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El primer cuarto de hora del segundo tiempo le ha bastado a Suecia para sacar su rodillo a pasear y fusilar hasta tres veces la portería italiana. Suecia, con Schelin a la cabeza, ha dejado claro que el tropiezo de la primera jornada y el penalti errado solo fueron los nervios del principio de torneo. Con el paso de los minutos en cada partido, Suecia ha ido creciendo y llega a los cuartos con su estrella Schelin como pichichi del torneo (junto a su compatriota Fischer) y con el rodillo afinado para sacarlo a partir del próximo domingo.
Suecia e Italia se jugaban la primera plaza del Grupo A. Los dos equipos rotaron y dieron minutos a las jugadoras menos utilizadas. Más rotaciones en el cuadro de Antonio Cabrini, que dejó a hasta seis jugadoras titulares en los otros dos partidos fuera del once: Panico, Gabbiadini, Tuttino, Stracchi, Salvai y Bartoli. Pia Sundhage solo dejó a Jakobssen y Nilsson con respecto al partido de Finlandia.
Italia esperó a Suecia con 4-1-4-1. Aprovechó las dimensiones reducidas del Halmstad Arena para esperar a Suecia y embotellarla por dentro. Cerraba muy bien todas las líneas de pase con una Rosucci fantástica por delante de la defensa llegando a todas las ayudas y anticipándose a la segunda jugada sueca. Italia se mostró cómoda dejándole el balón a Suecia, se replegaba atrás, evitaba la transición rápida defensa-ataque del conjunto escandinavo y buscaba una salida rápida. Suecia, ante los problemas que tenía de combinación interior, optó por el juego directo sobre sus dos puntas: Asllani y Schelin. Jugadas aisladas, balones centrales muy cómodos para las centrales italianas, que apenas sufrían en esas jugadas y evitaban el peligro sueco.
Italia se marchó al descanso con un 0-0 que buscó y defendió a la perfección. Siempre replegada, no se excedió en ataque y se resguardó atrás para evitar la salida rápida de Suecia con sus puntas yendo al espacio. Antonio Cabrini diseñó un partido que sus jugadoras ejecutaron de forma excelente en el primer tiempo gracias a un inconmensurable trabajo defensivo.
Sundhage quitó en el descanso a una tocada Asllani y metió a Schough; liberó más a Schelin para que en ataque se descolgase por fuera y estuviera más libre al marcaje de la defensa italiana. Y el plan a la seleccionadora sueca le salió redondo, porque su equipo se puso 2-0 en apenas cinco minutos del segundo tiempo. Todo esto con la ayuda de la defensa italiana, que olvidó su primer tiempo para regalar dos goles a una Suecia que no desaprovechó el favor. Schough, en la primera jugada en la que intervino, marcó con la ayuda inestimable de la portera Marchitelli, y dos minutos más tarde Hammarström cabeceó un saque de puerta de Italia, y cabezazo que se convirtió en un pase al espacio para que Schelin corriera ante la inacción de las centrales italianas D’Adda y Marnieri. Al espacio, como le gusta a la estrella sueca, dejó finiquitado el partido tras ponerse nerviosa ante Marchitelli. En cinco minutos, como quien no quiere la cosa, el rodillo sueco tumbó a una Italia que no encontró lugar a la reacción. Todavía quedaba otro más. Schelin volvió atacar al espacio, apareció por la derecha, conectó la moto, llegó a línea de fondo y se la dio a Öqvist para que firmara el tercero y redondeara una gran actuación. La extrema sueca volvió a realizar un trabajo muy importante para su equipo. Pia Sundhage le dio mayor libertad a Schelin y ésta lo aprovechó para afinar su rifle y dejar a Italia sin opciones.
