A pesar de las fechas en las que estamos, con la Navidad a la vuelta de la esquina, no corren buenos tiempos para Vallecas si de fútbol queremos hablar.
Desde aquella victoria importantísima en Vigo ante el Celta, los de Paco Jémez han conseguido un punto de nueve en juego –in extremis en el Benito Villamarín– y, lo que es más preocupante, ocho goles en contra entre esos tres partidos. Un bagaje pobre y lejano al necesario para mantenerse en la máxima categoría del fútbol español.
Tras la derrota en la última jornada ante el Granada en casa, Paco Jémez ha empezado a mostrarse claro con el devenir el equipo: «Cada partido que no ganamos es una oportunidad perdida». La realidad que asuela la actualidad franjirroja es esa. Pasado el primer tercio de liga, la primera vuelta está a punto de tocar a su fin y los resultados del Rayo Vallecano no son esperanzadores para el aficionado, fiel como ningún otro de los que sigue creyendo en los suyos, aunque cada vez resulte más complicado.
El partido entre el Granada y el Rayo en el Estadio de Vallecas fue especialmente doloroso. Primero, por dejar escapar tres puntos que fueron a parar a un rival directo por la permanencia, y segundo, por la presencia de Piti, capitán y jefe rayista en las últimas temporadas, en el equipo andaluz. Un 0-2 que poco tuvo que ver con lo que se vio sobre el campo.
«No puedes estar contento después de perder un partido. Más allá de la sensación que deja el partido, creo que hemos tenido ocasiones más que suficientes para ganar. Estamos buscando los partidos con demasiada ansia». Así definía Paco Jémez un encuentro marcado por la expulsión en el minuto 42 de Nacho que dejaba con toda la segunda parte al Rayo Vallecano en inferioridad numérica. Una inferioridad de la que se aprovechó el Granada para hacer daño «casi sin querer», según el entrenador rayista.
El que perdona, acaba pagando. Y en esas están en Vallecas, donde siguen sin encontrar la fórmula para levantar resultados adversos. «Estamos dejando pasar muchas oportunidades, y salvo que otros equipos dejen pasar más oportunidades que tú, al final lo pagas. O rezas todo lo que sea para que haya tres equipos que dejen pasar más oportunidades que tú o estas jodido». Y por ahí, por lo que habla Paco, pasa el futuro inmediato de la institución.
Eso y comenzar a cambiar el guión de lo que va temporada. 38 goles en contra y solo 15 a favor es una estadística esclarecedora de dónde se encuentra el Rayo Vallecano y por qué. Muchos errores defensivos que han costado puntos y muy poca pegada arriba están siendo suficientes para mantener a un equipo que trata bien el balón en las profundidades de la clasificación.
Pese a todo, el entrenador andaluz se muestra confiado en el potencial de sus chicos y ha decidido que el estilo es innegociable: «Simplemente intentamos hacer lo que mejor sabemos hacer. Jugar a otra cosa nos cuesta más. El equipo es valiente, muy valiente, porque cuando las cosas no llegan lo más fácil es buscar el recurso más sencillo, que puede ser dar un pelotazo arriba. También tenemos ese recurso, pero mis jugadores hacen lo más difícil en las situaciones más complicadas. Saben que el equipo puede hacer más cosas aunque no se esté traduciendo en puntos».
El Rayo, debido a su posición de equipo de media tabla para abajo, no puede permitirse darle al rival la opción de atacarle más de lo que lo hace. Más aún si nos atenemos al número de goles encajados. Defenderse con la posesión del balón resulta indispensable. Pero sea con ese recurso o con otro, si el buen juego no empieza a traducirse ya en puntos el susto puede transformarse en una cruda realidad muy, muy difícil de evitar.
* Imanol Echegaray García es co-autor de InterSportMagazine.com
– Foto: EFE
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