Una victoria de campeón

por RAFAEL LEON el 29 marzo, 2014 • 18:12

1.- Con permiso de la visita del Atlético al Camp Nou en la última jornada, el Barça se enfrentaba al partido más difícil de lo que queda de liga. Y, mediante compromiso, tenacidad y buena parte del juego que las circunstancias le han permitido desarrollar, ha sabido resolverlo con justicia.

2.- Los primeros veinte minutos han sido magníficos. El Espanyol salió a buscar al Barça arriba, y pese a su enorme grado de intensidad y agresividad, se veía constantemente superado. Todo empezaba por Pinto, a causa de un detalle curioso que merece la pena resaltar. En las dos últimas temporadas, el portero ha pasado a tener por instrucción despejar en lugar de arriesgar demasiado jugando en corto. Sin embargo, el gaditano es malo en el despeje y bueno en el pase corto, lo que conlleva que el riesgo de que despeje sea también alto. Por ello, el equipo sale jugando en corto, y a partir de ahí empieza a reconocerse.

3.- Tras el escalón de unos centrales que siguen sin recuperar en esta faceta la jerarquía de antaño, llega el imperial Sergio Busquets. Los regates y maniobras que ha efectuado para superar la presión rival hoy superan todo límite lógico y estético, además de su enorme valor práctico.

4.- Y tras él, un Xavi Hernández que está en el mejor momento de los dos últimos años. Lejos del mejor momento de su carrera, sí, pero no por ello dejan de ser palabras mayores. Si el equipo jugara siempre para él como antaño, se percibiría en toda su magnitud. Como no es así, en las fases donde le encuentran se encarga de demostrar la grandeza que le queda para todo aquel que quiera percibirla. Martino llegó a Barcelona con fama de sacar lo mejor de jugadores veteranos, y este caso va camino de justificarla.

5.- Siendo presionado y siendo capaz de superar la presión, el Barça llegaba y tenía ocasiones. Hasta cinco claras contó en esos primeros fantásticos veinte minutos. Pero la intensidad defensiva del Espanyol, así como la excelente colocación de su portero, obligaban a ejecuciones demasiado veloces y forzadas como para poder precisar.

6.- Aun así, lo normal habría sido que el Barça se adelantara. Pero no lo hizo, y el juego entre agresivo y violento de su rival tampoco le acarreaba tarjetas por la condescendencia arbitral, lo que llevó a que los blanquiazules no pagaran peaje alguno por la fase en la que habían sido ampliamente superados. Y el juego tendió a nivelarse entre constantes interrupciones y balones divididos.

7.- Siempre se puede hacer algo más teniendo lo que tiene el Barça, claro, pero hoy estaba superando claramente a un rival complicado en su propio estadio, lo cual es una novedad. Por eso no parece justo hacer grandes reproches, más allá de que se echa en falta que Cesc se acerque a Messi en lugar de alejarse tanto que casi se nos ha olvidado aquella magnífica sociedad que vimos en los dos cursos anteriores. O que, en un día en que los extremos casi siempre se veían obligados a recibir de espaldas y ser golpeados o agarrados, Alexis tardara tanto en participar pese a ser el mejor dotado para estas lides.

8.- No obstante, en ningún momento el partido se escapó del guión previsto por Martino. Buena muestra de ello es que en el descanso ordenara tomar menos riesgos (que Pinto despejara si tenía espacio y tiempo para hacerlo, por ejemplo) para evitar que se repitiera alguna de las escasos aunque meritorios contragolpes protagonizados por el equipo de Aguirre en la primera mitad. El técnico argentino estaba convencido de que el gol de la victoria acabaría llegando, y así fue.

y 9.- Pese a la dudosa continuidad de los mejores momentos de forma culé por la ausencia de un gran entramado táctico que los sostenga, es indudable que en el momento más importante de la temporada ha conseguido encontrar uno de ellos. Sustentado en excelentes estados de forma individuales y una actitud encomiable desde que pasó lo que pasó en Valladolid, el Barça da el segundo pase de gigante hacia el título en una semana. Hoy, en concreto, con una victoria que no solo es de campeón por el resultado, sino también por la imagen mostrada.