Femenino / Mundial Futfem Canadá 2015 / Fútbol
Nunca un madrugón sienta tan bien como el que hoy ha tenido la selección. Por la terminal 2 del aeropuerto de Barajas han desfilado 23 caras de felicidad y alegría, como si fueran niñas en su primer día de colegio. Hoy el avión les esperaba para despegar rumbo a Canadá. Por fin ha llegado el momento que estas jugadoras tanto tiempo llevaban esperando. Han sido muchos meses de trabajo, sufrimiento y sacrifico, pero el día para viajar hasta tierras canadienses ya ha llegado. Mucha ilusión y humildad en un grupo joven donde todas son novatas. La mejor generación futbolística de la selección se ha citado con la historia y ha conseguido su reto, ese que se planteó tras el lema Soñar en grande.
Las ganas y la pasión por disputar este mundial chocarán con los nervios y el ímpetu de debutar. De aquí al martes será clave el trabajo mental, mantener la cabeza fría para gestionar bien el primer partido contra Costa Rica. Ese partido marcará el futuro inmediato. Pausa y tranquilidad, saber que esto es una montaña grande y que la superará el equipo más regular y constante. Ese es el objetivo que se deben marcar las jugadoras españolas para afrontar el primer encuentro con plenas garantías y con la intención de cometer los mínimos errores para acentuar las numerosas virtudes que tiene esta selección. Como comentaba Ruth García, segunda capitana del equipo, antes de coger el vuelo, el partido contra Costa Rica marcará el nivel de las españolas.
La progresión de la selección desde la Eurocopa de Suecia de hace dos años ha sido brutal y formidable. Un crecimiento a la velocidad del rayo en el que se ha potenciado el juego ofensivo y basando el sistema defensivo en una solidez extraordinaria que le ha llevado hacer una fase de clasificación primorosa sin tener a ningún rival que le hiciese sombra. España ha crecido en todos los niveles del juego, domina muchos registros y situaciones que se van dando y a nivel mental la gestión de cada minuto ha sido extraordinaria en partidos con el marcador igualado y que han exigido un terrible esfuerzo cognitivo.
Es la faceta del juego donde esta selección más ha evolucionado. Partiendo de que España era un equipo que corría más y buscaba la verticalidad, la combinación de diferentes jugadoras con mejor dominio técnico del balón ha dotado a este equipo de más toque de balón, lo que le permite juntarse alrededor de él sin perder la esencia de la verticalidad. La paciencia se ha ido imponiendo con el paso de los partidos, y eso ha dependido fundamentalmente de una jugadora que es el cerebro del juego de posición: Vicky Losada. En torno a ella se agrupa todo el equipo. Con una guardaespaldas como Virginia Torrecilla, el fútbol control impuesto por Vicky se ha ido asentando y acoplando de manera magistral. La egarense se ha hecho un hueco entre las elegidas con actuaciones majestuosas. Ve el fútbol a una velocidad diferente al resto y posee una visión de juego que le hace elegir siempre el mejor pase (a veces para seguir manteniendo la posesión, otras para desconcertar al rival y romperlo por la mitad). Si Ignacio Quereda le da el timón del barco, las españolas navegarán a velocidad de crucero por los lagos canadienses.
Será fundamental manejar esta faceta del juego, sobre todo ante Costa Rica y Corea del Sur. Las costarricenses plantearán un partido sin espacios y en busca de contragolpes letales, por lo que plantarse en campo contrario y acosar sobre su portería al conjunto americano será la mejor decisión posible. Y contra las coreanas, porque jugar a correr y el ida y vuelta sería muy peligroso contra un equipo asiático que domina ese fútbol de manera espléndida. Posee un enorme despliegue físico que le hace imponer un gran ritmo de juego durante 90 minutos. Si España no implanta su control de balón y se junta en torno a él, sufrirá ante el sometimiento coreano en el ida y vuelta.
El choque ante Brasil es el más esperado de esta fase de grupos y es donde España necesitará hacer daño al espacio, situación del juego que le encanta buscar si el rival se lo propone. Y las brasileñas buscarán arriba a la selección, por lo que dejarán esos espacios a su espalda que podrán aprovechar jugadoras como Marta Corredera, Vero Boquete, Sonia o Jenni. Puede ser un arma para explotar buscando siempre el ataque vertical y directo que apuntille a una Brasil que se encomendará de manera exclusiva al descomunal talento de Marta, porque llega muy mermado con las bajas de Bruna o Erika.
España sufre más porque no cuenta con jugadoras que destaquen en ese elemento, razón de más para acentuar la concentración en una fase del juego que puede decantar partidos. Excepto Irene Paredes o Virginia Torrecilla, el resto de jugadoras españolas no destacan precisamente por su altura, lo que les debilita en los marcajes individuales. La decisión de marcar en defensa mixta o en zona puede ser la solución a un problema que a España le puede plantear serios dolores de cabeza si no los defiende con la absoluta fortaleza mental que requiere esta situación del juego. Muchos de los goles encajados por la selección han sido de jugada directa de estrategia o a través de un ataque directo que en segunda jugada ha finalizado en gol. Dominar las situaciones aéreas con concentración y la tensión suficiente puede ser la mejor receta para una curación rápida de un problema que siempre da numerosos quebraderos de cabeza a las jugadoras españolas.
* Fran Moreno es periodista.
– Foto:
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal