Victoria fiel al manual del charrúa

por ALBERTO LOPEZ FRAU el 21 junio, 2013 • 12:07

1.- Uruguay venció 1-2 a Nigeria en un partido que pasó por varias fases y que concluyó con una defensa del resultado muy charrúa, con uñas y dientes, un clásico en la forma de competir de la celeste que está en su ADN, un gen que tienen muy pocas selecciones a nivel mundial.

2.- Tabárez modificó su sistema respecto al primer partido. Formó con un 3-4-1-2 que ya utilizó en varios partidos de clasificación para el Mundial de Brasil y en un reciente amistoso ante Francia en Montevideo. Con Godín, Lugano y Cáceres en el fondo, Maxi Pereira y el Cebolla Rodríguez como carrileros; en mediocampo entraron de inicio Arévalo Ríos, clave en el pasado Mundial y en la Copa América aunque venido a menos últimamente, y Álvaro González. Forlán actúo de enganche y arriba, Luis Suárez y Edinson Cavani.

3.- Nigeria está disputando esta Copa Confederaciones con un conjunto muy físico, siempre con tres mediocentros que asustan por su complexión física pero con bastantes dificultades para elaborar juego. La Nigeria que conquistó la Copa de África era un conjunto lento en la elaboración pero con peligro al contragolpe y velocidad arriba. En este torneo no están Victor Moses y Emmanuel Emenike, por lo que el equipo se resiente en su capacidad ofensiva.

4.- El inicio de Uruguay en el encuentro fue magnífico, aplicando mucha intensidad y presionando muy arriba. Un disparo del Cebolla Rodríguez en la primera jugada del choque anunció la ambición uruguaya. A los 20’ ya ganaba con un gol de Lugano aprovechando la candidez nigeriana en su propia área pequeña.

5.- Lo que no tiene Uruguay es capacidad para dominar el partido con la pelota en la zona ancha, pese a que Arévalo Ríos tuvo un papel destacado gracias a su trabajo, intensidad y capacidad de anticipación. Mientras a Uruguay le duró el nervio del inicio sometió a Nigeria y aparecían Forlán, Suárez y Cavani; cuando se tomó un respiro en lo físico, todo se igualó.

6.- Poco a poco y al tran tran, Nigeria fue cogiendo el pulso al partido. Musa y Oduamadi comenzaban a importunar a Godín y Cáceres, pese a que los centrales uruguayos aguantaban bien los envites. Nigeria consiguió estirando el campo encontrar huecos por dentro. Uno de esos espacios lo aprovechó Obi Mikel para realizar una maniobra espectacular y poco habitual en él para dejar clavado a Lugano y definir arriba con el interior de su pierna izquierda. Un golazo.

7.- Arévalo Ríos se encontraba muy sólo en la zona ancha, Álvaro González, unos metros por delante y escorado a la derecha, no llegaba a las ayudas, Forlán se acostó sobre la izquierda y el Cebolla jugó unos metros más por dentro, pero la defensa no era efectiva, por lo que Ogu, Obi Mikel y Ogude imponían su capacidad física y capacidad para abarcar campo. La lesión de Oduamadi al filo del descanso iba a restar capacidad de desequilibrio a Nigeria en la segunda parte.

8.- A los 6′ de la reanudación, una combinación eléctrica entre Suárez, Cavani y Forlán concluyó con un zurdazo imponente de este último que recordó a su mejor época. El gol dio aire a Uruguay y le prmitió jugar el resto del partido como más le favorece, replegado y esperando los contragolpes.

9.- Keshi reaccionó minutos después aportando más vitamina al mediocampo con la entrada de Mba por Ogu, y más tarde cambió a Brown por Akpala en la punta de ataque. Ninguno de los cambios aportó a Nigeria lo que realmente necesitaba: capacidad de desequilibrio en tres cuartos de campo. Nigeria no tiene ese jugador capaz de armar jugadas cerca del área contraria con continuidad para desarbolar una zaga como la uruguaya. Sólo lo hizo una vez: la acción del gol de Obi Mikel.

y 10.- Uruguay se limitó a seguir su manual de aguantar un resultado con oficio, intensidad, agresividad, faltas tácticas y rigor defensivo para sumar tres puntos que le colocan en muy buena situación para meterse en semifinales. Una victoria ante Tahití y otra de España ante Nigeria dará con los huesos de los de Tabárez entre los cuatro mejores.