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Concluida la primera parte de la temporada 2015-2016, resulta sugerente observar algunos datos acerca del Bayern de Múnich porque dibujan un retrato bastante preciso del equipo de Pep Guardiola, que ha jugado 27 partidos con el siguiente balance.
23 victorias, 2 empates, 2 derrotas, 73 goles a favor y 14 goles recibidos. Los promedios son: 85,2 % de victorias (que en Bundesliga alcanza el 88,2 % y en Champions League es del 83,3 %); 2,7 goles a favor por partido y 0,5 en contra, alcanzando 3,17 goles favorables como media en los partidos de Champions.
Todo ello arroja un balance provisional para Guardiola de 135 partidos dirigidos hasta la fecha con el campeón de Múnich, con 103 victorias, 15 empates, 17 derrotas, 346 goles a favor (2,56) y 94 recibidos (0,7), y un promedio de triunfos del 76,3 %.
En este primer tramo de la temporada, cuatro jugadores superan los 2000 minutos disputados: Neuer (2250), Lewandowski (2111), Lahm (2067) y Müller (2005). Muy cerca figura Boateng, con 1975 pese a sufrir un partido de sanción. Y bastante próximos están Vidal (1732), Alaba (1717), Alonso (1702) y Costa (1687). Los jugadores con mayor número de partidos disputados son Lewandowski y Müller, ambos con 26: Müller no jugó en Copa contra el Nöttingen en agosto y Lewandowski no lo hizo ante el Darmstadt en septiembre a causa de un golpe en el pie sufrido en el partido anterior. Precisamente desde el 26 de septiembre, Lewandowski ha sido titular en las alineaciones de todos los partidos del Bayern, en total 18 partidos consecutivos, de los que ha jugado todos los minutos excepto tres mínimas sustituciones que en total suman 68 minutos. Si se añaden los tres partidos que jugó con la selección de Polonia en dicho período, el delantero del Bayern acumula 21 partidos consecutivos sin reposo, una cifra fuera de normas. Desde agosto ha marcado 29 goles, en tanto Müller ha logrado 25. Por su parte, Manuel Neuer ha disputado íntegros 25 de los 27 partidos, siendo Sven Ulreich quien ha jugado los dos restantes. Con solo 19 años de edad, Kingsley Coman ha sido titular en 11 de los últimos 13 partidos. Cinco jugadores no se han perdido ningún partido por lesión: Neuer, Rafinha, Müller, Boateng y Xabi Alonso, aunque los dos últimos han sufrido golpes y contusiones que limitaron en algunos casos su presencia.
Desde el punto de vista táctico, estos cinco meses de competición se han caracterizado por tres etapas bien diferenciadas: en la primera, desde el 1 de agosto hasta finales de septiembre (10 partidos), exigió de Guardiola unos planteamientos bastante ortodoxos en el juego: ni Javi Martínez ni Badstuber estaban disponibles, Robben se lesionó con su selección y Coman no llegó hasta septiembre. El entrenador tuvo que recurrir a David Alaba como defensa central y empleó módulos de juego moderados que pretendían generar un gran desgaste inicial de los rivales.
La segunda etapa táctica se inició a finales de septiembre y duró hasta el 24 de noviembre (11 partidos), cuando cayeron lesionados Douglas Costa, Robben (ambos con problemas musculares) y Alaba (a causa de la entrada de un rival, que le lastimó el tobillo). Esta fase se caracterizó por el empleo masivo de delanteros en la alineación (4 o 5 según el oponente), hasta el punto que en no menos de tres partidos Pep usó el módulo 2-3-5 [“La Pirámide”] y en compromisos como la visita a Wolfsburg o el enfrentamiento contra el Arsenal empleó el 2-4-4. Fue un período de grandes goleadas en el que destacó de manera poderosa la conexión constante del tándem Müller-Lewandowski.
Las mencionadas lesiones dieron paso a la tercera etapa táctica, que ocupó desde el 24 de noviembre hasta el último enfrentamiento del año (6 encuentros), donde Guardiola tuvo que regresar a propuestas muy moderadas y separar a sus dos delanteros centros vista la falta de efectivos. Dado que no podía atacar de forma masiva ante la carencia de extremos puros optó por fortalecer de manera primordial la organización defensiva, a fin de concluir el año sin perder la ventaja adquirida sobre el Borussia Dortmund, ventaja que de hecho se incrementó hasta los 8 puntos vigentes.
