Un tanteo mínimo a la espera de la Europa League
La Fiorentina visitaba el Juventus Stadium con la intención de atacar los puestos de Champions League en la previa del duelo del jueves en octavos de final de la Europa League que disputarán ambos equipos. Ninguno disponía de su regista más importante, Pirlo y Borja Valero, lo que dejaba un encuentro sin director de orquesta, algo caótico en el control.
Antonio Conte decidió disponer su once habitual, con la entrada de Marchisio por el sancionado Pirlo, haciendo las labores de elaboración. Ogbonna también entró en la terna de zagueros. Los bianconeri concentrarían su juego por los costados, basculando de un lado a otro por medio de Lichtsteiner y Asamoah, imprescindibles en el esquema. Vincezo Montella apostó por un once ofensivo, con dos costados que buscarían a Mario Gómez como isleta en el área. Vargas y Cuadrado otorgarían profundidad, resguardados por Pizarro, Anderson y Aquilani en la medular del campo.
El partido comenzó con un claro dominio de la Juventus que se prolongó durante los primeros cuarnetaicinco minutos. Los locales ejercían su rol de anfitriones, aunque sin dar mucha importancia a la medular del campo. No gozaban de la pausa de Pirlo, sustituido por un Marchisio que abogaba por darle más dinamismo al juego. Pogba y Vidal liberaban más a los carrileros, que llegaban con facilidad al área. Prueba de ello fue la internada de Asamoah al término de la primera mitad, tras meterse por el pico del área viola y zafarse de dos rivales con un excelente detalle técnico. El golpeo al palo largo de Neto fue la puntilla a la mejor acción.
La Fiorentina necesitaba cambios en la segunda mitad. Pasqual y Gonzalo Rodríguez aguantaban el empuje de Tévez y Llorente, y el centro del campo no servía de nexo para los costados y Mario Gómez, que veía en sus condiciones un leve recurso para hacer mella. El técnico viola realizó tres cambios con vistas a revolucionar a su favor el partido: Mati Fernández, Wokski y Matos suplieron a Anderson, Pizarro y Mario Gómez.
El chileno y el polaco otorgaron más creatividad a Aquilani, dejando un poco de lado la exigencia defensiva. El juego se debía de proyectar en el campo bianconero. Por su parte, Matos otorgó dinamismo a la punta de la lanza, teniendo la mejor ocasión del encuentro tras un disparo al travesaño. Durante los últimos diez minutos del encuentro, el equipo local notó el desgaste físico empleado.
Finalmente, el equipo de Antonio Conte se libró del empate, llevándose la primera batalla en una guerra de tres etapas que tendrá con la Fiorentina. A su vez, la Juventus continúa su periplo de sentenciar cuanto antes la Serie A para centrarse con más intensidad el objetivo europeo. Al otro lado del campo, la Fiorentina podría haber visto su última oportunidad de acercarse al Nápoles, que podría alejarse tres puntos más y dejar una ventaja de diez con respecto al cuarto.
Este marcador resuelto por la mínima sirve de precedente para lo que nos espera el próximo jueves en la Europa League, donde ambos conjuntos ya saben lo que es enfrentarse en esa competición tras aquella final de 1990.
* Guillermo González es periodista.
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