"Lo que equilibra a un equipo es la pelota. Pierde muchas y serás un equipo desequilibrado". Johan Cruyff
Copa del Rey 2012-2013 / Fútbol 2012-2013 / Fútbol
1.- Jugar tres partidos seguidos contra un mismo rival no es plato de buen gusto para ningún equipo. Todo se complica más cuando el adversario es el Real Madrid con el orgullo herido y prácticamente desahuciado en la Liga. Mientras esperan a que se reanude la Champions League, los blancos han encontrado en la Copa del Rey la vía de escape ideal para sus frustraciones y una buena manera de desengrasar el juego rápido y vertiginoso que les solía caracterizar. En la ida, el Valencia saltó al Santiago Bernabéu con carácter: Valverde puso a jugar a los que mejor saben mover el balón y el resultado fue un dominio bastante claro en diferentes fases del encuentro, pero Jonas falló lo imperdonable y a la contra el Madrid comenzó a reconocerse a sí mismo.
2.- En la Liga fue otro cantar. Como contexto, cabe recordar que el Barcelona perdió su primer partido en la competición doméstica y, aunque fuera solo por no quedar en evidencia, el Madrid estaba obligado a ganar en Mestalla para acercarse a la utopía liguera. El Valencia fue el gran damnificado de la carambola. Salieron los de Valverde crecidos al césped de Mestalla y el Txingurri tuvo que reconocer su claro error en rueda de prensa; un varapalo injusto para un entrenador que desde que ha llegado a Mestalla solo ha tomado decisiones coherentes. Animados por el buen juego de la Copa, planteó un partido abierto, competido, con espacios en la retaguardia y un coladero en el lateral de Ricardo Costa. Alonso secó a Banega y el Real Madrid, gestionado por su calidad y por los automatismos de épocas menos convulsas, arrasó a los che en apenas 45 minutos. Les sobró toda la segunda parte.
3.- Tercer acto de la historia: un Valencia competitivo y un Real Madrid serio y copero, aguantando el empate hasta con nueve jugadores y recuperando autoestima. Mourinho sabe que la Copa puede ser la bola extra si salen mal las cosas contra el Manchester United –aunque llegados a ese extremo nada podría salvar el balance–. El portugués no reservó esfuerzos: el mismo equipo que apabulló el domingo pero con Benzema en la delantera. La defensa liderada por Varane y Albiol, a pesar de ser teóricamente una opción poco común, sigue dando buenas sensaciones: solo han encajado un gol en los últimos cinco partidos. En los locales, con Albelda lesionado y Gago fuera de la convocatoria por falta de ritmo –y en parte como castigo por su anterior encuentro–, Valverde optó por probar al inseguro central Víctor Ruiz como pivote junto a Tino Costa. Una medular rocosa y bien protegida por volantes creativos como Guardado y Jonathan Viera.
4.- El juego del Real Madrid en la primera parte funcionó a impulsos, con momentos de inspiración y sobre todo mucha colocación. No tomaron riesgos, manteniéndose siempre al resguardo de un gran Xabi Alonso, que ha sido el gran punto de apoyo de su equipo en estos tres encuentros. A través de sus botas nació la primera ocasión. Una jugada que ya pudimos ver en el pasado partido de Liga: Alonso filtra un pase en la banda derecha, Cristiano se planta frente al portero y define al palo corto; en esta ocasión, Guaita no murió por su lado como hizo Alves.
5.- El Valencia tenía aún fresco el trauma del 0-5 y Ernesto Valverde protegió a su equipo. No planteó un duelo suicida en busca de la remontada; juntó líneas y no fue a buscar al rival tan arriba. No funcionó mal Víctor Ruiz como stopper, después de haber decepcionado en la zaga. El Valencia se hizo con la posesión, pero solo creaba peligro a balón parado. Un juego teóricamente fácil de contrarrestar, pero el equipo de Mourinho sigue teniendo psicosis con estas jugadas.
6.- En el enésimo córner peligroso, Iker Casillas debió volver a pensar eso de que a veces se tiene al enemigo en casa. No fue Mourinho con sus castigos ejemplares, sino Arbeloa, que de manera totalmente involuntaria pateó la mano izquierda de su arquero. Salió Adán hecho un flan al campo. Aunque no está falto de forma, las guerras internas no están ayudando demasiado al canterano. A falta de confirmarse la gravedad de la lesión de Casillas, Mourinho debería estar preocupado si el mejor portero de su plantilla no puede jugar el duelo vital contra el Manchester. [En la mañana del jueves se ha confirmado la fractura de metacarpiano en la mano izquierda, con un diagnóstico no inferior a las 6 semanas de baja].
7.- Cada vez que el Valencia perdía un balón o no acababa las jugadas, se le veían las costuras. Un equipo remendado que cuando tenía que correr hacia atrás daba muestras de vulnerabilidad. El Madrid salía lanzado con Alonso y Khedira, que sigue progresando y cada vez aporta más al juego de su equipo. Al final la red se deshizo y el omnipresente donostiarra partió al Valencia con un pase que habilitó a Benzema para marcar el primero. Como en los episodios anteriores, Ricardo Costa midió mal y costó un gol a su equipo.
8.- La segunda parte pudo ser una odisea desesperada de los valencianistas de no ser por Coentrão y Adán. El portugués se ganó la expulsión con una mano al borde del área, después el canterano se tragó el tiro raso de Tino Costa, que pasó por un bosque de piernas antes de colarse entre sus brazos. Un fallo que deja en evidencia las rotaciones de Mourinho en la portería madridista. Tras 230 interminables minutos, el Valencia consiguió marcar un gol al Madrid.
9.- Con Banega en el campo y contra diez, el Valencia tuvo más profundidad y presencia en el área, pero también se echó de menos el olfato de Soldado. El Real Madrid recupera sensaciones también en los momentos complicados: con uno menos, renunciaron a la posesión, esperaron con una línea de cinco atrás y el resto se lanzó en sprint hacia la portería de Guaita. Como en los últimos partidos, el mejor velocista y el primero en llegar a todas fue Di María, que sigue dando síntomas de rehabilitación.
10.- En los minutos finales, el Valencia buscó cerrar este ciclo al menos con una victoria, pero empezaron a buscar atajos en su juego a través del pase largo. La buena noticia es que reapareció Sergio Canales después de su doble lesión de ligamentos en la rodilla, una incorporación que puede ser vital para un equipo tan falto de ideas. Con el primer esférico que tocó rompió líneas, algo que se agradece en el juego demasiado plano de su equipo. El Real Madrid sobrevivía con suficiencia y Mourinho reforzó el equipo dando entrada a Modric. El encuentro se calentó en los minutos finales, con los locales buscando dar un motivo para sonreír a su afición y con Di Maria dando una coz a Pereira que le costó la expulsión.
y 11.- El tercer partido de la serie no termina de dejar contento a ninguno de los dos equipos. Los de Valverde, dejando al margen la Liga, han plantado cara en la eliminatoria copera, pero no han estado cerca de clasificarse en ningún momento. El Real Madrid jugará la semifinal contra el Barcelona o el Málaga, pero no podrá contar con los expulsados Coentrão y Di María. Pero más deberá preocuparle a Mourinho la mano de Casillas, baja definitiva.
*Alex Argelés es periodista.
– Foto: Helios de la Rubia (Real Madrid)
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