la catedral del motociclismo, Rossi suma 106 en el mundial, un poco más cerca del récord de 122 de Giacomo Agostini, y se afianza como el piloto más ganador en la categoría reina con 80 victorias.
La carrera de Silverstone (Reino Unido) estuvo marcada por el desgaste de los neumáticos. Hasta cuatro pilotos de cuatro escuderías diferentes vieron destrozadas una de sus ruedas. A Vettel le ocurrió otra cosa y, cuando iba primero, rompió la caja de cambios, pese a lo cual sigue líder del mundial. Esto fue aprovechado por Rosberg para, tras una postrera salida del safety car, vencer por tan solo 765 milésimas sobre Mark Webber.
Fue la menor diferencia entre primero y segundo desde que Hamilton sacara 675 milésimas a Vettel para ganar en Austin (Estados Unidos) el 18 de noviembre del 2012. Lo que no tiene precedente es ganar así en Silverstone: nunca antes el vencedor sacó menos de un segundo.
Dos nombres destacados en la reunión de Birmingham (Reino Unido) y los dos lanzadores. En hombres, el noruego Andreas Thorkildsen volvió a vencer en jabalina casi 2 años después y sumó su 22º triunfo en Golden League/Diamond League para ser el cuarto atleta masculino más laureado de la historia.
La protagonista femenina fue Sandra Perković. La discóbola croata estuvo el día anterior ganando el oro en los Juegos Mediterráneos de Mersin, pero eso no fue obstáculo para obtener su séptima victoria consecutiva en disco. Es la segunda mejor racha en un lanzamiento en la historia de la competición, solo por detrás de las nueve victorias seguidas del alemán Lars Riedel, también en disco, entre 1993 y 1997.
Dos goles dentro de los últimos 80 segundos del 6º partido de la final dieron la Stanley Cup a los Chicago Blackhawks (la quinta de su historia), sumiendo en la desolación a los Boston Bruins.
El título de Chicago destacó por tres cosas: fueron los mejores en liga regular y las tres veces anteriores que lo consiguieron no habían logrado el título; han cerrado cada serie de playoff en la primera oportunidad, algo que ningún equipo conseguía desde Detroit en el 2002; y el gol ganador de la serie final llegó a 59 segundos del final del último partido jugado.
Excluyendo los goles en la prórroga (en la NHL todo gol en el tiempo extra finaliza el partido), el tanto de Dave Bolland es el gol ganador de la Stanley Cup que más se ha hecho esperar, superando al de Bill Carson con Boston en 1929, que llegó a 1 minuto y 58 segundos del final del segundo partido (aquella Stanley Cup se jugó al mejor de tres).
El torneo de Dilijan, Armenia, pasará a la historia por ser donde se rompió la increíble racha de imbatibilidad de Anna Muzychuk. La eslovena, pese a no ganar ningún título, ha estado cuatro torneos sin perder, hasta que en la 6ª ronda de Dilijan la venció, con blancas, Humpy Koneru, dejando la serie en 56 partidas seguidas sin derrotas.
Tras esta victoria la india no tuvo problemas en acabar el torneo invicta por segunda vez en su carrera y en hacerse con la victoria final. Es el cuarto título en Grand Prix de Koneru, superando el récord que compartía con la china Yifan Hou.
Brasil hizo valer su condición de anfitrión para ganar su cuarto título, tercero seguido. Aunque éste fue diferente, al lograrlo sin haber llegado al torneo como campeón de algo.
La final soñada se cumplió en la previa, organizador ante campeón del mundo, pero no en el desarrollo, puesto que Brasil fue muy superior, marcó nada más empezar cada parte, desquició a los defensas españoles y abortó cualquier reacción del rival con tres paradas de Júlio César.
Tras este torneo Brasil se mantiene invicto en casa en partidos de competición por 58º encuentro consecutivo (38 años) y se acaba la racha de España de 29 partidos no amistosos seguidos sin perder, récord del fútbol mundial.
España sufrió una derrota dolorosa, que marca la necesidad de hacer cambios de cara al mundial del año que viene. Fue la cuarta vez en su historia que perdió un partido de competición por tres o más goles (JJ. OO. de Ámsterdam’28 ante Italia, Mundial’50 ante Brasil y en 1985 ante Gales en un partido de clasificación para el mundial de 1986).
