1.- La tarde huele a sol y luz. Han estallado las primaveras y al fútbol llega la dulzura del verde intenso y la intensidad de los ojos despiertos. Se hizo largo el frío y hoy, casi por decreto, ha desembarcado otro batallón de luz y fútbol. Es un día para disfrutar, día de hamaca y conversación, tarde prometedora, recta final de la Liga, título casi adjudicado, Barça con la segunda unidad, consciente que mientras gestiona la orla del triunfo de la regularidad debe rearmarse para las noches de puñales largos en Champions.
2.- La alineación en La Romareda busca recuperar a los heridos y darle ritmo a los que lo perdieron, y no digamos a los que no pudieron tenerlo en ningún momento, además de sumar tres puntos ya casi definitivos. Y la pretensión es cuadrar ese círculo con cuatro chicos que hace veinte meses competían en el filial, cosecha del 91, a los que se sumará Sergi Roberto, la promesa del 92.
3.- Bartra, que fue un flan en su debut hasta el punto de reconocer que casi no recuerda aquellos momentos, ha dado un paso adelante. Ante un Zaragoza pálido, sin duda alguna, que eso habrá que repetirlo varias veces, pero ya en la línea de lo que prometía cuando solo era un juvenil. No se ha adornado ni una sola vez, sino que cada balón delicado lo ha despejado con contundencia, que es lo que se le reclama a este central poco contundente, aunque insistamos: enfrente estaba Postiga, no un miura.
4.- La cómoda tarde zaragozana deja tres preguntas ineludibles: ¿Qué habría pasado si Tito Vilanova le hubiese dado a Bartra 2.000 minutos esta temporada en lugar de 715? ¿Qué habría ocurrido si en vez de desteñirse en el juego vertical, apostando por liberarse de la presión guardiolista, el equipo hubiera profundizado aún más en los parámetros que le llevaron al éxito? ¿Qué habría sucedido si el club no se hubiera adormecido en la contratación de las piezas que el engranaje pedía a gritos?
5.- Un Real Zaragoza menor no es termómetro ni barómetro, lo que no desmerece el éxito de la segunda unidad blaugrana que tiene en Thiago el atrevimiento, en Alexis la presión y en Tello la profundidad. Al equipo de Tito le cuesta entrar y aposentarse, temeroso de que alguno de ellos cometa el error fatídico: quizás Bartra en un despeje, Adriano en un tropiezo, Montoya perdiendo la espalda o Song sacando el balón. El ritmo, por tanto, es de protección al principio, pero irá adquiriendo vuelo con los minutos.
6.- Xavi no consigue arrinconar al Zaragoza contra su meta hasta el minuto 31, pero cuando lo hace es para aplastarlo, moviéndolo como la cuna de un bebé hasta adormecerlo por completo. Esos minutos de dominio se le hacen eternos al conjunto local, que parece dejar ahí todas sus esperanzas, incluso más que en los propios goles encajados.
7.- El primero en un contragolpe a dúo, mano a mano Thiago y Alexis, enérgicos y precisos. Otro gol de contraataque, novedad de la temporada. Thiago se beneficia todo el partido de la posición retrasada de Xavi, que le propulsa diez pasos adelante y le permite exhibir sin riesgos su talento filtrando últimos pases o asociándose cerca del área. En ese entorno favorable, cuajará un partido sobresaliente que cambia la amargura de sus tardes recientes.
8.- Aunque no se maneja con el control posicional de temporadas anteriores, el Barça se agrupa con más énfasis que en los últimos tiempos, como si también el equipo percibiera lo que desde fuera parece evidente: que la verticalidad extrema resulta suicida a nivel europeo. Contribuirá a la mejora el retraso en la posición de Song, de nuevo aseado en casi todo lo que hace, casi entre centrales, liberando a Dani Alves por la derecha y contribuyendo a que Xavi circule por delante suyo, lo que a su vez permite a Thiago escalonarse mejor.
9.- Si algo se echará en falta será la aparición de más hombres entre líneas que absorban las opciones que se presentan. A falta de este factor, que mejorará con la entrada de Sergi Roberto, Bartra recurre a la diagonal cruzada hacia Tello, que empieza el partido con acierto reducido hasta que tiene la de siempre, con un pase al hueco esplendido de Thiago, tras el que Tello se perfila como siempre, orienta el cuerpo como siempre, arma el pie como siempre… Y finaliza al revés de lo habitual, por la izquierda del guardameta…
10.- Mientras tanto, Alexis recibe a menudo al pie y se muestra efervescente, como si se hubiera aflojado un milímetro ese corsé que le impide demostrar su capacidad real, aunque por tres veces tiene el gol en las botas y Roberto y el larguero le impiden la felicidad completa, una vez completada su séptima asistencia del curso.
11.- Resuelto el marcador y con el Zaragoza desarmado, el segundo tiempo es puro control. Que Xavi recupere el ritmo perdido, que Song vaya aprendiendo todo lo que le falta, que Bartra dé otro paso más y así hasta Tello, que suma una nueva acción a lo Henry, esta vez facilitado por el pasmo defensivo de Loovens, el conejo hipnotizado por la serpiente. Tello le engulle en una barbaridad de desborde, cierra con ese gesto el partido y va cerrando la Liga.
y 12.- Saldrá Sergi Roberto al final. Esa paradoja que tiene el Barça entre manos. Mal dirigido abajo, desconcertados los de arriba, apostando los equipos extranjeros a ciegas por él . Estancado desde que se fue Luis Enrique. Este prometedor futbolista es el símbolo de todos los interrogantes que se le plantean al Barça en lo futbolístico, tanto si pensamos en el fichaje de un central, como en el rodaje de alguien como Bartra o en la indefinición grupal para corregir esa tendencia vertical tantas veces analizada. Empieza a ser tiempo de decisiones de verdad.
– Foto: Miguel Ruiz (FC Barcelona)
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal