Vestidas de Romeo

por FRAN MORENO el 14 noviembre, 2013 • 11:53

¿Se acuerdan de ese joven enamoradizo que se llamaba Romeo y el cual vivió con mucha pasión su romance con Julieta? Ellas son unas Romeo, ni el 3-0 de la ida ha hecho que las blaugranas bajen el listón competitivo y de una manera sólida, madura y serena han vuelto a tumbar al Zürich, que ha visto como ha sufrido un huracán de 180 minutos encajando hasta seis goles.

Si echamos la vista atrás, nos vamos a ese partido contra el Arsenal. Un Barça inspirado en los primeros 25 minutos que se derrumbó tras un córner inglés. Era su primera participación en Champions y sirvió para que en estos recientes tres días se haya conseguido este nivel futbolístico y competitivo. Con la frialdad de una veterana y el amor apasionado de una joven se han plantado entre la ochos mejores de Europa.

Noventa minutos muy plácidos, con la tranquilidad del abultado resultado de ida ante un Zürich que solo quería que pasaran muy rápido, sin creer en ningún momento en una remontada que ni con el autogol de Marta Torrejón se ha visto cualquier atisbo de sufrimiento, a pesar de que la primera media hora le costó al Barça entrar. El frío invernal suizo y el marcador de la ida hacían que las de Xavi Llorens no tuviesen la misma tensión que hace tres días. A eso ayudaba, unas helvéticas que no han puesto en apuros al Barça. Tanto Esther como dos colosales Marta Torrejón y Ruth han conseguido de manera fantástica parar el juego directo por el que había apostado el Zürich buscando un error blaugrana más que un acierto propio.

El autogol de Marta Torrejón despertó a las blaugranas. Una primera media hora fría y que necesitaba una marcha más para sentenciar y no darle vida alguna a un púgil debilitado y demasiado indolente. El susto de Vicky Losada tras sufrir un mal movimiento en la rodilla había dejado aún más helado al Barça. Pero ese grado de madurez adquirido apareció y de un plumazo acabó con la eliminatoria. De la manera más sorprendente empató el choque. Alexia bota una serie de córners de manera consecutiva y en el último de ellos, al segundo palo, se produce una indecisión entre portera y defensa suiza, donde aparece Ruth, la única jugadora entre las cuatro que se encontraba que de verdad quiso atacar el balón. Como la lista de la clase, robó la cartera y dejó el pase a cuartos finiquitado.

Ya no hubo más partido y Llorens evitó más sustos y antes del descanso tenía a Vicky sentada. No hacía faltar arriesgar en una eliminatoria que, con total merecimiento, tenía el trabajo hecho en 135 minutos. No necesitaron ni los 180 para que el Zürich quedara totalmente noqueado. Si el Mini Estadi se hizo una tortura, su estadio las acabó de rematar.

Los últimos 45 minutos se han jugado a un ritmo de atasco propio de vuelta de vacaciones. Los dos equipos querían que el choque acabase, más aún las locales que desde el segundo 50 del domingo no paraban el amor de un Romeo que vive uno de sus mejores momentos. Llorens dio minutos a las menos habituales y sentó a Marta Unzúe y Corredera, además del descanso para Virginia y solo una parte de Sonia. Todo estaba sentencindo y solo quedaba que pasaran los últimos minutos evitando cualquier tipo de lesión y que las menos habituales aprovecharan y disfrutaran de estos minutos europeos.

Romeo se despidió de Suiza con otros goles de una bella factura, como su amor en esta eliminatoria. El segundo comenzado por un pase magistral de Ruth hacia una Alexia que la controla de manera suave, sublime con el exterior y se la deja a una Corredera que ha controlado con el pecho y ha puesto con una serenidad espectacular su segundo gol europeo. El vértigo de la egarense quedaba congelado con la pausa de su control de pecho. Y la puntilla la daba la serbia Cankovic. Nueva en estas aventuras, pero que tanto le ha gustado sumarse a la fiesta del gol. Sonia se lo dio para que recortase a la defensora del Zürich y colocara un 1-3 que machacaba y mataba a las helvéticas.

De un año a otro, las lecciones en las derrotas han servido para que las blaugranas sean más fuertes mentalmente y mucho más maduras. Jugando una eliminatoria de sobresaliente, eligiendo cada momento y ritmo de los partidos. Han disfrutado, lo han saboreado y se encuentran entre las ocho mejores de Europa. Han sido unas Romeo que cada día enamoran a más Julietas.