1.- Gran partido del Valencia, billete para las semifinales y triunfo personal de su técnico, Unai Emery. No me refiero a la relación del técnico con su vestuario, ni con su afición; me refiero a que es muy difícil conseguir que un equipo plasme en el terreno de juego todo lo que su entrenador diseña en la pizarra. El Valencia ha goleado al AZ haciendo un partido perfecto en defensa, en ataque, y en las jugadas de estrategia. Para un técnico tan metódico como Unai, me parece un triunfo absoluto.
2.- Equilibrio como propuesta. Hay muchas formas diferentes de jugar al fútbol y todas válidas, pero cuando un equipo sale al campo con cada jugador en su puesto natural, ya tiene mucho ganado. El Valencia hoy ha tenido dos laterales, Antonio Barragán y Jéremy Mathieu, capaces de doblar a dos extremos que juegan a favor de pierna, Sofiane Feghouli y Jordi Alba. Un central marcador, Ricardo Costa, y uno que actúa más de libre, Adil Rami. Un medio del campo equilibrado, con un futbolista de mucho trabajo, Mehmet Topal, y otro de trabajo, pero con más llegada y mejor disparo, Tino Costa. Un segundo punta capaz ser el apoyo de ambas bandas y de los medios, según interese, como Jonas, y un nueve de área, Roberto Soldado. Si a esta propuesta equilibrada se le añade intensidad, orden y sacrificio defensivo, es complicado que no salga un buen partido.
3.- El AZ sin respuesta. El conjunto holandés es un buen equipo. Con una defensa algo lenta, buenos centrocampistas, como el sueco Elm (todo el partido jugando muy retrasado), jugadores creativos como Martens y el joven Maher y la potencia arriba del estadounidense Jozy Altidore. Durante todo el primer tiempo, los jugadores del AZ no han encontrado ni un resquicio para penetrar el 4-2-3-1 con el que se colocaba el Valencia en fase defensiva. Martens y Maher, jugadores muy peligrosos, casi siempre han recibido de espaldas, obligados a ceder la pelota atrás, o perdiéndola enseguida. Otro de los peligros del AZ son las subidas del lateral izquierdo danés, Simon Poulsen, que será titular con Dinamarca en la Eurocopa. El magnífico trabajo defensivo de la pareja Barragán-Feghouli, más el apoyo de uno de los mediocentros, haciendo la cobertura, ha impedido que se proyectara en ataque.
4.- La estrategia a balón parado, clave para asentar el equipo. Dos jugadas de la pizarra de Emery han concluido con los dos primeros goles del Valencia antes del minuto 20, clave para afrontar el resto del encuentro. Misma secuencia: córner a favor en banda derecha y saque en corto. En el primero, balón atrás para que los centrales pierdan su sitio de cara y no puedan despejar, centro con la rosca hacia fuera de Feghouli y entrada desde atrás, de esa fuerza de la naturaleza que es Adil Rami, para marcar de cabeza. En el segundo, toque en corto, centro cerrado de Tino Costa para que peine Soldado hacia el segundo palo, y de nuevo Rami, libre de marca, remata con el pie y pone el segundo gol en el marcador a placer. El objetivo de ambas acciones, descolocar a dos centrales y que pierdan la batalla en el juego aéreo, Moisander y Viergever. Misión cumplida.
5.- Extremos jugando a favor de pierna. En el fútbol moderno cada vez es más difícil ver equipos que jueguen con dos extremos. Como máximo, los técnicos ponen a uno y casi siempre a pierna cambiada. El motivo: que no lleguen a línea de fondo y favorecer el repliegue defensivo. Pues hoy el Valencia ha jugado con dos extremos, un diestro por la derecha y un zurdo por la izquierda. No sólo eso, sino que ambos laterales, un diestro en la derecha y un zurdo en la izquierda, les podían doblar. Todo ello bien administrado por los medios, por Jonas en la media punta (después por Parejo) y teniendo como referencia a Soldado, da como resultado un equipo alegre, que alterna juego por dentro y por fuera, con llegada a la línea de fondo y con remate. Eso ha sido el Valencia ante el AZ.
6.- Jordi Alba, una magnífica aparición. Jordi Alba alterna partidos como lateral y partidos como extremo. La banda izquierda está muy trabajada por Unai. En algunas ocasiones, con la defensa como objetivo (por ejemplo, cuando le pone por detrás y a Mathieu por delante, cuando se enfrenta al Barça y en particular a Dani Alves) y, en otras ocasiones, para favorecer el ataque. Hoy ha vuelto loco a Marcellis, lateral derecho del AZ. Ha ejecutado el tercer gol, llegando a empujar un balón que venía por la banda derecha. Además ha llegado a línea de fondo para ceder la pelota atrás y que Pablo Hernández (que ha salido por Feghouli en la segunda parte) pusiera el cuarto. Su aparición me recuerda mucho a la de Sergi Barjuán en los comienzos del año 94 en el Barça. En seis meses era lateral izquierdo titular del Barcelona y de la selección española en el Mundial de EEUU.
7.- Pasillos de seguridad. Siempre me llamó la atención esa frase de Luis Aragonés. El Sabio de Hortaleza siempre ha dicho que un gran equipo debe contar con un gran pasillo de seguridad. El del Valencia hoy ha sido: Rami (jerarquía), Topal (orden) y Tino Costa (acierto en el toque, presencia y despliegue). El del AZ ha sido: Moisander-Viergever (han estado lentos y perdiendo el sitio) y Elm, un buen mediocentro que no ha tenido su día (muy retrasado, demasiado cerca de los centrales, con poca presencia en el juego).
y 8.- Reflexión final. Me encanta Unai Emery como técnico. Viendo a su equipo en el campo se sabía lo que había diseñado en el vestuario. No siempre será así, pero es muy complicado ver un partido tan perfecto como el que el Valencia ha hecho hoy ante el AZ. Se presenta una semifinal apasionante ante el Atlético de Madrid.
– Foto: Valencia CF
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