1.- El calor está siendo protagonista en esta Eurocopa. En ocasiones, resulta igual de importante que la disposición táctica de cada entrenador o el estado de forma de los futbolistas. Si a la alta temperatura se le añade un buen porcentaje de humedad, el partido resultante, por muy fase final que sea, tiene un ritmo desesperante de amistoso. Todo ello se reflejaba en la velocidad de reacción de los futbolistas hoy en Kiev y, más en particular, en los chorros de sudor que recorrían el rostro de Benzema, deslizándose hasta caer sobre la hierba.
2.- Y aunque la lógica dice que debería haberse notado una desgana pronunciada en los jugadores suecos, ya eliminados por las dos derrotas sufridas, lo cierto es que fueron los escandinavos los que llevaron el ritmo del partido. Erik Hamrén tenía la opción de darles unos minutos especiales a aquellos futbolistas que no habían jugado, pero confió en la base de los hombres que habían competido hasta ahora, evitando así desprestigiar la competición, porque Francia se jugaba clasificarse, aunque lo tenía muy hecho, y también el liderato del Grupo D. O lo que es lo mismo: evitar a España en cuartos de final.
3.- La falta de continuidad en el juego de Francia se debía, entre otras cosas (como el calor), a la carencia de un enlace entre los dos pivotes, Diarra y M’Vila, y la mediapunta y la delantera. Laurent Blanc decidió prescindir de Cabaye, que arrastraba unas pequeñas molestias. La inteligencia en la creación del magpie se echó de menos en las transiciones, tanto ofensivas como defensivas. En las primeras, había un hueco vacío entre líneas que tenía que llenar Nasri, un jugador más acostumbrado a jugar cerca del ‘9’. En las segundas, Francia dejaba demasiados hombres arriba y tenía que ser el mismo Nasri el que presionara la creación nórdica en la medular.
4.- La ausencia de Cabaye contrastaba con la presencia de Hatem Ben Arfa. Pedido por muchos en el once de Blanc, el también jugador del Newcastle pasó sin pena ni gloria por el encuentro, participando sólo esporádicamente en las acciones de ataque de los suyos y sin esa chispa que ha maravillado este año a St. James’s Park durante toda la Premier League. En el momento que consiga jugar a un nivel medio-alto de forma regular, Ben Arfa será un jugador muy importante. Hasta entonces, no tendrá un sitio fijo en el once del gallo.
5.- De no ser por el mal día de Toivonen, Suecia se podría haber ido al descanso con uno o incluso dos goles, pero el del PSV estuvo menos enchufado que sus compañeros. En repetidas ocasiones quedó en fuera de juego por pura falta de atención y no estuvo lo suficientemente rápido y hábil para ganarle un mano a mano a Hugo Lloris. Eso sí, no hay que menospreciar su trabajo más allá de la faceta ofensiva, ya que colaboró y mucho en la presión alta a la costosa salida del balón francesa, ayudando a recuperar varios balones cerca del área bleu que crearon varias ocasiones, más en la segunda parte.
6.- La suplencia constante de Christian Wilhemlsson es una de las decisiones más cuestionables del seleccionador sueco. El ex jugador del Deportivo da un aire diferente al juego nórdico con su atrevimiento, desborde y profundidad. De hecho, su entrada justo después de la reanudación provocó los mejores minutos de Suecia, en los que tuvo suficientes ocasiones para dar un susto mayor aún a la casi clasificada Francia. El propio Wilhemlsson originó la jugada del segundo gol de Suecia, con una internada por la banda derecha y un centro preciso que Holmén remató a la madera y que culminó Larsson. Si hubiera ganado Ucrania, Francia se habría ido a casa. Le deben una a Rooney.
7.- Ibrahimovic es un jugador único en el mundo. Su calidad técnica y física está a la altura de los mejores de la historia, lo que le convierte en un jugador sensacional. Pero su inconstancia, sobre todo con la selección, evita que lo incluyan más a menudo en el podio flanqueando a Messi y Cristiano Ronaldo. En Kiev parecía desaparecido del césped durante un prolongado período, pero en cualquier momento aparecía lejos del área para asociarse con los compañeros y generar una jugada de peligro. Además, su habilidad en las artes marciales le otorga una coordinación y elasticidad necesarias para marcar un gol como el que abría el marcador. Centro preciso, acomodación del cuerpo y movimiento de la pierna al compás del balón para mandarlo lejos, muy lejos del alcance de Lloris y así marcar el mejor gol de la Eurocopa hasta ahora.
8.- Enfrente del talento sueco estaba otro jugador no menos talentoso como Karim Benzema. El jugador merengue está en un momento de forma dulce, muy fino físicamente y poseedor de una confianza que le permite liderar a su equipo en cualquier momento. El problema que se encuentra en Francia es la falta de una referencia ofensiva que lo acompañe en el ataque. En el Madrid tiene a Ronaldo o, en su defecto, a Higuaín. Pero Blanc solo le proporciona a Frank Ribéry como pareja de baile y la danza que interpretaron no fue la más elegante que necesitaba su selección. Los movimientos de Benzema son de ‘10’, el número que luce en la elástica, y al darse la vuelta no encuentra un ‘9’ que complete la jugada. La entrada de Giroud mejoró la situación, aunque no sirvió para encontrar el gol.
y 9.- Francia llega a los cuartos de final en un mar de dudas. El joven combinado que partía en el segundo grupo de favoritas (tras Alemania, España y Holanda, ya eliminada) se enfrentará a España tras haber sumado cuatro tristes puntos y, lo que es peor, con la sensación de haber sido barrida por una Suecia que tenía las maletas preparadas en el hotel de concentración para volver a casa tras el partido. Los titubeos galos favorecerán a ‘la Roja’, aunque por desgracia tampoco es que demostrara contra Croacia estar en el mejor momento para enfrentarse al máximo rival histórico por excelencia, al que nunca ha ganado en partido oficial.
* Jesús Garrido es periodista. En Twitter: @jgarridog7
– Foto: Sergei Grits (AP)
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