Victoria gris en Skopie

por ALBERTO LOPEZ FRAU el 8 septiembre, 2015 • 23:13

1.- España ganó 0-1 en Skopie en un partido tedioso. Fue uno de esos encuentros clásicos de las fases de clasificación en la zona europea entre una selección considerada de las grandes y una muy inferior. Si la selección considerada grande, en este caso España, gana el partido, se olvida rápidamente; si tropieza con un empate o una derrota, se recuerda durante mucho tiempo. España en su historia tiene varios ejemplos, como aquella derrota en Reikiavik en 1991 (era otra Islandia) que significó el adiós definitivo a la Eurocopa de 1992, último gran torneo al que faltó España, o en Larnaca ante Chipre en 1998, que supuso el adiós de Javier Clemente tras seis años como seleccionador.

2.- De inicio, el once de España tenía en esencia alguna similitud con el que conquistó Europa en la Eurocopa del año 2008. Un mediocentro, Busquets, y cuatro pequeños por delante, dos interiores como Cazorla e Isco, y dos mediapuntas arrancando desde los costados hacia dentro, Mata en la derecha y Silva en la izquierda. Arriba, Diego Costa. Un sistema 4-1-4-1. Hace siete años España jugaba un 4-1-3-2, con dos delanteros, Villa y Torres, pero la esencia de juntar muchos jugadores de buen pie por delante del mediocentro era similar.

3.- La puesta en escena no fue mala, aunque el sistema y la idea de juego diseñados por Del Bosque necesitaba de amplitud, movilidad e incorporación de los laterales. Carvajal y Bernat no sorprendían en ningún momento, más bien estaban instalados ya en campo contrario, y España fue un embudo permanentemente. Macedonia tejió una tela de araña por delante de sus mediocentros: Gligorov y Petrovic. Radesli, Hasani y Askovski, en la línea de mediapuntas macedonios, intentaban hacer todas las faltas que podían para interrumpir el juego de pase al pie de España. Arriba, Ivanovski martirizaba a Piqué y Sergio Ramos intentando pelear en todos los balones que pasaban a campo contrario.

4.- Lo más difícil para España era adelantarse en el marcador. Juan Mata lleva ya varios años jugando cerca de la banda derecha, una posición que le obliga a reinventarse porque él crece cuando puede jugar más centrado, pero es tan buen futbolista que cada vez interioriza mejor las necesidades del puesto. Le cayó un rechazo en el callejón del ocho y con un poco de fortuna envió un centro-chut que batió a Pacovski. El gol recordó al que hizo Jon Andoni Goicoetxea en el Mundial de Estados Unidos 1994 a Alemania, batiendo a Bodo Illgner.

5.- Con España por delante en el marcador, el partido parecía tener poca historia. Macedonia llevaba cinco partidos consecutivos perdiendo, seis con el de hoy, y no es por casualidad. Firmó un partido meritorio para sus posibilidades, con las líneas muy juntas, una actitud agresiva y muchas ganas de competir, pero no tenía mecanismos colectivos ni individuales para llegar con peligro al área de David de Gea. Además, su jugador de más talento, Agim Ibraimi, no entró en el partido hasta el minuto 85.

6.- El problema de España es que jugó siempre al pie, no tuvo la velocidad de pase y los movimientos de desmarque necesarios para desarbolar a Macedonia. Los ataques morían una y otra vez cerca del frontal del área local. Otro centro desde la banda derecha que se fue cerrando de Carvajal y que terminó pegando en el larguero fue la segunda y última ocasión clara de España en todo el partido.

7.- El segundo acto tuvo menos ritmo de juego aún que el primero. Macedonia siguió pelando con actitud y dignidad y España no encontró en ningún momento el ritmo adecuado para burlar la vigilancia macedonia. El partido era incómodo de jugar para España pese a la abismal diferencia técnica entre ambas selecciones. El juego fue carente de velocidad, profundidad y por supuesto remate. Del Bosque fue haciendo cambios: primero Paco Alcácer por un Diego Costa que tuvo poca presencia, aunque lo tenía difícil, quizá más que ningún otro partido de los que lleva con España, porque los espacios brillaron por su ausencia. Más tarde entraron Koke e Iniesta por Cazorla e Isco para asegurar más aún la posesión y minimizar riesgos.

y 8.- El partido no dio para más. El triunfo de España le acerca aún más a la Eurocopa del próximo verano. Se pueden extraer pocas conclusiones del partido. La más evidente es que la posesión del balón tiene que tener un fin y hoy no lo tuvo. La apuesta de jugar con cuatro hombres de toque por delante de Busquets no creo que se repita ante rivales de mayor entidad. En esos partidos, la pareja que forman Busquets y Koke parece inamovible, y a partir de ellos se decidirá los jugadores que ocupan las cuatro plazas por delante.