1.- La diferencia entre la primera posición y la segunda en una etapa siempre es grande. Al ganador se le recuerda a lo largo de los años y su victoria aparece lustrosa en su palmarés, mientras que el éxito del segundo pronto se olvida. Esa diferencia aumenta con el tiempo, incluso aunque la distancia real entre uno y otro sea mínima, como ocurrió hoy.
2.- En esta tercera etapa del Tour de Francia, la última que recorría la isla de Córcega –145 kilómetros entre Ajaccio y Calvi–, la lucha por el éxito se decidió por muy pocos centímetros. Tan pocos que ni Simon Gerrans ni Peter Sagan se atrevieron a levantar la mano en señal de victoria. Al final el australiano disfrutó de la victoria, mientras que el eslovaco quedó condenado al olvido. En su actuación de hoy, claro, ya que el año pasado ganó tres etapas en la ronda francesa, y parece complicado que en esta edición –y las que vendrán, pues únicamente tiene 23 años– se marche de vacío.
3.- Ambos fueron los hombres más rápidos de la jornada, aprovechando la ausencia de los velocistas puros un día más, pues cedieron con respecto al pelotón en la última de las cuatro ascensiones puntuables de la jornada –el Col de Marsolino, de segunda categoría, con 3,3 kilómetros al 8,1 %–. Ni Kittel, ni Cavendish, ni Greipel, ni siquiera Goss –compañero de Gerrans– llegaron en el grupo de casi 100 ciclistas.
4.- Y aunque el pelotón era amplio, la lucha se acotó a Simon Gerrans y Peter Sagan. El equipo del eslovaco (Cannondale) hoy sí logró controlar la llegada, pero se vio sorprendido en los últimos metros por el último lanzador del Orica GreenEDGE, el sudafricano Daryl Impey, que dejó a su compañero Gerrans en una posición privilegiada. Intentó remontar Sagan, pero le faltaron unos centímetros, mientras que más atrás llegó el español José Joaquín Rojas.
5.- A lo largo de la jornada fueron varios los que intentaron evitar una llegada en pelotón como ayer consiguió Jan Bakelants, que mantuvo el liderato sin muchos problemas. Pero no hubo opción. Ni para la fuga –conformada en los kilómetros iniciales por Westra, Minard, Vuillermoz, Gautier y Clarke–, en la cual este último fue el que llegó más lejos, siendo atrapado en la última subida. Ni para Pierre Rolland, que aumentó su ventaja al frente de la clasificación de la montaña al pasar en primer lugar la última cota. Ni para Chavanel, Nieve y Nordhaug, que se unieron al del Europcar en un grupo que mantuvo un bonito duelo con el gran grupo. Ni siquiera para Tom Dumolin, el último en intentarlo, con Cannondale y Orica GReen EDGE preparados para la llegada masiva. Todos ellos fueron atrapados por el pelotón.
6.- Además de los sprinters, en el gran grupo tampoco llegó Robert Gesink, cerrando las pocas especulaciones que pudiera haber acerca de qué corredor será el que represente a Belkin en la lucha por la general. Será su compatriota Bauke Mollema. Y finalmente, quienes ni siquiera llegaron a meta fueron Yoann Bagot y Andrei Kashechkin, los primeros abandonos del presente Tour de Francia, que mañana vivirá las primeras diferencias entre los favoritos con la contrarreloj por equipos.
y 7.- La de Simon Gerrans es la primera victoria de etapa para Orica GreenEDGE en el Tour, y por lo tanto de un equipo australiano. Sin embargo, no lo es para su ciclista, que ya disfrutó de este honor en el 2008 en circunstancias muy diferentes –fue en un final en alto, en Prato Nevoso–. Al año siguiente consiguió el objetivo de ganar en las tres grandes, a lo que además hay que sumar pruebas de un día del nivel de GP Plouay, GP Quebec y Milán-San Remo, o por etapas como Vuelta a Dinamarca y Tour Down Under. Este año también sabía lo que era ganar, con más triunfos importantes en etapas de Tour Down Under, Volta a Catalunya y Vuelta al País Vasco.
* Ricardo Alonso-Bartol es periodista.
– Foto: Sirotti
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