Uno de los mejores jugadores suizos de la historia y, según la opinión de los que le vieron jugar, un adelantado a su tiempo. Capitaneó a Suiza en dos mundiales y la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) lo nominó entre los 100 mejores jugadores europeos del siglo XX. Nacido el 6 de septiembre en Kusnacht (Suiza), fue un defensa rápido, inteligente, fuerte físicamente y de enorme regularidad. Dotado con gran resistencia y técnica, sacaba la pelota jugada desde atrás y golpeaba el balón de forma excelente con ambas piernas.
Inició su carrera en el Servette FC cuando contaba con 19 años y allí, en la temporada 1929-1930, logró el primer titulo de su palmarés. El conjunto de Ginebra venció en el campeonato suizo tras superar en la liguilla final al Grasshopper y el FC Biel-Bienne. Culminaron una gran temporada después de haber terminado en segundo lugar del torneo de la Suiza Occidental y obtener cuatro victorias y ninguna derrota en la fase final de la liga. Unos meses más tarde hizo las maletas y fichó por el Grasshopper, equipo donde jugaría la mayor parte de su trayectoria. Pronto se hizo un ídolo de la hinchada y los triunfos no tardaron en llegar. En la temporada de su estreno conquistaron la liga al superar al Urania Ginebra Sport y un año después sería la copa la que llegase a las vitrinas del club, de nuevo tras sucumbir en la final el Urania por 5-1. En 1934, tras dos años de sequía, volvieron a hacerse con la victoria en el torneo copero por 2-0 frente al Servette, mientras la liga se les resistía una temporada tras otra.
No fue hasta 1937 cuando el cuadro zuriqués logró un histórico doblete de liga y copa que solo había conseguido diez años antes. En la competición de la regularidad aventajaron en 7 puntos al Young Boys, mientras que en la copa endosaron un tremendo 10-0 al Lausana Sports en la final. Aquella escuadra entrenada por Karl Rappan estaba compuesta por una mayoría de jugadores de la celección suiza, como Alfred Bickel, Willy Huber, Oscar Rauch, Hermann Springer, Sirio Vernati o el propio Minelli, y tenían una manifiesta superioridad sobre el resto de contrincantes. Los entorchados siguieron cayendo de su lado y a la copa de 1938 ante el Servette tras un replay hay que añadir la liga de 1939. La década de los cuarenta se inició con dos trofeos coperos más en 1940 y 1941 frente al FC Grenchen y Servette, de nuevo tras un replay. En el curso de 1942 llegó el defensa Willy Neukom y la espina dorsal del plantel continuaba en su apogeo. Ganaron otro doblete después de ganar por el goal average la liga contra el FC Grenchen e imponerse en la final de copa al Basilea tras un duelo de desempate (3-2). La última temporada de Minelli en el Grasshopper tuvo lugar en 1943 y no pudo tener mejor despedida: dos nuevos títulos que sumar a su brillante currículum. El Lugano fue esta vez el que claudicó a su poderío y tras quedarse a nueve puntos en el campeonato suizo también salió derrotado en la final de copa por 2-1. Minelli firmó por el FC Zúrich, donde compatibilizó los cargos de entrenador y jugador durante tres temporadas. En 1944 y 1945 lograron por los pelos salvar la categoría, pero en 1946, tras ocupar la última posición, bajó a Segunda División. Este hecho hizo optar por la retirada al defensor, que colgó las botas con 37 años y abandonó el cargo de técnico del club.
