Perarnau Magazine

Teodoro ‘Lolo’ Fernández: la primera figura del Perú

por ALBERTO COSIN el 31 octubre, 2013 • 22:12

Idolatrado, querido y venerado por la afición del Club Universitario de Deportes, entidad en la que pasó toda su carrera, y mejor jugador peruano en la primera mitad del siglo XX. De profesión goleador (en siete ocasiones fue máximo artillero de la liga de su país), los 15 goles que le sitúan como mejor realizador de su selección en la Copa América y los 29 que le marcó al Alianza de Lima en el denominado superclásico del fútbol peruano son algunos de sus hitos más destacados. Nacido el 20 de mayo de 1913 en San Vicente de Cañete (Perú), fue un delantero con un potente disparo con ambas piernas y magnífico remate de cabeza. Muy eficaz, con excelente visión de juego y fuerte personalidad, jugaba un fútbol sencillo y sin grandes alardes. Se le conoció popularmente como El Cañonero. Sus hermanos Arturo y Eduardo también fueron futbolistas de gran nivel.

Comenzó a jugar al fútbol en la Escuela número 1510 y su primer equipo fue el Huracán de Hualcará. A los 16 años, sus padres le enviaron a Lima para que continuase sus estudios junto con su hermano Arturo, que por entonces jugaba en el club Ciclista Lima. Poco tiempo después Arturo fichó por Universitario de Deportes y un día llevó a Lolo para que pasase una prueba. El presidente Plácido Galindo quedó prendado por su juego y decidió incorporarle a la plantilla de inmediato. En marzo de 1930 hizo su estreno con el primer equipo y, aunque en un principio salía desde el banquillo, a finales de año consiguió una plaza como titular gracias a sus goles. Debutó oficialmente el 29 de noviembre de 1931 en un partido ante el Club Deportivo Magallanes de Chile y lo hizo logrando un tanto con la cabeza que supuso la victoria del choque. En 1932 y 1933 logró sus dos primeros trofeos de máximo goleador de la liga con 11 y 9 goles respectivamente, aunque Universitario de Deportes no pudo lograr el título y se tuvo que conformar con ambos subcampeonatos.

Una campaña después, en 1934, finalizada la ronda de partidos, Alianza de Lima terminó como líder, pero la federación peruana determinó que se jugase un partido por el título entre los blanquiazules y la U. En dicho encuentro, los merengues vencieron por 2-1 y Lolo conquistó su primer entorchado liguero a la vez que se erigía por tercera vez consecutiva mejor artillero tras marcar ocho goles. Desde 1935 a 1938 se abrió un periodo de sequía en la entidad crema en el que no pudo pelear por el título en ningún momento y se tuvo que conformar con ser tercera en varias ocasiones. La llegada del inglés Jack Greenwell en 1939 supuso un impulso competitivo que les devolvió a lo más alto del fútbol peruano tras aventajar en tres puntos en la clasificación a Sucre F. B. C. Lolo Fernández estuvo a un gran nivel con 15 goles en 14 partidos y obtuvo su cuarto trofeo de mejor delantero. El quinto llegó en 1940, de nuevo con 15 goles en su haber, aunque no fueron suficientes para el Universitario, que finalizó segundo a dos puntos de Deportivo Municipal. El curso siguiente, ya con su hermano Arturo en la parcela técnica, se proclamaron campeones ligueros en la última jornada después de aventajar en un punto a Deportivo Municipal y en tres al Alianza de Lima.

Aquel año jugó con varios compañeros un partido en el Colo Colo chileno frente a Independiente de Avellaneda y el presidente de la institución chilena quedó tan asombrado con su juego que le ofreció un cheque en blanco para fichar, a lo que Lolo contestó que sólo tenía un amor y se encontraba en Perú, la ‘U’. En 1942, por sexta vez, se hizo con el título de artillero más destacado, con 11 goles, en una campaña en que la U estuvo por debajo del nivel de la temporada pasada y terminó en tercer lugar. Hasta 1945 no regresaron a la senda del triunfo en la máxima categoría, cuando se impusieron a Deportivo Municipal. Lolo Fernández estuvo estelar y cosechó su último trofeo de máximo realizador con su mejor anotación de siempre: 16 goles.

