En los espacios sin aire por los que a menudo camina un club grande, suele encontrar una pieza de oxígeno para respirar. Sirve, por tanto, para exhibir la medianía de esa parte del tránsito. Sánchez Miño es el jugador superior. El tipo que no quiere jugar de lateral izquierdo por temor a que se convierta en un jugador secundario por ocupar una posición trivial en el juego de Boca. Técnica y físicamente bien dotado, podría ser el ’10’, el ’11’ y, si se lo propone, el punta, pero deambula como ajustador de posiciones. Vive a la sombra del corsé de Falcioni y por eso mismo desconocemos su tope. Tal vez no sea tan bueno, pero en este Boca lo parece.
FICHA TÉCNICA
Reactivo, dinámico y presente. Aspecto que le permite la polivalencia, probablemente uno de sus fuertes. Sin ser demasiado alto, es potente, conduce erguido y tiene un cambio de ritmo corto pero intenso apareciendo por banda. En su origen es lateral y tiene cualidades físicas para ello, pero su talento lo autoriza para más. El tren inferior es apto para competir a nivel físico con jugadores más corpulentos y además le permite chocar y soportar.
Partiendo de la idea de que su posición original es el lateral izquierdo, podríamos asegurar que, técnicamente, es muy superior a la media. Zurdo cerrado, pero técnico. Sus recepciones son notables cuando el balón va hacia su pierna buena mientras que su capacidad asociativa no se resiente siempre que el balón circule. Por eso, probablemente nunca haya dispuesto de minutos en la derecha. Golpeando el balón también es notable, no del todo disparando, pero sí en sus centros usando el interior del pie.
El ecosistema (mediocre) por el que circula Boca Juniors le permite, con seguridad, ser más de lo que es (o de lo que sería), porque su toma de decisiones aún está lejos de ser la mejor. Aunque la gambeta en corto no es una apuesta segura en el jugador, su capacidad para pisar y girar el sentido de la conducción le permite pausar y verticalizar a su gusto, aunque a menudo demasiado condicionado por su pierna buena, por lo que su salida definitiva es casi siempre externa.
Puede ocupar cualquier posición partiendo desde el sector izquierdo. Habitualmente parte como lateral, pero en el 4-3-1-2 que utiliza Falcioni funciona bien como interior, aunque se pierde ligeramente yendo hacia el carril central por su continua orientación hacia el perfil exterior, en su caso, el izquierdo. Su aportación colectiva es óptima puesto que es uno de los desequilibrios diferenciales de Boca gracias a la conducción. Queda mermada cuando juega de interior, pero el contexto aleja al jugador del lateral donde él mismo teme ser trivial, puesto que las posesiones son cortas y directas en busca de Silva-Viatri y no favorece la llegada de los laterales. Repliega bien, pero es liviano a la hora de mantener la posición, por lo que necesita algún barredor cerca.
* Fran Alameda es periodista.
– Fotos: Boca Juniors
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