"La clave del éxito no es jugar como un gran equipo, sino jugar como si el equipo fuera una familia". Stephen Curry
Llegaba la semana un poco rara en el entorno de la selección australiana de rugby. El motivo: Quade Cooper había criticado en una red social las interioridades de los Wallabies. Textualmente escribió que había un “ambiente tóxico” en el equipo. Sin jugar bien, Australia era segunda del torneo antes de la jornada 5. Perdió con Nueva Zelanda tanto en casa como fuera, doble humillación para ellos, sobre todo, el partido en Nueva Zelanda, donde ni siquieran fueron capaces de anotar. Ganaron sufriendo a Argentina y remontaron ante Sudáfrica en un partido infame de oceánicos. La propia federación tuvo que emitir un comunicado de prensa, un tirón de orejas público a uno de sus mejores jugadores. Aunque su rendimiento no estaba siendo equivalente a su categoría, Cooper, por lesión, no iba a estar en el partido. Con eso, Australia se presentaba en Pretoria, ciudad donde nunca ha ganado. Las estadísticas y el marcaje férreo de su prensa y de su afición serían una losa demasiado grande para ellos. Y eso que Sudáfrica no llegaba mucho mejor. Steyn, apertura de los Springboks, no fue convocado por su baja forma. Solo registraban una victoria en el torneo, ante Argentina en casa. Poco bagaje para una selección de la que se esperaba más.
Con la baja ya sabida de Steyn, el seleccionador Meyer cedió ante la presión mediática de darle la titularidad al joven Johan Goosen, que registraba 145 puntos en 9 partidos con los Cheetahs en el Super Rugby. Una anotación brutal.
El partido comenzó con un ida y vuelta bastante atractivo, ritmo frenético que no hacía temer el hundimiento de los Wallabies más tarde. Al pasar la barrera de los 10-15 minutos, Sudáfrica se encendió y empezó a arrollar a la defensa aussie. Du Plessis, Strauss, Mtawarira, más Bekker y Etzebeth, barrían a las primeras líneas australianas. Goosen siguió fallando golpes de castigo y al 3º ya fue sustituido por Ruan Piennar. 0/2 para el joven apertura springbok. Eso sí, no andaba acertado en los golpes de castigo, pero sí en dirigir a su equipo. Pudo Sudáfrica correr y jugar a la mano. El propio Goosen aprovechaba muy bien las grietas en la defensa aussie para avanzar. Kirchner y Habana rompieron al fin la defensa visitante y con sendos ensayos más sus respectivas transformaciones por parte de Pienaar pusieron en ventaja a los locales. Solo pudo maquillar Beale (el sustituto de Cooper hoy) con un golpe de castigo antes del descanso. Eran los primeros puntos de Australia como visitante en el torneo: casi un partido y medio después. Un dato que debe hacer pensar a los dirigentes del equipo.
Cuando todo son vacas flacas, las malas noticias no dejan de llegar. Australia perdió en el día de hoy a 3 jugadores por lesión. Barnes y Adam Ashley-Cooper en la primera parte. Este último tuvo que ser trasladado al hospital tras un fuerte golpe en el cuello al intentar evitar un ensayo de Goosen, que había realizado una jugada espectacular. Prácticamente sobre la línea de ensayo, Ashley-Cooper lo pudo detener, aunque le costó no participar más en el partido. Ya en la segunda parte, Radike Samo tuvo que dejar el partido por una lesión en el hombro.
A todo esto, la delantera sudafricana seguía arransado a la delantera aussie en la segunda mitad, consiguiendo el bonus ofensivo. Australia estaba completamente fuera del partido. Desconcentrada, encajó un ensayo de Habana simplemente por no estar atenta. En cualquier deporte, la tensión y concentración es vital para el futuro deportivo de un equipo. Y la imagen despistada de Australia tanto en el partido como en el torneo es bastante evidente.
Un SinBin de Slipper acabó por mutilar a Australia, que intentaba lavar un poco su imagen por dignidad. Ahora solo quedaba rezar para que el sufrimiento llegase a su fin en modo de pitido final. En los últimos minutos, Harris ensayó para los visitantes (aunque más bien, por la relajación Springbok al saber que tenía ganado el partido) y Habana firmó un hat-trick descomunal, arrollando por fuerza y velocidad a la zaga australiana. Ya es el jugador que más ensayos ha realizado en el torneo. Una bestia.
El pitido final fue una bendición para los jugadores de amarillo, que por fin dejaban de sufrir en Pretoria. En la próxima jornada, Sudáfrica recibirá a Nueva Zelanda, que si hoy gana en La Plata será campeón. Australia cerrará el torneo en Argentina, en busca de sensaciones mejores.
Puntuaciones:
Sudáfrica > Ensayos: Z.Kirchner, B. Habana x3, F. Louw. Transformaciones: R.Pienaar x3
Australia > Ensayos: M.Harris. Golpe de castigo: K.Beale
* Andrés Marchante. En Twitter: @AndresMarchante
– Fotos: AP
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