A día de hoy su nombre evoca tiempos gloriosos de un club que actualmente se encuentra en la tercera categoría del futbol español, la Segunda División B. Con 48 tantos, Santiago Urtizberea es el máximo goleador del Real Unión en las únicas cuatro temporadas que militó el conjunto de irunés en Primera División, a finales de la década de los 20 y comienzo de los 30. Nacido en Irún, municipio de Guipúzcoa el 25 de Julio de 1909, fue un delantero centro muy corpulento, fuerte y potente, con un físico arrollador no paraba de correr pese a su complexión a lo que hay que unir su oportunismo en el área y su magnífico remate de cabeza.
Comenzó a jugar de niño en las calles de su población y pronto entró a formar parte del equipo más prestigioso de la localidad, el Real Unión. Cuando contaba con 15 años debutó con el conjunto irunés en varios partidos amistosos, y en la temporada 1926-27 se le hizo ficha del primer equipo. Era una época en que el Real Unión estaba en la élite del fútbol español, se había proclamado campeón de Copa en 1924 y lo volvió a conseguir precisamente en 1927, tras derrotar en la final por 1-0 al Arenas de Guetxo, sin que Urtizberea participase en ningún encuentro.
Para llegar a dicho torneo con anterioridad se disputaban los campeonatos regionales, y el Real Unión conquistó las ediciones de 1926 y 1928 por delante de Real Sociedad y Osasuna, con Urtizberea en la plantilla. Un año más tarde daba comienzo la recién creada competición liguera, el ariete no partió como titular los primeros encuentros pero en la quinta jornada se le dio la primera oportunidad y no la desaprovechó. Visitaban al Europa en el campo de El Ginardó, y Urtizberea anotó dos tantos que ayudaron a reflejar un 3-3 en el marcador final. A partir de ahí se hizo un hueco en el once y finalizó el curso como máximo goleador, junto a Luis Regueiro, con 11 tantos, clave en el noveno puesto de la entidad de Irún en la clasificación.
Durante las dos temporadas siguientes su nivel goleador aumentó, y en la campaña 1929-30 marcó 18 goles, por 15 en la de 1930-31. Además, en ambos cursos el Real Unión amplió su palmarés con otros dos campeonatos regionales, tras superar a la Real Sociedad en 1930 y al CD Logroño en 1931. Sin embargo, en 1932 el conjunto fronterizo vivió el drama del descenso con el que ya estaba coqueteando los años anteriores. Finalizó en última posición de la tabla y desde entonces no ha podido volver a saborear la primera división española.
En dicho curso se le juntaron muchos problemas. A la marcha de Luis Regueiro al Real Madrid un año antes, se le juntaron el ocaso de las carreras de René Petit y Gamborena, la excesiva juventud del plantel y la mala campaña de Urtizberea, lastrado por las lesiones que le permitieron anotar sólo cuatro dianas. A mitad de la siguiente temporada, 1932-33, Urtizberea abandona el Real Unión en Segunda División y ficha por el Donostia FC -actual Real Sociedad-, le firman un contrato profesional y, ya en plena forma, realiza un gran trabajo para la permanencia del club txuri-urdin en la máxima categoría, al lograr 12 goles en 8 partidos para que el Donostia FC terminase en sexta posición.
En el curso 1933-34 sus números siguen siendo importantes de cara a puerta y consigue 10 goles en 11 partidos, el Donostia mejora un puesto respecto al año anterior y a final de temporada Urtizberea solicita la baja para regresar al equipo de su tierra e intentar que vuelva a Primera División. El objetivo durante dos años es un fracaso: el Real Unión se posiciona 5º en 1935 y 8º en 1936 y en el verano de este año cuando estalla la Guerra Civil el delantero decide exiliarse a Francia.
En el país vecino se estaba formando un nuevo club tras las fusión de dos equipos amateur de la ciudad de Burdeos, el fruto del FC Girondins de Burdeos. Los dirigentes contrataron como entrenador a Benito Diaz ,quien para su proyecto decidió contar con dos paisanos, Jaime Mancisidor y el propio Santiago Urtizberea, que llegaron al conjunto de la Aquitania en 1937.
En su primera campaña lograron el Campeonato de Francia Amateur al imponerse en la final por 2-1 al FC Scionzier, con dos goles de Urtizberea. Esto permite que el Girondins sea elegido como miembro de la Liga Profesional y en 1938 comience en la segunda categoría. Los resultados no son los esperados y no se consigue ascender en los dos siguientes años. En ese momento estalla la II Guerra Mundial que convierte en un caos cualquier competición deportiva en Francia. Los campeonatos de liga se ven afectados aunque la plantilla del Girondins permanece casi intacta y la institución sale beneficiada para los próximos compromisos oficiales. En 1940 se proclaman campeones de la zona sudoeste y, tras vencer por 3-0 al OGC Niza, se convierten en campeones del sur de Francia. Lamentablemente no se pudo conocer al campeón de Francia de ese año, puesto que en el norte no hubo competición por culpa de la invasión nazi.
El primer gran éxito a nivel nacional llegó en 1941 con la Copa de Francia. Debido a la situación del país se disputaron varias finales y en todas ellas resultó ganador. Primero se enfrentó al FC Red Star por el campeonato de la Francia ocupada, con un resultado de 3-1; a continuación venció por 3-1 al Toulose FC, campeón de la Francia libre o de Vichy; y por último se impuso al SC Fives de la zona del norte por 2-0, ambos tantos materializados por Urtizberea. En 1943, tras la marcha del húngaro Stern, una nueva faceta llega a la vida del delantero de Irún: se convierte interinamente en entrenador-jugador y se llega a la segunda final de la Copa, aunque esta vez no pueden ganar al caer ante el Olympique de Marsella en el partido de desempate por un claro 4-0.
Un año más tarde se consigue otro Campeonato de Francia Amateur tras derrotar en la final al AS Cannes por 2-1, el primero obra de Urtizberea. Este resultado ayudó a que el Girondins por fin debutase en Primera División en 1945, tras el final del conflicto bélico que sacudió el mundo durante seis años. El sueño duró solamente dos campañas y, tras finalizar en 14ª posición en 1946, se descendió en 1947 al ser antepenúltimos con 31 puntos. Un Urtizberea muy veterano disputa varios partidos en segunda y pone punto y final a su larga carrera en 1948, con casi 39 años.
Después de su larga trayectoria dirigió a varios equipos de la cantera del Girondins y se centró en la formación de jugadores, cargo por el que fue muy apreciado en la ciudad del vino. Unos años más tarde se volvió a sentar en el banquillo del primer equipo, fue en 1957 cuando militaban en segunda y el propósito era ascender, algo que no se consiguió tras acabar en el quinto puesto.
Vivió muchos años en la localidad de San Juan de Luz pero falleció el 18 de enero de 1985, a los 75 años, en Irún, la ciudad que le vio nacer y marcar multitud de goles.
* Alberto Cosín
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