Minuto 57, José Mourinho decide dar entrada a Luka Modric en sustitución de José Callejón. El partido transcurre 0-1 a favor del Barcelona en ese momento. El Madrid está asumiendo riesgos, pero sin ningún control, y el Barça tiene el partido para dictar sentencia en un registro menos habitual y al que está menos acostumbrado, pero que también tiene facilidad para ejecutar como son las contras.
Modric se coloca por dentro, Özil se desplaza más cerca de la banda derecha y Khedira toma los mandos desplegando su físico a lo largo y ancho del terreno de juego. Xabi Alonso, muy discreto y por momentos superado, recibe el oxígeno que le faltaba con la entrada de Modric en el partido y todo lo que sucedió a continuación.
El Madrid sigue asumiendo riesgos, pero tiene un poco más el balón. Modric recibe, no le quema la pelota e intenta hilvanar fútbol. Khedira realiza un esfuerzo descomunal que acaba pagando en varios pases que termina errando y que, de haber ejecutado bien, habrían supuesto situaciones muy peligrosas a la espalda de Jordi Alba. La conclusión es que el Madrid es más equipo que antes de la entrada de Modric en el partido y que en la banda derecha de su ataque tiene una ocasión para intentar igualar el marcador.
Dicho y hecho. Tras el despeje de un córner por parte de la defensa azulgrana la pelota termina en los pies de Luka Modric. El croata conduce unos metros y desliza el exterior de su pie derecho hacia fuera habilitando a Mesut Özil, que espera el balón acostado sobre la banda derecha a pierna cambiada. El centro del alemán conecta con la cabeza de Varane que se había quedado arriba tras el saque de esquina a favor del Madrid. Los blancos empatan con una jugada que se ha gestado en la banda derecha, la que Khedira había apuntado en su cabeza, pero no había podido habilitar con sus pies en un par de acciones anteriores.
De ahí al final, aunque el Barça siguió disfrutando de alguna ocasión en transición, el Madrid tuvo algo más de control y algo más de capacidad con el balón en los pies. No conviene ser absoluto ni creer que fue la clave del partido, pero creo que tuvo una influencia significativa en el juego y decisiva en la jugada que supuso la igualada en el partido.
Iniesta había interpretado a las mil maravillas que jugando cerca de Busquets el partido se ponía bajo el control absoluto del Barça y el Madrid reaccionó dando entrada a un centrocampista más. La entrada de Modric en el encuentro activó ciertos mecanismos que el Madrid tenía desactivados.
* Alberto López Frau es periodista.
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