En primer lugar, es necesario reflexionar sobre el reparto de roles en el centro del campo/ataque de la mayoría de equipos que utilizan cuatro defensores (opción mayoritaria también). Para ello, sorprendentemente, veamos cómo en el once más utilizado de los cuatro semifinalistas de Champions éste es idéntico, a pesar del antagonismo existente entre estilos como los de Barcelona y Chelsea y al margen de la distinta altura a la que se sitúan sus respectivos jugadores:
1.- Medio defensivo: Obi Mikel, Luiz Gustavo, Busquets y Khedira.
2.- Organizador: Lampard, Schweinsteiger, Xavi y Xabi Alonso.
3.- Interior / extremo derecho: Ramires, Robben, Alexis y Di María.
4.- Medio ofensivo / mediapunta / segundo punta: Mata, Müller, Cesc y Özil.
5.- Interior / extremo izquierdo: Kalou, Ribéry, Iniesta y Ronaldo.
6.- Delantero centro / falso delantero centro: Drogba, Mario Gómez, Messi y Benzema.
En lo que se refiere a jugadores españoles, muy probablemente en los cinco primeros roles haya un jugador claramente superior al resto: 1) Busquets, 2) Xavi, 3) Silva, 4) Cesc y 5) Iniesta. En cuanto al 9, dicha elección sería más dudosa, siendo posiblemente Torres el jugador en mejor estado de forma, en gran parte gracias a Del Bosque.
De hecho, los últimos 5 fueron los jugadores con los que, tras la lesión de Villa, España salió de inicio en los últimos encuentros de la brillante Euro 2008. El único cambio, Busquets por Senna, no supone tampoco ninguna modificación sustancial dadas sus semejantes características.
Sobre esta base, Del Bosque introduce a Xabi Alonso, organizador que se ubica en la posición de mediocentro. Ello conlleva las siguientes consecuencias:
A todo ello se podrían objetar infinidad de factores, de los cuales los más relevantes serían los siguientes:
1.- Hay un problema que viene de otro sitio: la inanidad ofensiva de Arbeloa. Dicha cuestión se puede resolver de dos maneras: reemplazándolo por Juanfran (sobre quien es lógico que pesen dudas pese a su buena campaña en esta posición) o encomendándole exclusivamente tareas defensivas. De esta segunda forma, se produciría un enorme vacío en el costado derecho dada la tendencia al juego interior de Silva. Pero, también en este punto, el problema viene del mismo lugar: sin peldaño de más en el centro del campo, que obligara a Cesc o Torres a quedarse en el banquillo, sería Pedro quien ocupara esta parcela (o Navas, si bien al margen de compartir con el anterior la profundidad, su juego se limita a correr, regatear y centrar, características harto inútiles dada la ausencia de un rematador puro y que decantarían la balanza a favor del canario por su superioridad en el juego combinativo, en la presión y en la capacidad anotadora).
2.- ¿Por qué Busquets y no Xabi Alonso?
3.- ¿Está Xavi en condiciones físicas para jugar cerca del mediocentro? Partiendo de la base de que Del Bosque le situó como mediapunta años antes de que esta pregunta ni siquiera fuera formulable, su planteamiento por grandes analistas revela que es necesario efectuarla. En este punto existen aspectos divergentes: Guardiola, por primera vez, le situó este curso con cierta frecuencia en la mediapunta. Si bien tanto el equipo como él encontraron su nivel óptimo cuando desempeñó su papel habitual, en muchos partidos ha sido patente la disminución de su rendimiento por el físico: él mismo ha confesado que en muchos de ellos participó lesionado.
Decantarse por unos u otros factores lleva a verle cerca de Busquets o lejos de él, aunque en éste último papel es inferior a algunos de sus compañeros, como ha quedado apuntado. No obstante, creo que le sobra crédito para confiar en un buen rendimiento en su demarcación habitual. En caso de no hacerse (como parece el caso), el equipo sería mejor con otro futbolista en esa posición y sin él en el campo, al margen de que, en el contexto de juego del equipo, probablemente también Iniesta retrasando su posición o Cazorla entrando en el once superaran a Alonso como organizadores.
4.- Solidez defensiva. Seguramente éste es el factor preponderado por el técnico salmantino y el de mayor disenso. Que dos mediocentros defienden más que uno es lógico, como también lo es que ello lleva a perder un jugador imprescindible para la presión alta o que ambos duden qué parcela cubrir, mostrándose más inseguros posicionalmente que cuando juegan sin compañía paralela. Asimismo, ni la seguridad mostrada en la Eurocopa de 2008 con jugadores no superiores (sí, estaba Puyol, pero también Marchena y no Piqué; además de que Ramos era lateral) ni el cuarto Zamora consecutivo conseguido por Víctor Valdés con muchos de los mismos jugadores invitan a pensar en la imprescindibilidad del doble pivote.
5.- Falta de profundidad. El esquema paradigmático del juego de posición es el 4-3-3, si bien se entiende que debido a la presencia de grandiosos centrocampistas Iniesta pase a la banda para ceder su puesto en el medio a otro compañero y que Silva sea interior derecho, no habiendo extremos (en cualquier caso, no que Cesc sea falso 9, pues sin delanteros en las bandas no puede funcionar. A este problema, Vicente respondió en el Mundial sentando a Silva y dando entrada a Pedro. Huelga decir que en lugar del canario podría haber sido otro perfectamente el sacrificado, cuya procedencia, cómo no, sería del mismo sitio.
6.- Ausencia de gol. Al contrario de lo que se piensa, el balance goles/ocasiones generadas no está siendo especialmente negativo. De hecho, el problema esta consistiendo más bien en la dificultad para generar oportunidades. Al margen de ello, sólo cinco de los jugadores convocados pueden ser definidos como goleadores: Negredo, Llorente, Torres, Cesc y Pedro, si bien solo los 2 o 3 últimos encajan claramente en el modelo de juego. Una vez más, la escasez de puestos vacantes para estos jugadores se debe a la reiterada macrocefalia.
7.- ¿Por qué no optar por otro estilo? Pese a lo mucho que se formula esta pregunta, creo que carece de sentido perder el tiempo en responderla, pues saltan a la vista los hechos que confirman su carácter absurdo. Además, muy probablemente no surgiera de optarse una práctica más ortodoxa de este modelo que, seguramente, conduciría a un nivel de juego más elevado.
A pesar de todo lo apuntado, con muchos de estos problemas se ganó el Mundial. Por ello, tal vez el auténtico problema sea que las maravillas que, con muchos de estos hombres, tantas veces nos permitieron contemplar Luis Aragonés y Pep Guardiola hayan elevado sobremanera nuestra exigencia. Ciertamente, solo el hecho de situar el “cómo” a un nivel igual o superior al del “qué” nos lleva a cuestionar las decisiones de Vicente del Bosque, quien, por mucho que dirija un conjunto que monopolice (casi siempre inocuamente en el plano ofensivo) la posesión, se está confirmando como un excelente técnico resultadista.
* Rafael León Alemany. En Twitter: @_rafaleon_
– Foto: AFP – Reuters – CTK – EFE
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