1.- Málaga y Real Madrid empataron a uno en la Rosaleda en un partido con muchas alternativas. Durante sesenta minutos fue un encuentro de ida y vuelta en el que Kameni y Keylor Navas mostraron lo mejor de su repertorio. En la última media hora, el Madrid se adueñó del balón y encerró al Málaga, pero fue un dominio plano, sin profundidad ni capacidad de desborde y como consecuencia de ello sin ocasiones claras.
2.- El Málaga de Javi Gracia es un equipo muy bien trabajado. El técnico navarro dispuso de inicio un 4-4-2 con la línea de presión muy arriba. Esto dificultó terriblemente la salida del Real Madrid desde atrás con el balón jugado. Sergio Ramos comenzó dubitativo y cometiendo algún error. Nacho tiene muchas virtudes, pero no es un central con facilidad para salir jugando y la presión sobre Kroos surtía efecto. El Madrid salía con mucha lentitud.
3.- Sin salida en corto, el Madrid comenzó a salir más en largo e intentó ganar la segunda jugada para que Modric y Kovacic, los interiores de inicio, pisaran campo contrario. El partido tornó en una batalla de balones divididos e idas y vueltas que concluyó en el descanso con dos goles, uno de Cristiano de cabeza, en fuera de juego, tras una buena falta que botó Kroos desde la banda derecha, y otro de Albentosa, que subió a rematar en una jugada en la que el central Weligton se desenganchó en ataque para poner un buen centro desde el costado izquierdo. El mal endémico del Madrid para defender las transiciones del contrario quedó de nuevo de manifiesto.
4.- El partido se fue 1-1 al descanso, pero bien se pudo ir con un empate a tres. El Málaga tuvo hasta tres ocasiones muy claras en las botas de Horta, Charles y Juanpi. El Madrid, dos en las botas de Jesé y otra en forma de penalti que falló Cristiano. Weligton derribó al portugués ya 0-1 en el marcador. Kameni adivinó el lanzamiento de Cristiano.
5.- El Madrid es un equipo menos profundo sin Bale y Benzema. El galés da profundidad al juego por su capacidad para atacar los espacios, y lo que ello supone en el rival a la hora de defender. Benzema es importante por su manera de entender el juego, capacidad de asociación y de lanzar balones sobre la carrera de Cristiano y Bale o la incorporación de los laterales. Sin ellos, Zidane optó por alinear a Isco como falso nueve y a Jesé en la banda derecha.
6.- De nuevo el mejor jugador del Madrid, como en Roma el pasado miércoles, fue Marcelo. El brasileño fue el más incisivo e imaginativo en ataque durante todo el partido. La segunda parte fue más de dominio del Madrid, que terminó cercando al Málaga, pero la circulación fue muy lenta y previsible en todo momento. Tuvo el balón y el dominio posicional, pero no encontró las ocasiones.
7.- El ida y vuelta propició que ambos equipos se resintieran físicamente al final. Javi Gracia fue refrescando el equipo con la entrada paulatina de Fornals, Santa Cruz y Duda por Horta, Duje Cop y Juanpi. El sistema siguió siendo un 4-4-2, pero el repliegue fue mucho más bajo, sin duda fruto del cansancio. Zidane dio entrada a Lucas Vázquez por Jesé, envió a Kovacic al costado izquierdo y pasó del 4-3-3 a un 4-4-2. Más tarde entro James por Isco para jugar arriba con Cristiano. El Madrid fue capaz de llegar hasta la frontal del área local, pero allí, salvo a Marcelo, se le apagó la luz.
y 8.- El empate final fue justo. Ninguno fue superior con la suficiente contundencia para merecer los tres puntos. Pero hay que ponderar el gran partido del Málaga que supo maniatar al Madrid y durante muchos minutos generarle ocasiones. Cuando le fallaron las fuerzas, se amparó en su orden táctico y esfuerzo para salvar un punto. El Madrid queda a 9 puntos del Barça cuando quedan 38 por jugar. Quizá lo peor es que sigue con graves problemas estructurales en su juego para afrontar con garantías la única competición en la que todavía tiene posibilidades de éxito: la Champions.
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