En 1946 revalidaron el título por delante de nuevo de Deportivo Municipal y en 1949 llegó la última liga del palmarés personal de Lolo. Apabullaron a todos sus rivales y distanciaron a Sucre en cinco puntos en la tabla clasificatoria final. Permaneció cuatro campañas más en las que jugó muy poco debido a una grave lesión de menisco hasta que en 1953 decidió poner fin a su carrera con cuarneta años. Se despidió en agosto en un superclásico ante Alianza de Lima, al que derrotaron por 4-2 con un hat-trick suyo. El bagaje que dejó en sus 23 temporadas vistiendo la camiseta crema fue de 156 goles en 180 partidos. Un par de meses más tarde se le realizó un homenaje en el Estadio Nacional donde con 30.000 aficionados en las gradas se disputaron dos partidos. El primero enfrentó a la selección de la Hacienda Hualcará (localidad que le vio nacer) y un combinado de veteranos futbolistas llamado Los Olímpicos; y el segundo lo jugaron Universitario y Centro Iqueño.

Con la selección de Perú fue internacional en 32 partidos, en los que marcó 24 goles. Su primer encuentro lo disputó ante Uruguay en 1935, cuando cayeron derrotados por los charrúas por 1-0. En 1936 asistió al primer torneo de importancia: los Juegos Olímpicos de Berlín. Se enfrentaron en el debut a Finlandia, a quien doblegaron por 7-3 con una actuación primorosa de Lolo, con cinco goles. En la segunda fase se enfrentaron a Austria, que les vencía por 2-0 al descanso. En la segunda mitad, Perú empató a poco del final y se produjo una invasión de campo por parte de los espectadores peruanos que presenciaban el partido. En el tiempo extra, un gol de Villanueva y otro de Lolo dieron la victoria a los sudamericanos. Sin embargo, la selección austriaca protestó ante la FIFA por los incidentes de los aficionados y ésta decidió que se repitiese el encuentro a puerta cerrada. El gobierno peruano rechazó de pleno la resolución y ordenó que la toda la delegación de su país abandonara los Juegos Olímpicos, con lo que se dio como vencedor final del partido a los austriacos.

En 1937 fue convocado para la Copa América con sede en Argentina y en cuatro partidos marcó dos goles que sólo sirvieron para que Perú sumase tres puntos y acabase último. Un año después, junto con la mayoría de jugadores que asistieron a los Juegos Olímpicos, conquistó la medalla de oro en los I Juegos Bolivarianos al derrotar en la final a Colombia por 4-2. En la Copa América de 1939, de la que Perú fue anfitrión, llegó el mayor éxito de Lolo Fernández con el equipo nacional. Derrotaron a Ecuador por 5-2, a Chile por 3-1, a Paraguay por 3-0 y a Uruguay por 2-1 para proclamarse campeones del continente por primera vez. Lolo anotó siete goles y además de máximo goleador se le premió como mejor jugador del torneo. A lo largo de la década de los cuarenta también asistió a la Copa América de 1941, 1942 y 1947. En ellas, la selección de Perú no tuvo un papel destacado y acabaron muy lejos de la primera posición. Su último partido con La Blanquirroja fue en el empate a cero ante Ecuador en el torneo sudamericano de 1947.

El 20 de julio de 1952, cuando aún estaba en activo, el Club Universitario de Deportes puso su nombre al nuevo estadio que se inauguró con un amistoso entre la Universidad de Chile y el conjunto crema. Unos meses más tarde, en octubre, recibió de manos del presidente peruano, Manuel Odría, la distinción de los Laureles deportivos de Primera Clase por su larga y exitosa carrera.

Falleció en Lima el 17 de septiembre de 1996 a la edad de 83 años.

* Alberto Cosín.

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