Sociedades reales

por JUAN ZUBIRIA el 9 noviembre, 2013 • 19:24

1.- Viendo el resultado y el juego desplegado por ambos equipos, nadie pensaría que era un enfrentamiento entre dos participantes en la Champions de nuestra liga. Que el Real Madrid haya cuajado probablemente su mejor actuación del curso futbolístico ha influido, y que la Real Sociedad, que había recibido un gol (y en propia puerta) en 180 minutos frente al Manchester United, no haya podido responder la tromba de juego merengue quizá aún más. También forma parte de la realidad de este campeonato, en el que Barça y Madrid pueden pasar por encima de casi cualquiera.

2.- Los primeros minutos de tanteo fueron favorables al equipo donostiarra, que conseguía mantener la posesión y acercarse al la portería de Diego López, aunque sin demasiado peligro. Con la defensa adelantada y presionando la salida de balón, parecía que al Madrid podía costarle sacar adelante el partido, recordando actuaciones de principio de temporada en las que le costaba tener el balón y dar continuidad a sus ataques. Pero la Real aguantó diez minutos.

3.- Cuando el mejor asistente de un equipo tiene tiempo para pensar en la zona de tres cuartos, la jugada tiene muchos boletos para acabar en gol. Mientras los defensas miraban a Benzema desde lejos, este hacía lo propio con Cristiano Ronaldo y le ponía un balón perfecto para anotar el primero con una gran definición. Ya lo hizo en Turín. Benzema potencia a Bale y al portugués como pocos delanteros podrían hacerlo. Con esta sociedad de tres atacantes con mucha movilidad es importante entenderse y coordinarse, y en los últimos partidos ya están demostrando saber hacerlo. Los tres aparecen por los tres carriles, tanto en estático como al contragolpe, y buscan la espalda de los mediocentros, para recibir entre líneas, y de los centrales, para terminar las jugadas. Y ahí las defensas sufren mucho.

4.- Karim no sólo asiste, también marca de vez en cuando, y de esta forma ha terminado un contragolpe propiciado por otro gran protagonista en la tarde de hoy: Luka Modric. El croata robó el balón en el centro del campo, abrió con el exterior a Cristiano Ronaldo y asistió al francés. Asentado como interior izquierdo, con la titularidad de momento ganada en detrimento de Isco, y entendiendo a la perfección lo que Ancelotti pretende de él.

5.- Las grandes noches (o grandes tardes, en este caso) no suelen generarse sólo a partir del acierto de los de arriba, sino del buen hacer en conjunto, justo lo que ha pasado en el Santiago Bernabéu. La salida era limpia, ya fuera en largo desde Xabi y hacia Bale o en corto a través de Modric, Benzema y Cristiano Ronaldo por el sector izquierdo. La presencia de Modric en la base de la jugada, carril izquierdo y balcón del área era incontestable, manteniendo la posesión, generando ventajas y habilitando a sus compañeros. Un socio perfecto para Xabi, que dirigía de forma más estática desde el círculo central. Y todo esto sin Marcelo, hasta ahora clave en la creación.

6.- La Real no encontraba argumentos para contestar. Con la defensa adelantada, Xabi no tenía más que buscar a Bale, Cristiano Ronaldo o Benzema para superar la presión y generar peligro, y en caso de recular era Modric, conectando con los de arriba, quien ponía en apuros a los txuri-urdin. Sus hombres más peligrosos estaban bien defendidos por Carvajal, más comedido en las subidas que otras veces, y Arbeloa, que se sentía cómodo a pesar de jugar en la izquierda. Un intento de cada uno, acabados sin tiros de Griezmann y con Vela forzando la amarilla de Pepe. Y eso fue la Real en el primer tiempo. Cristiano Ronaldo, de penalti, y Khedira, tras una buena asistencia de Bale, pusieron la puntilla a esa gran primera parte.

7.- En el segundo tiempo la intensidad madridista bajó un escalón, situación normal con el marcador tan a favor y tras no haber sufrido apenas durante la primera parte. Con los cambios de Seferovic y Elustondo por Zurutuza y De la Bella, José Ángel y Griezmann adelantarn su posición, y sería esto lo que terminaría por llevar el peligro a la portería de Diego López. Al separarse un poco Modric y Khedira de Xabi, aparecían espacios para Vela, que buscaba la velocidad de Griezmann a la espalda de la defensa. Así llegó el gol, tras fallo de los dos centrales blancos y una definición de gran calidad al primer toque para superar por alto a Diego López. Y así también casi llegó otro, que se fue por el lateral de la portería, y podía haber llegado un penalti que no fue tal.

8.- Pese a estas concesiones, el Madrid seguía dominando el juego; para nada recordaba a días pasados en los que se venía abajo con ventaja en el marcador, y continuaba jugando cerca de la portería rival. Como de costumbre, Cristiano Ronaldo no bajaba la intensidad y frenaba el ímpetu realista con un gol de falta inalcanzable para Claudio Bravo, que hizo la estatua mientras el portugués se conseguía un nuevo hat-trick. El estado de forma que atraviesa es espectacular. Salva a su equipo en los días malos y arrasa en los buenos. Hoy ha marcado (tres), asistido, jugado por las dos bandas y buscado siempre la asociación con sus compañeros.

9.- Ovación cerrada para Xabi Alonso en su cambio por Illarramendi. Enorme partido del tolosarra, con jerarquía, su delicioso pase en largo, su seriedad defensiva y el aporte de equilibrio necesario para este Madrid. Y no sólo por lo que hace él, sino por lo que permite hacer a los demás. También para Isco cuando entró al campo para dejar sus destellos de calidad en un partido que agonizaba. Y para Benzema y Morata, superados los problemas del francés y reconociéndole la afición su buen rendimiento.

y 10.- A priori podía parecer que al Madrid le costaría meterle mano a la Real y que en defensa también podía tener problemas para frenar a Vela, Griezmann y compañía. Tras arrasar y ponerse 3-0 en el minuto 26, quedaba la duda de la continuidad, no venirse abajo ni dar al rival la oportunidad de volver a meterse en el partido como sí ocurrió frente al Sevilla o el Rayo Vallecano. Y con el 4-0 y en la segunda parte, medir los esfuerzos, manejar la ventaja, conceder poco e intentar ampliar la goleada. Tarea completada, partido redondo, evolución positiva.