Con la selección suiza fue internacional en 80 ocasiones entre 1930 y 1943, una cifra altísima para la época. Debutó en un amistoso ante Suecia en Estocolmo que finalizó con victoria escandinava por la mínima. Un año más tarde disputó la primera competición importante con su país, la Copa del Dr. Gero, torneo que jugaban equipos nacionales centroeuropeos. En la edición de 1931-1932 Suiza finalizó última con 5 puntos en 8 partidos, muy lejos del título que se llevó Austria. En 1933 comenzó otra participación, que se alargó hasta 1935, y de nuevo el papel de la Schweizer Nati fue muy pobre, al terminar como farolillo rojo de la liguilla con únicamente tres puntos, logrados tras empatar a dos con Checoslovaquia y vencer a Hungría en Zúrich por 6-2. En las mismas fechas, Minelli fue convocado para los choques de clasificación para el Mundial de Italia de 1934. Quedaron emparejados con la potente Yugoslavia, cuarta en 1930, y con Rumanía en el Grupo 6. Los helvéticos visitaron Belgrado con la imperiosa necesidad de no salir derrotados y obtener un buen resultado. El cuadro plavi se adelantó en el marcador por 2-0 y vio la victoria muy cerca, pero una excelente reacción suiza al final del partido le llevó a lograr la igualada a dos con la que acabaría el duelo. En el siguiente enfrentamiento, ante Rumanía en Berna (Suiza), también se obtuvo un empate a dos, aunque días después, dada la alineación ilegal de Iuliu Baratky, se dio el partido ganado a Suiza por 2-0, lo que le clasificaba para la Copa del Mundo. En tierras italianas el sorteo les deparó como contrincante a los Países Bajos en primera ronda. El equipo, donde además de Minelli destacaban Andre Abegglen, Leopold Kielholz o el arquero Frank Sechehaye, se impuso por 3-2 y pasó de ronda. A continuación el rival fue la potente Checoslovaquia de Nejedly, Svoboda, Puc o Planicka, que se tomó la venganza del choque en la Copa Dr. Gero y les mandó a casa tras derrotarles por 3-2. El defensa suizo llegó a jugar otra Copa Dr. Gero entre 1936 y 1938 y que se declaró inconclusa tras la anexión de Austria a la Alemania nazi. Suiza seguía siendo la escuadra más débil, y antes de la suspensión del torneo figuraba en último lugar con un triunfo y un empate.
El primer día de mayo de 1938, el conjunto dirigido por el austriaco Karl Rappan viajó a Milán para jugar un partido decisivo valedero para el Mundial de Francia de pocas fechas después. Se enfrentaban a Portugal y el ganador lograría el billete para la Copa del Mundo. A la media hora, Suiza ya mandaba en el marcador por 2-0 y solo un tanto de Peyroteo a falta de 20 minutos llevó la intranquilidad al bando helvético, que finalmente venció por 2-1. En el torneo mundialista los suizos sorprendieron a todos los aficionados y no precisamente por su buen juego. Su entrenador Rappan ideó la mítica táctica del catenaccio en esta edición, una variante que nadie había visto hasta entonces. En aquel momento, cuando lo normal era jugar con cinco delanteros, el austriaco decidió prescindir de uno de esos hombres y situarlo por detrás de la línea defensiva, pendiente del atacante que sobrepasase a sus baluartes. El sistema se empleó en el primer partido del torneo, contra Alemania. El enfrentamiento concluyó empate a uno y cinco días después tuvo que repetirse el duelo. Esta vez los suizos, repitiendo la misma formación, apabullaron a los alemanes por 4-2 y se presentaron en cuartos. Allí les esperaba Hungría, que les eliminó al ganar por 2-0 en un encuentro en el que Minelli estuvo en el banquillo. La II Guerra Mundial no impidió que Suiza (país neutral en el conflicto) continuase disputando partidos, y Minelli tuvo la oportunidad de seguir vistiendo la zamarra roja hasta 1943. Su último encuentro se celebró precisamente ante el mismo rival y en el mismo estadio que le había visto debutar trece años antes: Suecia y el Estadio Rasunda. Para completar las casualidades, el choque se decidió por 1-0 a favor de los suecos, como habái ocurrido la otra vez.
En 1949 se incorporó al equipo de la selección suiza junto con Gaston Tschirren y Franco Andreoli. Allí permaneció hasta 1951, estando presente en el Mundial de Brasil, donde el equipo nacional cayó en la primera fase tras ser tercero en el grupo que compartía con Brasil, Yugoslavia y México.
En 1983 fue elegido miembro de honor por la Asociación Suiza de Fútbol. Falleció el 23 de septiembre de 1994 a los 85 años de edad.
* Alberto Cosín.
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