Tiempos de cambio

por ALBERTO LOPEZ FRAU el 17 enero, 2016 • 20:53

1.- Zinedine Zidane lleva dos victorias contundentes en los dos partidos al frente del Real Madrid. Aún es muy pronto para tener claras las directrices del juego que pretende el nuevo entrenador blanco, pero sí se pueden ir esbozando las líneas maestras. El Madrid intenta salir jugando siempre desde atrás, los laterales llegan muy arriba y los interiores tienen libertad absoluta en ataque para hilvanar el juego del equipo. Arriba, Bale, Benzema y Cristiano intercambian sus posiciones permanentemente. Ante el Sporting de Gijón, el Madrid firmó los mejores 45 minutos en mucho tiempo practicando un juego de altísimo nivel en ataque.

2.- Jugar bien al fútbol es defender y atacar bien. En ataque, el Real Madrid ha jugado francamente bien en los dos últimos partidos. En defensa no se ha visto exigido de verdad, por lo tanto hay que esperar para ver si la elección de jugadores y sistema de Zidane se sostiene ante rivales que obliguen al Madrid a dar el 100 % cuando no tenga la pelota o la pierda. En los primeros cinco minutos, aún con empate a cero, el Sporting realizó dos diagonales individuales, una de Halilovic y otra de Jony, que atravesaron el centro del campo del Madrid con la facilidad que un cuchillo atraviesa la mantequilla. Ese defecto es recurrente y Zidane seguro que tiene en mente corregirlo, aunque la naturaleza ofensiva de los centrocampistas y delanteros del Madrid por los que está apostando no auguran una tarea fácil.

3.- El Madrid monopolizó el balón desde el minuto cinco hasta el descanso. Pepe, Varane y Kroos formaron un triángulo bien escalonado para sacar el balón con criterio y fluidez desde atrás. Isco y Modric se convirtieron en el segundo escalón por dentro; Carvajal y Marcelo, a la altura de los interiores, creaban la superioridad y permitían que el Madrid dominase a un Sporting que no era capaz de interrumpir el juego local y además se mostró como un equipo blando y falto de convicción durante todo el primer acto.

4.- El Madrid movía la pelota con facilidad y efectividad. Carvajal y Bale percutían una y otra vez por la derecha y Benzema se ofrecía permanentemente en la frontal a todos y cada uno de los compañeros que aparecían por allí. El Madrid consiguió tres goles en doce minutos. El primero, en el minuto seis, con un buen remate de cabeza de Gareth Bale, uno más, ganando el primer palo a la salida de un córner botado por Kroos. El segundo, en el ocho, obra de Cristiano con un soberbio zurdazo tras una buena combinación entre Carvajal y Benzema, que aprovecharon un balón que recuperó arriba presionando Gareth Bale. El tercero llegó en el doce. La banda derecha era una mina de oro que explotaban a la perfección Carvajal y Bale. De nuevo una combinación entre ambos concluyó con un buen centro del galés con la pierna derecha y un remate de volea aún mejor de Karim Benzema.

5.- El Madrid se exhibió en ataque. El juego posicional fue muy bueno en la primera parte, pleno de alternativas. La culminación a tanto buen hacer fue el cuarto gol. El Madrid tejió una jugada tocando y tocando con Modric e Isco al mando hasta que apareció un hueco por fuera. El Madrid distrajo y distrajo hasta que apareció Carvajal atacando el espacio y poniendo un centro para que Cristiano embocase el putt batiendo a Cuéllar. El Bernabéu no recordaba un gol semejante y tan brillante atacando posicionalmente. Con el 4-0, el Madrid se tomó un respiro ante un Sporting que no tenía ninguna respuesta. Se instaló en campo contrario dibujando un 2 (Pepe-Varane)-1 (Kroos)-4 (Carvajal-Modric-Isco-Marcelo)-3 (Bale-Benzema-Cristiano) con el que dominó posicionalmente al Sporting. Esta disposición le obliga a recuperar el balón muy arriba o terminar las jugadas para no sufrir si hay una pérdida.

6.- Carvajal está siendo un jugador fundamental en los últimos dos partidos. Es un puñal permanente por la banda derecha. Ayuda a crear superioridad, junto a Marcelo, colocándose en línea con los interiores y atacando los espacios en el momento justo para ganar la espalda a los defensores. Lee perfectamente la necesidad de doblar a Bale cuando el galés va hacia adentro y se está convirtiendo en un elemento indispensable a nivel ofensivo. Isco es el segundo beneficiado, de momento, con la llegada de Zidane al banquillo. El malagueño fue de menos a más y terminó el primer acto de una forma soberbia. Armó el pase previo al último, el más importante, en el cuarto gol y se inventó la jugada del quinto con un sombrero y una gran asistencia a Benzema en el minuto 40. El francés hizo el resto con una sutil definición.

7.- Las primeras noticias del Sporting en el partido llegaron tras el descanso. El conjunto de Abelardo no se dejó llevar pese al 5-0 e hizo una buena segunda parte. Consiguió un gol, en un buen contragolpe culminado por el lateral izquierdo Ismael López tras un buen pase de Jony, y además fue capaz de cortar la sangría del juego y goles que sufrió de inicio. Ndi entró en el descanso por Halilovic y participó bastante por delante de los mediocentros, Nacho Cases y un Sergio Álvarez muy superado, que fue sustituido por un Rachid más combativo. Más tarde entró Sanabria por un Guerrero que no pudo ganarle ninguna acción a Pepe y Varane. Ambos rayaron a un gran nivel con y sin balón.

8.- Lo peor para el Madrid fueron las lesiones de Bale y Benzema. Entraron Jesé y Kovacic en su lugar. Además Zidane dio entrada a James por Isco. El Madrid ya no mezclaba tan bien. La ventaja en el marcador y el buen hacer del Sporting en la reanudación le fue acercando al letargo. El segundo tiempo del Madrid fue malo, carente de ritmo con la pelota en tres cuartos de campo. Kroos completó un buen partido, pero en la segunda parte el equipo ya no escalonó tan bien por delante del alemán. Cristiano fue el que peor se lo tomó, y en su afán por conseguir más goles encontró la frustración y le dio una patada a Nacho Cases por la que mereció la tarjeta roja.

y 9.- El reto para el Madrid es saber si tiene tiempo de asimilar esta forma de juego para competir de verdad en Europa y ante rivales más fuertes en la liga. Para poder competir sin mediocentro defensivo al uso, esta elección de centrocampistas de naturaleza ofensiva y el trío formado por Bale, Cristiano y Benzema ante rivales grandes, tiene que rozar la perfección con el balón, no perderlo nunca y replegar todos juntos, de lo contrario será un equipo tremendamente vulnerable en defensa. Consolidar la idea de juego que parece pretender Zidane puede llevar años. Para que le sirva durante el presente curso necesita hacerlo en menos de dos meses.