Liga BBVA 2014-2015 / España / Fútbol / Crónicas 2014-2015
1.- El Atlético destrozó al Real Madrid en un ejercicio de intensidad, compromiso colectivo, juego por los costados, buena colocación para ganar las segundas jugadas e hiperactividad que contrastó con un rival abúlico, superado desde el inicio. El 4-3-3 de Ancelotii exige repliegue y sacrificio máximo para poderlo mantener ante rivales de primerísimo nivel, y más ante adversarios como este Atlético, que se fusiona bajo la bandera del sacrificio colectivo. A todas estas virtudes ya comentadas, el Atleti añadió calidad en las botas de Arda Turan y Griezmann y un descomunal partido de Tiago, que estuvo omnipresente: se sumó al ataque y lideró el mediocampo del conjunto del Cholo Simeone.
2.- El Atlético dispuso un 4-4-2, el sistema en el que más a gusto se encuentra Simeone ante rivales de máxima enjundia. Los primeros diez minutos fueron trepidantes. Creo que lo pretendió el Atlético. Perdió a Koke para la batalla por lesión en el minuto 9 y entró Saúl Ñíguez; instantes antes Godín había salido lastimado en la nariz en un choque con Khedira. El colofón a todo este trasiego fue una extraordinaria incursión por la derecha de Juanfran, cuyo centro lo aplacó Mandzukic con la cabeza y sirvió atrás para que Tiago llegase a la frontal y batiera a Casillas con un disparo que se le escapó al portero del Real Madrid.
3.- Mandzukic se emparejó con Nacho y en la batalla le ganó casi todos los balones, Arda Turan distraía a Coentrao y Juanfran encontró una autopista sin peajes para lastimar una y otra vez. No fue casualidad, y el Atleti encontró un filón. El problema del Madrid podía parecer que era de sus defensas, pero realmente provenía del mediocampo y de los hombres de banda. Khedira, Kroos e Isco eran superados y no ganaban ni un balón divido ni una segunda jugada. Bale y Cristiano no se sacrificaban en defensa, lo que el sistema y un rival así exigía, y por lo tanto el Madrid era un pelele en manos de un Atlético que era superior a los blancos como pocas veces se ha visto en estos enfrentamientos, independientemente de los resultados. El Atleti remató 17 veces en el partido.
4.- Una penetración de Siqueira, encarando a Carvajal por el costado izquierdo y sin ninguna ayuda para el lateral blanco, concluyó con un centro al área. Saúl Ñíguez se sacó de la manga un remate de tijera que sorprendió a Casillas. Fue el segundo tanto antes del minuto 20. El Madrid era incapaz de dar un golpe encima de mesa. Estaba siendo superado en todas las facetas. Las primeras noticias de los blancos en el partido llegaron a partir de la primera media hora. Isco se asoció con Coentrao y Kroos en la banda izquierda. Además, el alemán comenzó a ganar algún balón en mediocampo. El Madrid monopolizó los últimos diez minutos del primer acto, pero la mayoría de acercamientos concluyeron con centros laterales fáciles de defender. Desde que falta Modric, el Madrid ataca peor cuando tiene la posesión del balón. Es un problema de funcionamiento colectivo, agravado hoy por la falta de actitud defensiva y de repliegue del equipo.
5.- Tras el descanso, arriesgó Ancelotti con la entrada de Jesé por Khedira. Cambió a un sistema 4-4-2 con Bale y Jesé en los costados. El cambio no tuvo ningún efecto a favor del Madrid. El Atleti seguía mandando en mediocampo y buscaba dañar al Madrid en el juego directo y por las bandas cuando podía. Cuando el balón estaba en los pies de Arda Turan, el Atleti hacía mucho daño. Griezmann aparecía por todos los lados, en tres cuartos y en la zona de definición. Cualquier balón suelto lo devoraban Gabi y Tiago. El Madrid ni estaba ni se le esperaba.
6.- Arda ganó la línea de fondo de nuevo y su centro al segundo palo lo conectó Saúl Ñíguez, que lo envió de cabeza al primero, donde Griezmann se anticipó a Varane y colocó el tercero en el marcador. Era la sentencia de un partido en el que el Atlético había sido superior desde el principio. Entonces entró Illarramendi por Isco en un cambio que parecía más destinado a frenar la sangría que a acortar distancias. El Cholo fue moviendo el banquillo con la entrada de Raúl García por Saúl, lesionado, y más tarde de Torres por un Griezmann que completó su mejor partido desde que viste la elástica rojiblanca. Ancelotti dio entrada a Chicharito por Benzema, en un cambio que no podía tener ningún efecto en el partido, porque por detrás del mexicano no funcionaba nada en el equipo blanco.
7.- Los últimos minutos fueron más aún del Atlético. Los rojiblancos entraban por todas partes con mucha movilidad e intercambio de posiciones de todos sus hombres y con la defensa instalada en el mediocampo. Seguía teniendo hambre. Torres sirvió un balón desde la derecha y Mandzukic remató de cabeza a placer batiendo a Casillas para cerrar un marcador refleja la superioridad de principio a fin de un equipo sobre otro. El Madrid no tuvo respuesta futbolística, ni emotiva ni física.
y 8.- De los errores se aprende, toda derrota merece análisis y autocrítica. Pero hay algo más importante: analizar y corregir cosas cuando se gana. El Madrid no lo hizo cuando ganaba allá por el pasado mes de noviembre y se podían intuir defectos; ahora con las derrotas es aún más difícil. El Atlético refuerza ante el eterno rival sus convicciones, a todas las virtudes colectivas. Hoy añadió buen juego completando un partido extraordinario.
* Alberto López Frau es periodista.
– Foto: Ángel Gutiérrez (Atlético de Madrid)
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