Antonio Cabrini vio cómo su plan se iba al traste en 15 minutos, tras el despliegue del rodillo sueco. Dio entrada a Panico y Gabbiadini para maquillar el resultado. El partido decayó, Suecia comenzó a dosificar esfuerzos e Italia puso una marcha más buscando un gol que llegó tras el saque de una falta en la que Gabbiadini aprovechó el fallo en el marcaje de la defensa sueca para poner el 3-1. Partido finiquitado. Suecia, que cuando apretó sentenció el partido, e Italia, que mostró una gran cara durante 45 minutos pero se derrumbó en el primer cuarto de hora del segundo tiempo. Aun así ha conseguido una segunda plaza muy meritoria y ha dado descanso a varias titulares pensando en los cuartos de final, donde será un equipo muy duro de vencer.
En el otro choque, Finlandia pudo enterrar las opciones de Dinamarca para clasificarse a los cuartos de final. Uno de los equipos que más ha gustado con su fútbol, como es Dinamarca, tiene un pie y medio fuera por su inocencia en el área rival, donde nunca ha sabido matar a sus rivales. Ni lo hizo ante Suecia, ni ante Italia y tampoco hoy contra Finlandia, que ha conseguido su único gol del torneo en los últimos minutos gracias a un cabezazo de Sjölund.
Un choque donde las danesas buscaban la victoria para acabar con cuatro puntos y conseguir la mayor diferencia de goles posible y de esta manera tener claras opciones de ser una de las mejores terceras. Pero no consiguieron ni lo uno ni lo otro. Y de nuevo porque de la primera a la segunda parte mostraron una cara muy distinta y porque arriba son un flan que no materializa las numerosas ocasiones que genera.
Dominio absoluto del juego, del control del partido y de la posesión. Knudser, Pedersen y Brogaard generaban todo el fútbol ofensivo de Dinamarca ante una Finlandia que solo se limitaba a defender porque no tiene otros argumentos. Un equipo finlandés que es el más flojo de este campeonato de Europa en cuanto a sensaciones de juego. Dinamarca comenzó a llegar y a hacer goles, uno de ellos mal anulado a Harder. A la media hora ya vencía gracias al gol de Brogaard y las ocasiones se sucedían una tras otra. Encerraba a Finlandia en su área y le hacía defender en el área pequeña, pero sin ser capaz de batir su portería.
Y la inocencia en la parte de arriba la paga en el segundo tiempo. Vuelve a bajar el nivel como en anteriores partidos, una señal bastante nada buena en un equipo que realiza unos muy buenos tramos de juego teniendo el balón y sometiendo al rival pero que sin explicación alguna baja el nivel en los segundos tiempos. Sigue llegando porque Finlandia muestra debilidad en todas sus líneas, pero no aprovecha ninguna ocasión. Todas se van fuera, disparos muy desviados, ansiedad por cerrar el partido cuanto antes y evitar cualquier susto. Dinamarca le comienza a pesar la sensación de que el partido sigue abierto y muestra su inocencia y debilidad mental en la única acción donde Finlandia puede empatar el partido, que es un balón parado. Sjölund ataca muy bien el primer palo y le inyecta un jarro de agua fría que derrumba a una Dinamarca que no tiene tiempo para reaccionar.
Las caras danesas tras el pitido final reflejaban su impotencia de que todo puede acabar aquí. Han hecho un gran fútbol, han puesto contra las cuerdas a Suecia durante varios tramos del partido inagural, pero la inocencia, la debilidad en la definición final de las jugadas las puede dejar fuera del torneo. Son terceras con solo dos puntos, -1 en el goal average general y 3 goles a favor. Situación grave, ya que tiene que esperar que mañana Países Bajos (-1 goal average y 0 goles) e Islandia (-3 en el goal average) empaten a tres o menos goles para permanecer en la Euro unos días más. Si no ocurre eso mañana, la otra oportunidad es que Rusia empate o pierda (tiene -2 en el goal average) e Inglaterra pierda o empate a cero goles contra Francia (tiene -1 en el goal average y tres goles).
* Fran Moreno es periodista.
– Fotos: Sportsfile – AFP
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