1.- Como en cada ocasión que se enfrentan Rayo Vallecano y FC Barcelona desde que Paco Jémez entrena a los madrileños, el debate sobre su planteamiento y la manera de afrontar el partido ocupa la posición central del tablero. Demasiado arriesgado, kamikaze… Jémez y sus chicos siempre han recibido goleadas contra el Barcelona, compitiendo solo durante unos minutos de cada encuentro. Pero este planteamiento, el mismo que realiza en el trascurso de la temporada, le ha servido para conseguir tres (holgadas) permanencias e incluso competir por la Europa League en alguna ocasión. Si encerrándose atrás tiene también muchas posibilidades de caer, ¿por qué traicionar lo que le va bien en otros partidos para conseguir el objetivo? Hoy volvió a caer. Pero lo hizo a su manera.
2.- De inicio, lo único novedoso fueron los laterales del Barcelona (Sergi Roberto y Mathieu), porque, como era de esperar, el Rayo Vallecano planteó el partido de tú a tú. Empuje, defensa en bloque alto y marcas individuales (4-3-3 vs. 4-3-3, presión individual). El encuentro arrancó con una primera ocasión para los locales, pero Claudio Bravo detuvo el disparo de Embarba. El Barcelona no podía sacar el balón con fluidez desde atrás, pero cada esférico en largo era un tres contra tres, y creaba peligro desde la segunda jugada. Suárez, Neymar y Messi intervendrían menos en el juego que otras veces. Pero cada una de sus apariciones podía ser definitiva.
3.- El gol culé llegó de la manera más inesperada. Tras una buena acción colectiva que acabó en disparo de Messi y gran intervención de Juan Carlos, la posterior jugada sobrevino en un error del guardameta vallecano, que no pudo atrapar un centro bombeado de Sergi Roberto que aparentaba tener controlado. No lo desaprovechó Rakitic, que ya es el máximo goleador (tridente aparte) desde que Luis Enrique llegó al banquillo del Barcelona, con 14 tantos. En la siguiente jugada, una transición rápida desembocó en el dentro (Messi) fuera (Neymar) y otra vez dentro. Gol de Messi.
4.- A partir del 0-2, a los locales les empezó a costar más. El Rayo jugaba muy lejos del área culé. Sin posibilidad de correr, tampoco podía descansar con la posesión del balón. Lo perdía demasiado pronto, causa sin duda del efecto psicológico del marcador y también de la presión del Barcelona. Se puso más difícil todavía con la expulsión de Llorente, que entró con los tacos por delante a la rodilla de Rakitic en una disputa del balón. Así se llegó al descanso.
5.- Como el resultado y la inferioridad numérica no iba a hacer que el Rayo diera un paso atrás, la primera ocasión y el teórico dominio inicial era otra vez para los de Jémez. Pero el Barcelona domina cuando parece ser dominado, y otra vez al contraataque Messi marcó su segundo gol. De un córner a favor del Rayo llegó el 0-3, que variaría rápidamente con un centro al segundo palo en el que Bebé le ganó la posición a Sergi Roberto y habilitó a Manucho. El Rayo estaba con 10 jugadores y a dos goles de distancia frente al líder, pero con defensa de tres. Un gol que premiaba la valentía.
6.- Un penalti de Iturra a Busquets (que partía de posición ilegal) provocó la expulsión del voluntarioso centrocampista, pero el lanzamiento fue fallado por Luis Suárez. Un penalti más que yerra el Barcelona, y son ya ocho esta temporada. «Mientras no afecte en el resultado…», argumenta Luis Enrique.
7.- El partido dejó de tener historia, porque un hat-trick de Messi –marcó en la jugada siguiente– lo damos como algo casi habitual. Dio tiempo para que Arda Turan marcara su primer gol con el Barcelona, que Neymar forzara la quinta tarjeta amarilla –se perderá el duelo del domingo en Eibar– y a que la hinchada vallecana aplaudiera el arresto y la perseverencia de los suyos. Ante el debate del que hablábamos antes, ellos sí parecen convencidos.
8.- Para los de Luis Enrique, 35 partidos consecutivos sin perder, superando el récord del Real Madrid de Leo Beenhakker de la temporada 88/89, y un balance de 36 goles a favor y solo cinco en contra en los ocho enfrentamientos contra el Rayo de Paco Jémez.
y 9.- Un día más en la oficina para Messi y el Barcelona, que en el mes de marzo tienen la liga –quién lo diría– encarrilada. El Rayo volvió a salir hoy goleado, pero sigue en disposición de conseguir, una temporada más y con menos recursos que la mayoría, otra permanencia histórica.
* Ismael Ledesma.
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