Las cifras de goles marcados y recibidos dibujan de forma evidente estas tres etapas mencionadas, mostrando la gran influencia que las propuestas tácticas elegidas pueden tener en la consecución de los resultados. Así, vemos que en la primera etapa de la temporada (10 partidos) en la que Pep propuso un juego ortodoxo en busca del desgaste del oponente, el Bayern marcó 7 goles en los primeros tiempos y 23 en los segundos, encajando 4 goles en las primeras mitades y solo uno en las segundas (en diez segundas partes…). Son cifras contundentes: a partir de un esquema de juego que priorizó el juego de posición mediante pases cortos convenientemente mezclados con pases largos, el Bayern buscó agotar a los rivales a fin de sentenciar los partidos tras los descansos. Si detallamos los promedios arroja las siguientes conclusiones:
Primeras partes: 0,7 goles a favor; 0,4 goles en contra
Segundas partes: 2,3 goles a favor; 0,1 goles en contra
La segunda etapa, entre finales de septiembre y finales de noviembre, fue rotundamente ofensiva, con la utilización habitual de cinco atacantes. Las cifras lo reflejan con claridad: el Bayern modificó sus planes de juego y salió en tromba en la mayoría de encuentros, logrando 23 goles en las primeras mitades y 11 en las segundas; recibiendo dos goles en las primeras y cuatro en las segundas. Hace falta poca explicación: cinco atacantes sobre el campo y ofensiva total hasta lograr una ventaja sustancial en goles; a continuación, juego moderado. Los promedios lo reflejan de esta manera:
Primeras partes: 2,1 goles a favor; 0,2 goles en contra
Segundas partes: 1 gol a favor; 0,36 goles en contra
Por último, la propuesta táctica de la tercera etapa estuvo completamente condicionada por las lesiones padecidas, lo que permitió un reducido margen de maniobra al entrenador, que optó por módulos conservadores. Esto provocó que el Bayern marcara 4 goles en los primeros tiempos y 5 en los segundos; recibiendo 0 goles en los primeros y 3 en los segundos (aunque todos ellos en un mismo partido, contra el Gladbach). Los promedios son esclarecedores:
Primeras partes: 0,67 goles a favor; 0 goles en contra
Segundas partes: 0,8 goles a favor; 0,5 goles en contra
Concluyamos con algunas cifras sobre la globalidad del juego del campeón alemán:
Remates totales: 538, lo que significa un promedio de 20 por partido. Remates a portería: 217 (40 % del total), es decir 8 por partido. Dado que ha logrado 73 goles, muestra una eficiencia del 33 % respecto de los remates a portería y del 13 % sobre el total de remates. Entre dicho total se incluyen 16 remates contra los palos. La mayor cantidad de remates se dio ante el Stuttgart (33) y la menor, frente al Eintracht Frankfurt (10); en remates a portería, 14 contra Köln y Stuttgart por solo uno en Supercopa ante el Wolfsburg, en el inicio de la temporada. El equipo ha recibido únicamente 78 remates contra su portería en 27 encuentros, a 3 de promedio, siendo el Arsenal en el Emirates Stadium quien más veces logró rematar contra Manuel Neuer (8 veces).
Su porcentaje de posesión de balón más bajo fue contra el Wolfsburg en el mencionado partido de Supercopa, con el 55 %, y el más elevado en campo del Darmstadt, con un 80,7 %. Solo en cinco de los 27 encuentros tuvo menos del 65 %, lógicamente ante los rivales más difíciles (Wolfsburg dos veces, Leverkusen, Borussia Dortmund y Borussia Mönchengladbach).
Un ámbito de sensible mejora en la temporada ha sido el de los driblings: el equipo suma 306 en total, a 13,5 por partido (sobre 22 intentados). Douglas Costa y Coman tienen los mejores promedios por encuentro, con 4 y 3,5 respectivamente.
Las cifras referentes a los pases son un dibujo muy fiel a la realidad del juego: como media, el Bayern de Guardiola realiza 753 pases por partido, de los cuales el 89 % son pases cortos (675 pases por partido) y el 7,7 % se realizan en largo (58 por partido). Solo en tres de los 27 encuentros ha tenido un acierto general en los pases inferior al 85 %, mientras que en más de la mitad de ellos (14) ha superado el 90 %, alcanzando en los partidos de Champions League un porcentaje de pases acertados del 91 %. El equipo ha efectuado un total de 17 acciones de contraataque, considerando como tales las que terminaron en remate a portería (no necesariamente en gol). Y de media por partido efectúa 19 centros desde las bandas hasta el área rival.
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