1.- Muchos de los puntos escritos en la crónica del Barcelona-Celta podrían valer para el Almería-Barcelona de hoy. Porque, aunque el resultado ha cambiado, el juego y las sensaciones han sido muy similares.
2.- El Almería de Francisco no hizo nada complejo, pero sí muy bien ejecutado, y le sirvió para dominar el partido hasta el minuto 60. 4-3-3 en repliegue bajo, líneas juntas y los 11 jugadores por detrás del balón, defendiendo por acumulación. Cuando Claudio Bravo sacaba de meta, el equipo salía en conjunto para intentar robar arriba. Una vez no se conseguía, vuelta a las posiciones originales y un Barça cortocircuitado.
3.- No solo de la solidez defensiva vivían los andaluces. El Almería salía muy bien al contraataque con la velocidad de Thievy y Zongo desde los costados, y buscaba el balón largo, con Soriano ganándole una y otra vez por arriba a Sergio Busquets. El plan de Francisco sorprendió al Barcelona, ya que no es muy común ver a Soriano jugando por el centro como jugador más adelantado. Hasta que el capitán del Almería aguantó físicamente, la defensa culé estaba siendo dominada por el triángulo que formaban él, Zongo y Thievy.
4.- El Barcelona tenía los mismos problemas que venimos repasando las últimas semanas. Posesión de balón intrascendente y sin control de juego, líneas separadas, balones regalados y Messi, que juega de todo y hace de todo, pero sin ayuda colectiva. El argentino tenía que venir a recibir al lado de Busquets, con 11 jugadores mirándole de frente y poco movimiento de sus compañeros. Producir en un contexto tan complejo era complicado, pero aun así se las apañó para enviar un balón al palo tras un remate de Rakitic que detuvo Rubén. La absoluta dependencia del Barça en que Messi sea principio y final del juego se ejemplifica perfectamente en el minuto 36.
5.- El argentino, aburrido viendo que no intervenía en zonas de peligro, buscó el desborde por dentro cerca del área rival. Tres jugadores del Almería se juntaron por dentro y le robaron el balón. Tras Messi, la nada. Los andaluces pudieron tejer un contragolpe de manual sin que ningún jugador del Barcelona lo evitara. Soriano lanzando y Thievy, que le ganó la espalda y la carrera a Bartra, finalizando. El 1-0 mostraba las carencias en el juego del Barcelona. No hay soluciones ofensivas excepto Messi, y cuando pierde un balón, el equipo no está preparado para defender.
6.- En el descanso entraron Luis Suárez y Neymar por Pedro y Munir, a los que se les vio poco. Parece haber variado el posicionamiento de su delantera Luis Enrique, ya que Munir y Pedro dejaron de jugar por dentro para volver a la línea de cal. El juego siguió siendo deficiente, pero el Barcelona empezaba a transitar el balón por zonas de peligro, con jugadores que sí eran capaces de amenazar cuando el colectivo no ayudaba. Neymar fue importante, pero la clave estuvo en Luis Suárez.
7.- Seguía el Barcelona sin practicar el juego de posición que tantos éxitos le ha dado, pero encontró en el eje Messi-Suárez una vía de peligro constante. El ’10’ conducía, atraía y soltaba para Suárez. El ‘9’, situado como delantero centro, recibía de espaldas y giraba muy bien para buscar la jugada individual o habilitar a sus compañeros. En cada toque de balón, el uruguayo producía. Pareció devolverle al Barcelona un poco de autoestima y confianza para hacer frente a la situación.
8.- El equipo seguía partido, con las líneas separadas y sin plan colectivo de juego, pero el Almería pagó los cambios y nada pudo hacer frente al vendaval Suárez. La entrada de Xavi, que se puso de pivote en lugar Busquets, ordenó (un poco) el juego. Rafinha y Rakitic se movían para liberar por dentro a Xavi y Messi, y en el minuto 72 una gran maniobra de Suárez dentro del área, girándose a la perfección en un palmo de terreo, habilitaba a Neymar para que anotara el gol del empate.
9.- Tres veces estrelló el Barça el balón al palo (una Suárez y dos Messi). Al mal tono de juego general se une el poco acierto en el remate y, para quien crea en ello, algo de mala suerte. En el minuto 81 volvió a aparecer Suárez para darle soluciones a su equipo. Cayendo a la banda derecha, vio a Jordi Alba solo en el segundo palo y le dio una gran asistencia para que marcara el gol de la remontada. El golpeo fue malo, pero el balón entró. Y todo el equipo buscó a Suárez, que no marcó, pero, como Messi, sí jugó. Ante la falta de colectivo: Messi, Suárez y Neymar.
10.- Luis Enrique pidió desde la banda control de balón y así fue, aunque dio tiempo para que Messi tuviera la última ocasión del partido. Rubén le ganó la partida. El récord de Zarra tendrá que esperar. El 1-2 permite al Barcelona sumar los tres puntos y da cierta tranquilidad a Luis Enrique para afrontar el parón por los partidos de selecciones, pero deja las mismas dudas en el juego que se han acrecentado desde el Clásico hasta hoy.
y 11.- El Barcelona necesita definir cuanto antes cuál es el rumbo que quiere tomar, apostar por él y perfeccionarlo en la búsqueda y el análisis de los detalles. Messi no puede ser principio y final del juego si el equipo no le ayuda. Verle recibir en campo propio es una imagen que muestra las carencias actuales en el juego del Barcelona. Por suerte para los de Luis Enrique, el argentino asume la responsabilidad e intenta ofrecer soluciones individuales al desorden colectivo. Y por supuesto, Luis Suárez. Juego de espaldas, caídas a banda, inteligencia y visión de juego. Producción en cada toque. Y victoria. El primer gran partido de Luis Suárez con el Barça. Vendrán muchos más.
* Ismael Ledesma.
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