El derbi del norte de Londres se vive con pasión dentro y fuera del campo. Nada más importa horas antes y hasta el día siguiente después del choque para los hinchas de los spurs y los gunners. El de hoy en White Hart Lane no fue la excepción. Intenso desde el primer minuto. Los dos equipos dieron un espectáculo. El partido fue muy igualado, pero al final se lo llevó el Arsenal. Luchó todo el encuentro por defender el golazo tempranero de Rosicky. Wenger tiró de pragmatismo, defender y contragolpear. Luego, solo defender. Per Mertesacker se erigió en esas circunstancias como la figura del partido, con Koscielny como pareja y cómplice.
Arsène repitió el planteamiento del Allianz Arena: 4-1-4-1 con Arteta de mediocentro y Cazorla y Oxlade-Chamberlain como pareja de interiores; Podolski abierto en la izquierda y Rosicky en la derecha; en punta, Giroud. La hoja de ruta era prácticamente la misma, muy reactiva. El Tottenham salió en 4-5-1 con Bentaleb, Sandro y Chadli por dentro, Eriksen en la izquierda y Townsend en la derecha. Arriba estuvo Adebayor. La orden expresa de Sherwood era presionar, achicar, que se jugara en muy pocos metros. La línea defensiva de los locales estaba muy lejos de su portero. El Arsenal se encontró cómodo en esas circunstancias, pues podía transitar. La presión tras pérdida del Tottenham no es la del Bayern Múnich, y en Inglaterra la concesión de espacios está casi estandarizada, así que los rojos sí encontraban formas de salir disparados hacia el gol.
Así llegó el gol de Rosicky. Transición rapidísima hacia la puerta de Lloris, pase del checo a Oxlade, devolución de primera y trallazo cruzado arriba al primer toque. Apenas iban dos minutos de juego. El Arsenal optó por seguir defendiéndose y matar a la contra. El Tottenham enviaba balones a Adebayor todo el tiempo para que él los bajara y su equipo se asentara cerca de Szczesny. Apenas se daba un robo gunner o una pérdida spur, el Arsenal transitaba con espacio y tiempo. Giroud trabajaba muy bien sobre Kaboul y Vertonghen, los fijaba, y así los de atrás tenían más comodidades para mover la pelota. Podolski siempre amenazaba con romper hacia el espacio vacío. Cuando el Arsenal no encontraba vías para verticalizar, tocaba el balón cerca de las líneas de cal y en campo propio. Poco riesgo de parte de Wenger.
La pelota era de los locales y el dominio, de los visitantes. El poco acierto de los gunners en la definición evitó que el marcador se ampliara más a su favor. Aun así, el Tottenham también creaba situaciones de peligro de forma esporádica. Ahí, en ese momento, aparecían Mertesacker y Koscielny. El muro francoalemán del cuadro londinense lleva una temporada excepcional. Hoy, de nuevo, rechazaron cualquier pelota que merodeara su zona. Koscielny tiene una tendencia al anticipo que Mertesacker compensa genial. Ya dentro del área, el exjugador Werder Bremen corta cualquier ataque.
En la segunda parte, el Arsenal dejó de desplegarse con la misma facilidad del primer período. El Tottenham apuró más y ello llevó a Wenger a querer asegurar el resultado. En el otro banquillo, Tim Sherwood también movió sus piezas para buscar la victoria. El técnico local dio entrada a Paulinho por Sandro y a Sigurdsson por Chadli, jugadores con llegada y gol. Al mismo tiempo, el alsaciano metió a Flamini por Rosicky. Paulinho formó pareja con Bentaleb en el centro del campo, Sigurdsson se escoró a la izquierda y Eriksen pasó a ser mediapunta. En el Arsenal, Oxlade se fue a la derecha, y dejó en el centro a Arteta con Flamini. Luego, Monreal entró por Podolski para formar un doble lateral izquierdo.
Eriksen por detrás de Adebayor no produjo mucho y Sherwood decidió seguir cargando el área con Soldado en detrimento del danés. La reacción automática de Wenger fue cambiar a Oxlade por Vermaelen. El Arsenal terminó defendiendo el resultado contra su portería, con una línea de cinco jugadores en el fondo más una de cuatro en el centro del campo. Más de cincuentaitrés despejes, cortesía de Mertesacker y Koscielny. Trabajó mucho y se llevó los tres puntos. Hace siete años que no ganaba el club cañonero en White Hart Lane. Así, quedó empatado con Liverpool a 62 puntos en la segunda posición, detrás del Chelsea, que tiene un partido jugado más, y 66 puntos. El Manchester City tiene 60, pero tres partidos menos que el Chelsea. Queda un poco más de dos meses para que acabe la Premier, y decir quién será el campeón es complicado. Por ahora, Per y Laurent siguen parando galopadas rivales y reventando balones envenenados. Siempre compiten.
* Sebastián Duque es periodista.
– Foto: EFE
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