1.- El Atlético no solo gana finales, sino que las descuenta. A estas alturas de la temporada cada partido es un problema y en ocasiones hasta un martirio. Es tanta la tensión por lo que hay en juego que casi sin recibir ocasiones pareces estar al borde del infarto.
2.- Es lo que tiene un campeonato en el que nadie puede fallar. Los de arriba tienen la sensación de que dejarse un empate es algo ya imposible de recuperar. Manejar un cúmulo de sensaciones tan extremas es el primer secreto en el que se va a apoyar el ganador final.
3.- A Simeone le acusaban de no rotar y ha terminado haciéndolo en el momento clave. Es difícil saber si se trata de obligación o de convicción, pero lo que sí parece es saludable. El equipo necesita piernas frescas para esfuerzos extremos, y frente al Villarreal entraron cinco que no jugaron en Barcelona.
4.- Uno de ellos es el que siempre presiona, el que siempre está y el que siempre marca. Raúl García es un valor seguro para Simeone. Su rendimiento ha obligado al argentino a cambiar su etiqueta de jugador doce por la de titularísimo. Ejemplo de un entrenador que pone nombres. El navarro se lo devolvió con otro gol valorado en tres puntos.
5.- Muchos se esfuerzan en buscar similitudes entre el equipo del doblete y el actual. El balón parado es una de las pocas que yo encuentro. Aquel equipo exprimía esas acciones tanto como lo hace el presente. No necesita jugar bien porque en todos los partidos aparece un balón detenido que puede cambiarlo todo.
6.- No era un partido cómodo; cualquiera es susceptible de pinchazo y más situándose en mitad de una eliminatoria de Champions devastadora para el físico y la mente. Si además no tienes a Gabi, Diego Costa y Arda Turan, todavía da más miedo. Por fortuna para el Atleti, el Villarreal tampoco tenía a Giovani dos Santos y Óliver Torres entre otros.
7.- He escuchado ciertas críticas a Diego con dolor de oídos. Su llegada coincidió con un momento valle del Atlético, y era fácil buscar desesperadamente qué es lo que había diferente. Semejante análisis puede hacerlo un aficionado, pero cualquier analista que conozca el talento del brasileño debe ser incapaz de encontrar nada negativo en su fichaje.
8.- La baja de Diego Costa fue un problema. Según pasaba el partido, el Atlético bajó el físico y fue hundiéndose hacia su área. En esos momentos suele aprovechar para que Diego Costa se lo pase en grande corriendo por todo el campo. Sin él, perdió la opción del contragolpe y no le quedó otra opción que defender todo lo que le llegaba.
9.- Es asombrosa la capacidad de sufrimiento que tiene este equipo. Por muy largos que se le hagan los partidos es capaz de resistir con una dureza mental extrema. Puede defender al Barcelona cuarenta minutos sin salir de su campo y también le ha tocado chocar contra cada una de las embestidas del Villarreal.
10.- Hace unos años, el pie de Alderweireld hubiera golpeado hacia otro lugar. Era el perfecto gol del equipo infortunado que recibe un castigo doloroso. Ahora todo ha cambiado. La pelota fue adonde debía ir y el reloj, también. El líder lo sigue siendo.
y 11.- Al Atleti le quedan cinco días para afrontar el partido más emocionante de su reciente historia. Le esperan las semifinales de la Champions, pero también le espera el Barca. Pensar en un Barcelona sin marcar en noventa eternos minutos suena raro. Si hay alguien capaz de apretar los dientes como si no hubiera un mañana, ese es el equipo rojiblanco. El miércoles se sabrá quién puede más, pero lo que ya se sabe es que el Calderón vivirá una noche inolvidable.
* Alberto Pérez es periodista.
– Foto: Ángel Gutiérrez (Atlético de Madrid)
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