La pelota no se detiene y si el Barça quiere disputar la batalla decisiva, la que decantará la portentosa guerra entre los dos colosos mundiales, deberá volver al origen contra el Chelsea. A estas alturas el campeón no puede jugar un partido a campo abierto: necesita calma, amplitud y crear el mejor contexto para Messi e Iniesta. El Barça está fabricado para disputar los finales de temporada cuesta abajo; todo lo que suponga dar un paso atrás supone desempeñar esfuerzos para los que no está preparado.
Ahora es, más que nunca, el momento de Pep; de sentarse en el sofá, servirse una copa de vino, encender el equipo de música y escuchar a Lluís Llach:
Quan surts per fer
el viatge cap a Ítaca,
has de pregar que el camí sigui llarg,
ple d’aventures, ple de coneixences.
Has de pregar que el camí sigui llarg,
que siguin moltes les matinades
que entraràs en un port
que els teus ulls ignoraven,
i vagis a ciutats
per aprendre dels que saben.Tingues sempre al cor la idea d’Ítaca.
Has d’arribar-hi, és el teu destí,
però no forcis gens la travessia.
És preferible que duri molts anys,
que siguis vell quan fondegis l’illa,
ric de tot el que hauràs guanyat fent el camí,
sense esperar que et doni més riqueses
Es el momento de volver a la idea, de retomar la esencia del juego de posición, de generar superioridades a través de la posesión. Al Barça no se le ha olvidado el gol en las últimas fechas: ha querido hacerlo demasiado pronto olvidando que hace ya tiempo que los azulgranas decidieron rizar el rizo, alargar el proceso, poblar el centro del campo, jugar sin delantero para engañar al rival, fabricando un hombre de más allá donde el rival no lo espera. Desocupar una zona para atacar la portería rival a través de la contraria. Y este proceso, laborioso y alambicado, supone tiempo y necesita cala.
Sin embargo vivimos momentos de ruido y de furia donde el jaleo mediático hace tiritar los fundamentos y el ácido láctico y la exigencia emocional amenaza las decisiones de los futbolistas. Pero ¿alguien ha escuchado o ha leído una queja de Pep y los suyos por tener un día menos para preparar el Clásico y otro día menos para hacer lo propio con la vuelta de semifinales de Champions? Guardiola sabe que el camino es largo y duro, pero que merece la pena.
Por eso esta noche, en casa, a lado de su gente, intentará volver al origen del juego del Barça: la posesión, la pelota, estirar las líneas del rival por fuera para generar espacios por dentro, para profundizar, para defenderse atacando y atacar defendiendo. Como siente el Barça y como siente Pep. Ítaca está en Munich, disfrutemos del viaje.
* Felipe S. Mateos es Entrenador de fútbol. Metodología Fútbol Base C. A. Osasuna. En Twitter: @FelipeSMateos
– Foto: Miguel Ruiz (FC Barcelona)
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