"Todo lo que no está creciendo está muriendo. Crecer significa aprender y transformarte cada vez en una mejor versión de ti mismo". Imanol Ibarrondo
Liga BBVA 2012-2013 / Fútbol 2012-2013 / Fútbol
1.- Jugar contra el Atlético viene equivaliendo a enfrentarse a los demonios de tu propio juego. Intensidad por encima del sobresaliente, jugadores con mucha hambre y tremenda solidaridad colectiva: física y posicional. El partido fue y vino para ambos barrios. Allá por el minuto 60, ambos se desangraban en transiciones y ninguno tenía la llave maestra, salvo Falcao. Intenso, fajador, con menos impacto visual, pero con el olfato de siempre. Remató todo y marcó dos veces. Más Tigre que nunca.
2.- Pellegrini preparó el encuentro para batallar el centro del campo. Simeone lo visualizó y se protegió con Gabi-Mario, más Emre por delante. Maniobra para ensuciar el inicio del Málaga. Por dos motivos: 1) Ya per se con Iturra-Camacho no se consigue una salida fluida, sencillamente por sus capacidades técnicas y horizontalidad posicional; 2) Isco inicia en el centro, donde es bueno, pero no diferencial. Allí, Mario es el jefe. Por delante no recibe y por detrás están Miranda-Godín, que anticipan mejor que fijan. Aspecto este último que explica la entrada de Roque Santa Cruz (se retira con dolencias musculares en el descanso; nada táctico).
3.- Simeone dio entrada a Adrián y Arda. Más abiertos aún que de cotumbre, sabedor ‘El Cholo’ de que es complicado, con Iturra-Camacho y Weligton-Demichelis fluir por el centro. La elección de bandas es distinta a lo acostumbrado. Servidor cree que se debe a dos motivos, que en cierta medida, le resultaron al entrenador del Atlético: 1) La espalda de Gámez es más frágil que la de Monreal. Ahí va Adrián, mucho más incisivo al espacio y nada interior –anula cualquier efecto defensivo de Eliseu, por tanto–; 2) El perfil interior izquierdo del Málaga –donde trabaja Arda– es más débil que el derecho. Allí no hay tanta ayuda interior y Weligton repliega más y salta menos. Consecuencia: más espacio para Arda.
4.- Los primeros quince minutos son de dominio absoluto del Atlético. Supera en intensidad, Simeone noquea con la presencia interior de Emre y las bandas alteradas a Pellegrini, al que le cuesta reaccionar hasta dar con la tecla de Isco en la izquierda para iniciar lentamente desde la banda. Ya perdía 1-0.
5.- El Atleti, con esa fijación que tiene Simeone por generar más por el exterior, obliga al Málaga a ser muy ancho. Le duele. No maneja la situación y se ve superado. Iturra y Camacho achican y se tienen que abrir, momento que aprovechan Emre y Gabi –escalonado con un superlativo Mario– para ocupar los pasillos interiores. Ensanchar por fuera y herir por dentro. Superioridades en todo el campo, que cortocircuita el Málaga con el empate castigando el que, hasta entonces, era el único error tangible de la presión atlética.
6.- Tras el gol, entramos en la 2ª fase del encuentro: el Málaga pausa y se sobrepone al nivel de exigencia física del Atlético, que lleva la intensidad al límite del reglamento. Domina porque es superior en la izquierda, donde se reúnen a emanar fluidez ofensiva Isco, Eliseu, Monreal y Joaquín desde dentro. Con el Málaga empujando al Atlético hacia Courtois, aparece Iturra, con más espacio por dentro, ya que el Atleti necesita enviar refuerzos a la banda. El chileno podría haber tenido mucho, muchísimo peso en el partido, pero no fue así. Sus recepciones interiores fueron dañinas para el propio Málaga: tres, cuatro toques para recibir y orientar. Demasiado lento ante un Atleti que olía sangre cuando este recibía de espaldas.
7.- La salida en transición del Atlético menguó el dominio del Málaga. Pesó el resultado y ambos acabaron guardando la ropa. El partido se rompía pero ninguno defendía con demasiada exposición. Mínimo, con un hombre más con los que llegaba el rival.
8.- La 3ª fase del encuentro es la salida del Cebolla Rodríguez: máxima intensidad, muy profundo e inspirado. El Atlético ahoga al Málaga en el perfil izquierdo. Gámez ya estaba maduro de soportar a Adrián, que pasó al centro, donde el radio de acción le permite aparecer más y mejor. El Málaga sometido, pero Pellegrini vuelve a reaccionar: Portillo por Isco. Y última fase del encuentro. Más pausa, más control, menos vértigo, ventaja para el Málaga. Tímidamente aparece por la zona de Courtois, pero deja de ser profundo. El partido entra en fase de errores no forzados por el contrario, sino por el físico. Falta oxígeno, que se quedó en Europa, y ambos acaban pensando en el rival. Cerrar la virtud del oponente: transición ofensiva. Box to box sin dueño, sin oxígeno, pero con defensa que solo podía resolver el jugador de la Liga con mayor impacto en el área.
y 9.- Falcao. Él explica todo lo demás.
* Fran Alameda es periodista.
– Fotos: Atlético de Madrid
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