Vicente Guaita
Es uno de los porteros más prometedores del fútbol español. A sus 26 años (que cumplió ayer 18 de marzo) defiende con frecuencia la portería del Valencia por tercera temporada consecutiva. No fue fácil su llegada a la élite, dadas las dudas que dejó en sus primeros partidos, su posterior vuelta al filial y cesión al Recreativo de Huelva. Fue ahí donde empezó a avistarse a un jugador de élite, dado que se alzó con el Zamora en Segunda División. Posteriormente retornaría al conjunto che, donde, desde entonces, ha competido duramente por un puesto, primero con César y luego con Diego Alves.
Esta alternancia en la titularidad ha marcado claramente su evolución. Ni Emery, ni Pellegrino ni ahora Valverde se han decantado claramente por uno u otro, probablemente a causa de órdenes presidenciales. Y es que la situación económica del Valencia es pésima y obliga a que los jugadores con potencial atractivo en el mercado tengan una participación elevada. Ello ha provocado que Guaita en ningún momento haya sido indiscutible como titular ni como suplente, que no haya jugado más de 30 partidos pero tampoco menos de 25 y que siempre haya tenido competencia.
Sus cualidades como portero son fantásticas. Domina el juego aéreo, tiene grandes reflejos, buena colocación y no presenta déficits graves. Ello le ha valido para firmar actuaciones memorables, especialmente frente a grandes equipos. Sin embargo, esta temporada ha sucedido al contrario. Su nivel era excelso hasta que en la ida de la eliminatoria frente al PSG firmó una muy mala actuación. Insuficiente en cualquier caso para extraer conclusiones, pero no para rebajar la frecuencia con la que se relacionaba su nombre con grandes clubes.
Con Valdés seguramente fuera del Barça la próxima temporada y el previsible relevo generacional en la selección tras el Mundial (sugerido por el propio Casillas), se buscan nuevos porteros para grandes porterías, y pocos hay con tan buenas cualidades como Vicente Guaita. En el Barça, el conocimiento de los dos idiomas predominantes en el vestuario, su buen uno contra uno y el no destacar negativamente en el juego de pies le convierten en una opción clara, más si cabe dado que su precio no sería excesivo y que no se encuentra satisfecho en la actualidad al no ser titular indiscutible. En cuanto a la selección, es, junto a De Gea y Rubén Fernández, el principal candidato menor de 30 años, además de ser, probablemente, el más completo de los tres.
Para tratar de hacernos una idea sobre la idoneidad de su fichaje (o convocatoria), analizamos en profundidad su trayectoria, sus cualidades como portero divididas en diez áreas, su posible adaptación a los destinos más plausibles y charlamos con Óscar Fernández, su último entrenador antes de dar el salto al primer equipo y una de los profesionales que mejor le conocen. Acceso.
* Rafael León Alemany.
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