"La clave del éxito no es jugar como un gran equipo, sino jugar como si el equipo fuera una familia". Stephen Curry
Fútbol 2011-2012 / Europa League 2011-2012 / Internacional
1.- Laborioso y brillante, pragmático y estimulante. Atleti. Todo en uno. Semifinal controlada casi al completo. En la ida, sobrepasó al Valencia como un rodillo, aunque dos errores puntuales a balón parado le dieron vida a los de Emery. Hoy, sufrió en la primera parte. La habilidad de Canales y el nivel de activación física y mental del Valencia desbordó al Atlético, pero volvió a controlar en la segunda. El Valencia llevó el peso, pero no expuso un exceso de peligro. Gabi, que entró por Mario al descanso, supo equilibrar el repliegue y vigilar a Parejo. Y un minuto decisivo, con lesión de Canales y genialidad de Adrián, ajustició al Valencia.
2.- En la primera parte, el Valencia fue un misil en constante despegue. A partir de Parejo para iniciar y Canales en tres cuartos para iluminar, llevaron a la agonía al equipo de Simeone. El Cholo compuso su habitual 4-2-3-1 para atacar y 4-4-2 para defender. No encontraba la solución para vendar la herida en la izquierda. Alba y Canales producían. E incluso Barragán ocupaba todo el carril derecho. Arda y Diego (y después Adrián) se veían sobreexpuestos a un desgaste brutal a nivel físico.
3.- El Valencia contrarrestó los carriles atléticos utilizando la medicina atlética -a menudo también ché-. Desocupó el centro para encontrar continuas superioridades por bandas. Canales aparecía por el carril central-izquierdo. No tenía marcador. Juanfran no podía perseguirle, Mario andaba desubicado y pendiente del inquieto Feghouli y estaba demasiado lejos de los centrales para salir. Un quebradero de cabeza. Preciso, incisivo… La sensación de alegría puesta en común con toda la calidad que atesora Canales.
4.- Campo inclinado, juego controlado. Minucioso Valencia, no terminaba de generar verdadero peligro. Lo intentó mediante estrategia, con centros desde la izquierda, desde la derecha… Soldado arrastraba problemas en la espalda y no terminaba de anticipar a una pareja Miranda-Godín tremendamente seria. En posicional no tuvieron fisuras, cero grietas. El Valencia no hirió por dentro, ni lo buscó, hasta la entrada del Tino Costa -cuando el Atlético ya ganaba- y los centros laterales los taparon con excelsa solvencia.
5.- Falcao exasperó 60 minutos. Treinta metros alejado de Arda y Diego, en constante brega con los centrales y Albelda. Superado por el control absoluto del Valencia. Eliminado de posibilidad de contraataque. Comenzó a gesticular, pero no dejó de trabajar. Una labor sorda, gris, casi invisible. Pero tan necesaria cuantos más minutos pasaban. El Valencia se desmoronaba y el Atleti crecía mínimamente en la impaciencia contraria.
6.- El fatídico minuto 58. Canales cayó. Con él, las gotitas de esperanza de Mestalla. Con la cara tapada se marchó en camilla, sabedor de que la rodilla había vuelto a hacer crack Ligamento derecho afectado, el mismo que le ha obligado a estar de baja desde octubre. Valencia en shock, sus compañeros reconocieron la gravedad de la lesión y desconectaron por un instante. El instante posterior que aprovechó Diego filtrando un preciso pase a Adrián para sentenciar la eliminatoria.
7.- Adrián. La magia al servicio. En pequeñas dosis, pero cada vez más constantes. Con la calidad suficiente para controlar un balón largo con el pecho, detener el tiempo, levantar la cabeza, observar a Alves y ejecutar cruelmente al Valencia. Talento aún necesitado de mayor tenacidad. Necesidad imperiosa para ser genio. Aquello que resumió Doris Lessing: “El talento es algo bastante corriente. No escasea la inteligencia, sino la constancia“.
8.- Y a partir de ahí, el barro. El golpe fue tan duro y cruel que el Valencia tardó en levantarse. Para cuando lo hizo, el tiempo había esprintado. Se esfumó entre la convalecencia ché. La tensión se apoderó del juego y Soldado fue el reflejo. Exaltado, fuera de sí, la tomó con todos. Tiago, lamentablemente, quiso jugar a justiciero y decidió arreglar el tema a su manera. Consecuencia: roja y a la grada de Bucarest. No pasó más, el Atleti controló el juego y el Valencia el balón. Desde Miranda y Godín hasta Arda, que volvió a imantarse el balón a su pie. Ah, y Courtois. Inmenso. Otra vez.
y 9.- El Cholo ha llevado a su Atleti a la final. Tras las dudas, seguir creyendo. Ha llevado a los 4 fantásticos a un nivel sobresaliente. Revolucionó la fe, transformó al Atlético tácticamente y ha dejado de manifiesto las enormes capacidades de la plantilla. En Bucarest, alumno contra maestro, Simeone contra Bielsa. Atlético contra Athletic. ¡Viva el fútbol!
– Fotos: Ángel Gutiérrez (Atlético de Madrid)
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