Rafa Benítez lo tiene claro: el Napoli necesita un mediocentro que saque el balón desde atrás y sepa mover al equipo. Pero sobre todo necesita un mediocentro para tener el balón cuando el resultado acompaña al equipo; ahí es donde el Napoli sufre muchísimo. En ocasiones le cuesta gestionar con cabeza los resultados, su verticalidad a veces le traiciona.
Hablemos en primer lugar de los jugadores que están en esa posición. Los tres suizos–Gökhan Inler, Valon Behrami y Blerim Dzemaili– son la pieza fundamental de la sala de máquinas. Más allá de que los tres sean de la misma nacionalidad, lo realmente curioso es que cada uno de ellos ofrece un registro diferente a Benítez. Inler es el más técnico de todos. El exjugador del Udinese, posee un cañón en ambas piernas y en cierto modo distribuye el balón para todo el equipo, pero no es su mejor cualidad. Debería marcar más goles. Behrami es el perro de presa que todo equipo debe tener en sus filas. Lucha cada balón como si fuera el último y es vital para el equipo. Apenas suma en ataque; su rol en la plantilla es claro. El último, quien menos minutos tiene, es Dzemaili. No es un mediocentro al uso, sencillamente es un llegador que abarca bastante campo. Esa es su mayor cualidad, llegar desde segunda línea y aportar goles. La pasada temporada incluso anotó tres goles en un encuentro.
Más allá de los suizos, Benítez cuenta con dos alternativas más, pero las utiliza realmente poco. En primer lugar está el joven croata de 19 años Josip Radosevic, un centrocampista de mucho futuro que poco a poco va contando con minutos, pero que aún está lejos de lo que necesitaría para crecer más. La segunda opción es una que Walter Mazzarri también trató de aplicar más de una vez: llevar a Marek Hamsík al medio. Es cierto que el equipo gana en circulación y salida de balón, pero de esa forma matas al eslovaco. Hamsík debe jugar cerca del área, donde es prácticamente el mejor trequartista del calcio.
¿Qué nombres maneja el club para reforzar el centro del campo? En primer lugar, en verano el club intentó fichar al joven italiano Marco Verratti (1992). El PSG rechazó por completo la oferta. En este mercado de invierno han sonado diversos nombres, el primero de ellos Maxime Gonalons (1989), jugador que gusta mucho a Benítez. El club italiano ha ofrecido 17 millones, pero el Olympique Lyonnais los ha rechazado. Esperan que finalmente el jugador francés llegue al club. De todos los jugadores que han sonado es quien aporta algo diferente, esa pausa y saber sacar el balón desde atrás. No ofrece muchos goles, de hecho es extraño que haga alguno, pero se le ficharía para otra cosa, no precisamente para anotar. Tanto por edad como por experiencia, es el jugador ideal. El francés termina contrato en el año 2016, por lo tanto si quieren firmarlo tocará soltar una cantidad importante de dinero. La segunda opción es otra que se esfumó como la de Verratti: el belga Radja Nainggolan (1988). El club partenopeo parecía tenerlo todo cerrado, una cesión y opción de compra, pero finalmente el jugador belga ha terminado recalando en la Roma. El jugador del Oporto Fernando (1987) es otra de las opciones –termina contrato este mismo verano–. Es un jugador muy interesante que abarca mucho terreno de juego, pero no es precisamente lo que necesita el club. Ya hay jugadores que cumplen ese mismo perfil. Por último, se ha sumado a la lista otro francés, el jugador del Rubin Kazan Yann M’Vila (1990). No sería un fichaje fácil, pues termina contrato en el año 2017. Es un mediocentro bastante técnico, pero se ha estancado bastante.
Dentro de poco saldremos de dudas, pero el Napoli no debe volverse loco. Tan solo necesita un mediocentro que cumpla el perfil indicado, que sepa mover el balón y pueda aportar tanto ritmo como pausa en los momentos necesarios. No es una tarea fácil, pero Benítez sabrá quién es el más conveniente para ese puesto.
* Iñaki Lorda.
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