1.- Agosto no sería lo mismo sin esas primera jornadas ligueras en las que uno ve fútbol de Primera División, los debuts de los nuevos fichajes, los nuevos sistemas, entrenadores que continúan o que cambian un equipo, y también los nuevos protagonistas de cada fin de semana que el año anterior militaban en la división de plata. Partidos de verano con equipos poco rodados y jugadores lejos de su mejor forma, pero fútbol al fin y al cabo, con tres puntos en juego como en las otras treinta y siete jornadas. Hoy le tocaba al Real Madrid en el Bernabéu, con James y Kroos, y a un Córdoba que llevaba más de cuarenta años sin jugar un partido en la máxima categoría. El fútbol vuelve a empezar.
2.- El equipo blanco salió con sus nuevas incorporaciones de este mercado, formando un 4-4-2 adaptado a ellos, con Modric algo más cerca de Kroos y James sin tener que recibir tan atrás ni tener que correr tanto hacia su portería. De todas formas, con el paso de los minutos Bale dejaría de ayudar en tareas defensivas y el balance defensivo iría acercando a James al centro del campo. Quizá por este motivo, por tener a Modric y Bale algo alejados, también se entendía la titularidad de Arbeloa en un gran momento de Carvajal. Jugadores nuevos, sistema poco practicado.
3.- El Córdoba esperaba con dos líneas de cuatro muy juntas, obligando al Real a jugar por las bandas, cerrando espacios interiores a James y buscando el juego en largo sobre Havenaar en la salida, imitando en cierto sentido al Atlético de Madrid, aunque evidentemente con menos calidad tanto ofensiva como defensiva. Prácticamente no incomodó a la defensa blanca en los primeros minutos, tan solo con algún envío largo con segunda jugada, aprovechando el espacio a la espalda de Kroos, que en la salida de balón sí estaba fino, pero no tanto en la posición en fase defensiva.
4.- Con un Córdoba ordenado que esperaba atrás y un Madrid muy plano, no había prácticamente acercamientos a las áreas. La posesión sí era dominada por Kroos y Modric, pero apenas encontraban a sus delanteros, muy estáticos en la frontal del área, y James se ofrecía, pero con espacios mínimos. Por la derecha, Bale no tenía apoyos suficientes y se encontraba siempre en inferioridad, y en la izquierda, Marcelo no aportaba su profundidad característica, por lo que el juego por bandas, que parecía el camino a seguir, tampoco producía ventajas. Lo único que quedaba era el envío en largo, que no terminaba de generar nada bien por fallo en el control o por fallo en el envío desde la defensa.
5.- Pasada la mitad de la primera parte, el Madrid empezó a circular el balón con mayor rapidez, consiguiendo también hacer suyas las segundas jugadas, los rebotes y los despejes sin apenas dar opción a un Córdoba, que cada vez defendía más cerca de su portero. Tiros lejanos de Modric y Kroos, centros laterales y algún intento de jugada por dentro en los que serían los mejores minutos del partido, y no por el gol, aunque llegaría en esta buena racha de juego. Fue a balón parado, con un fantástico centro de Kroos, tenso y bien dirigido, que remató Benzema. Era precisamente el francés el que activaba a Marcelo cayendo a la banda izquierda más de lo habitual, asociándose con él y ofreciendo al brasileño esas zonas interiores que tanto le gustan, aportando una alternativa en ataque.
6.- El partido se fue al descanso con una cierta sensación de superioridad madridista por los buenos últimos minutos, aunque no llegaba a traducirse en ocasiones claras, y el Córdoba dio un par de sustos gracias a un titubeo de Arbeloa en el área y a una salida de Casillas a ninguna parte en un córner.
7.- En la segunda parte salió Fede Cartabia por Pinillos, como una declaración de intenciones del entrenador, introduciendo a uno de sus jugadores más desequilibrantes, que encabezaría unos buenos primeros minutos de los recién ascendidos, con varias llegadas consecutivas a la portería de Iker Casillas. Presionaron mucho más arriba que en la primera mitad, provocando una pérdida peligrosa de Arbeloa, otra de Marcelo y el nerviosismo generalizado en los jugadores y la grada merengue. El Córdoba adelantaba su línea y presionaba más cerca de Kroos y Modric con unos buenos López Silva y Fausto Rossi, asumiendo algo más de riesgo pero incomodando al Real Madrid, que tenía alguna oportunidad aislada, aunque sin continuidad ni protagonismo de sus mejores jugadores, ya que casi todos estaban fuera de posición y totalmente desconectados del resto del equipo.
8.- Ante esta situación, Ancelotti dio entrada a Isco y Carvajal en lugar de James y Arbeloa, uno de los más flojos por parte de los blancos. Y poco después Khedira sustituyó a Benzema. Nueva cara del equipo, con el orden defensivo de Khedira, el control de Isco y la profundidad de Carvajal. El Madrid recuperó la continuidad con el balón y pudo acercarse al área rival sin correr demasiados riesgos. En cada recuperación, Fede Cartabia intentaba lanzar a un Córdoba al que no le quedaban fuerzas para recorrer los tres cuartos de campo que le separaban del gol.
9.- En el último minuto, Cristiano Ronaldo se encontró con un balón suelto y con espacio a su alrededor; avanzó unos metros y sacó ese latigazo tan propio de él para sentenciar el partido y certificar que los primeros tres puntos se quedan en Madrid. Merece un aparte la situación del astro portugués. Hoy ha jugado los noventa minutos de delantero centro, cayendo a la banda en un par de ocasiones contadas, lo que invita a pensar que está físicamente limitado y que se le evitan esfuerzos mayores o carreras que puedan agravar su estado, obligando incluso a Benzema a partir desde la izquierda. No es que el Cristiano delantero sea malo, o que no pueda ser un buen recurso, pero sería preocupante para el madridismo empezar a forzar a su estrella desde tan pronto.
y 10.- El Madrid ganó a un Córdoba muy serio que supo anular en ataque a los locales durante gran parte del encuentro. El partido ha recordado a los del inicio de la temporada pasada, donde la mala disposición táctica y la falta de recursos del equipo se entendían al estar empezando un nuevo proyecto. Este año, en teoría, el Madrid contaba con la ventaja de continuar un proyecto ganador, pero la sensación es que Kroos y James no se ajustan lo suficiente al sistema como para poder seguir utilizándolo y que al nuevo aún le falta tiempo para funcionar como debería. Desde luego, parece que Ancelotti vuelve a tener mucho trabajo por delante para encontrar su ansiado equilibrio y potenciar las habilidades de sus mejores jugadores, a día de hoy venidos a menos. Un claro ejemplo es Bale, hasta ahora no mencionado en la crónica por su poca trascendencia en el ataque a pesar de estar físicamente preparado. Quizá este Madrid tenga que volver a empezar.
* Juan Zubiría.
– Foto: Sergio Pérez (Reuters)
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