Sin las campeonas de las ediciones previas en la final (Alemania no se clasificó y España cayó por penaltis ante Suecia en semifinales), Polonia aprovechó para ganar el primer título de su historia en fútbol femenino en su segunda fase final, porque las polacas solo habían participado, sin éxito, en la Eurocopa sub-19 del 2007. Las polacas vencieron a Bélgica en semifinales y a Suecia en la final.
El Dinamo Moscú, que jugó el torneo como subcampeón de Europa en las dos últimas ediciones, acabó con la hegemonía hispano-brasileña (entre ambos sumaban 12 títulos en 13 ediciones, los 11 últimos de manera consecutiva).
Las renuncias de Boca Juniors y F. C. Barcelona debilitaron el torneo, salvado por un emocionante ElPozo Murcia vs. Carlos Barbosa (con empate y pasaporte para la final para los brasileños por menor número de tarjetas en el anterior partido del grupo) y por el club ruso. El Dinamo no tuvo piedad del Intelli Orlandia, 6-3, y aún menos del Carlos Barbosa, hasta entonces campeón mundial, en la final, venciéndoles por 5-1.
Fue la segunda mayor diferencia en una final (el Interviú derrotó por 6-1 al Malwee brasileño en el 2008) y la segunda vez que un club ruso gana el título, tras el Dina Moscú en 1997.
En apenas dos años (la localidad griega de Volos tuvo que renunciar) la ciudad turca de Mersin ha podido organizar unos buenos juegos de un evento venido a menos pero que servirá para reforzar, aunque sea mínimamente, la candidatura olímpica de Estambul 2020.
Por tercera edición consecutiva, Italia lideró el medallero. Sus 186 medallas, 70 de ellas de oro, son la segunda mejor actuación de su historia tras Bari’97 (193 medallas y 76 oros). El anfitrión también sobresalió (126 medallas y 47 oros) y fue segundo en el medallero, como en Nápoles’63.
Hasta 21 países se subieron al podio, como en Pescara’09, con la novedad de Macedonia (que ha debutado logrando 5 medallas, 4 de ellas en lucha) y de Malta, que gracias a su tirador William Chetcuti (oro en doble trap), oyó su himno por primera vez en unos Juegos Mediterráneos.
España, sede de la próxima edición (Tarragona’17) se quedó en 82 medallas y 21 oros, su número más bajo de títulos desde Bari’97 (cuando fueron 18) y su menor número de medallas desde Latakia’87 (69).
También hubo cosas destacadas en algunos deportes. Dentro de los colectivos, en baloncesto Turquía ganó el oro por primera vez desde 1987 y un equipo africano, Túnez, fue medalla por primera vez desde el bronce de la RAU en 1959. En balonmano hubo triunfo africano, de Egipto, como en 1987, cuando ganó Argelia. En fútbol hubo descalabro europeo (solo uno en el podio por primera vez desde 1983, cuando no hubo ninguno) y venció, por penaltis, Marruecos, que solo se había hecho con el título en Casablanca’83. En voleibol, doblete italiano, como en el 2009, para ser el primer país que lo hace en dos ediciones seguidas. Y en waterpolo, aunque parezca increíble, Croacia consiguió el primer oro de su historia tras haber sido subcampeón en 1993 y 1997.
Y en los deportes individuales, en ciclismo Francia ganó por primera vez la contrarreloj gracias a Yoann Paillot (prueba donde Turquía logró su primera medalla de siempre merced a Rasim Reis), mientras que en ruta el ciclismo africano obtuvo la segunda medalla individual de su historia con el argelino Abdelbasat Hanachi (el marroquí Mustapha Najjari fue bronce en 1979). En tenis los campeones individuales lo fueron también en dobles, pero de los países más inesperados: el esloveno Blaž Rola se hizo con los dos títulos masculinos y la turca Çağla Büyükakçay con los dos femeninos, cuando nunca antes Eslovenia y Turquía habían sido oro en este deporte.
* David Fernández es estadístico.
– Foto: Bellenger / Castoria / FIBA Europe
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