"El éxito se mide por el número de ojos que brillan a tu alrededor". Benjamin Zander
Siguiendo con nuestra serie de deporte y cine, en este capítulo, aprovechando la reciente realización del Mundial de Natación en Barcelona, vamos a analizar la relación entre ese deporte y el séptimo arte. En este sentido, y para no hacer un artículo demasiado largo, hemos decidido dividirlo en dos partes. La primera está dedicada al waterpolo, saltos, high diving, natación sincronizada y aguas abiertas, y la segunda, exclusivamente a la natación.
Las disciplinas acuáticas han tenido una de las conexiones más fuertes de la historia del cine, debido a las famosas películas de ballet acuático de Esther Williams en la década de los cuarenta y cincuenta que tanto han influido en el desarrollo de la natación sincronizada, en especial a nivel estético.
En este sentido hemos elegido únicamente una película de Esther Williams para mostrar la mayor diversidad posible y no acabar haciendo un monográfico de ella.
Curiosamente, las únicas películas posteriores que hemos encontrado a las de la sirena Williams son historias de natación sincronizada masculina, deporte no reconocido en campeonatos oficiales.
Los saltos han tenido un cierto predicamento, ya que su estética permite plasmar la disciplina adecuadadamente en el terreno cinematográfico, aunque las películas que se han hecho no son precisamente ninguna maravilla, incluyendo una biografía del gran Greg Louganis, al que conocimos personalmente en el pasado mundial y fue tan amable de hacernos llegar su película.
La reciente incorporación del high diving o saltos de gran altura a las competiciones oficiales nos permite introducir una película clásica, precursora de la especialidad y con un protagonista muy famoso.
La disciplina de las aguas abiertas, por su parte, permite contar historias de superación personal y de una cierta épica de manera similar a la maratón. El problema intrínseco de filmar la natación, donde no puede haber diálogo y la monotonía se adueña de los planos, deriva en visiones más artísticas o del entorno que la rodea, con la ventaja de que las aguas abiertas permiten escenarios mucho más espectaculares que la piscina cerrada.
Por último, el pariente pobre desde el punto de vista cinematográfico es el waterpolo, pero estamos contentos de haber encontrado una película realmente remarcable y dedicada a este deporte, aunque nos hayamos ido a Hungría para ello.
En este caso, la presentación de este grupo de películas la haremos por bloques, ordenadas dentro de cada disciplina de menor a mayor calidad siguiendo nomenclatura propia de cada una para darle así un toque diferente. Mencionar la alegría de haber encontrado un elemento español entre las películas, con la actriz María Valverde en un papel protagonista. Como siempre, esta clasificación es nuestra opinión personal, en la que valoramos los méritos cinematográficos y deportivos a partes iguales, premiando aquéllas que consiguen conjuntar mejor ambos factores.
Waterpolo
Película húngara que narra de forma paralela la invasión rusa de Budapest y la semifinal olímpica de waterpolo que enfrentó en los JJ. OO. de Melbourne’56 a Rusia y Hungría y que fue recordada como el partido de la sangre en el agua. Uno de los más brutales de la historia de este deporte.
Para encontrar la única película sobre waterpolo nos hemos tenido que ir a Hungría, donde es un deporte nacional. De la mano del conocido guionista Joe Eszterhas (Instinto básico, Showgirls), nacido en ese país, somos testigos de una conmovedora historia que entrelaza dos de los hechos más relevantes de la década de los cincuenta en el país húngaro.
La película empieza con un violento partido de waterpolo en Moscú, donde los húngaros son derrotados por un arbitraje parcial y menospreciados por los jugadores soviéticos, y finaliza con la histórica victoria por 4-0 en la semifinal de Melbourne, lo que suponía una especie de venganza deportiva de la invasión soviética de Hungría.
El tramo central de la película trata del levantamiento húngaro contra los soviéticos, con el apoyo de algunos de sus jugadores a pesar de las presiones del aparato político del partido comunista del país. La obra es muy dura en todos los sentidos, tanto en lo referente a la invasión soviética como al propio deporte. El waterpolo está muy bien filmado y los partidos reflejan la tensión existente en los mismos. Una gran película. Si quieren ahondar más en el tema, recomendamos el documental Freedom’s Fury, sobre el mismo partido y con los auténticos protagonistas.
Recomendable para fans del waterpolo y de la historia del telón de acero.
Aguas abiertas
Un campeón de natación en aguas abiertas es acusado de doping y huye de la ciudad para refugiarse en un desierto. Años más tarde, vuelve y decide competir en el Maratón Ciudad de Rosario en el Rio Paraná.
Floja película argentina, más rara que un perro verde, que sin embargo sorprende por la variedad y calidad de sus escenas deportivas. El uso de la cámara debajo del agua es sublime, innovador y permite vibrar en las numerosas carreras en las que participa el protagonista. Su principal lastre reside en el ritmo, tortuoso, que dificulta el seguimiento y la pasión.
Recomendable para los amantes de las imágenes novedosas y espectaculares.
Un trabajador de una naviera pierde su puesto de trabajo y sufre una grave crisis. Un buen día decide cruzar a nado el Canal de la Mancha.
Simpática historia de superación personal, clásica del cine británico, que se sigue con interés de principio a fin. Está protagonizada por Peter Mullan y Brenda Blethyn, la inolvidable Chynthia Rose Purley de la no menos inolvidable Secretos y mentiras, de Mike Leigh. El Canal de la Mancha, entre las Islas Británicas y Francia, es un auténtico mito para los aficionados a las aguas abiertas. Sus frías corrientes, sus galernas y su impredecible clima la han convertido en una meta difícil y atractiva para los nadadores de larga distancia.
En esta ocasión se ofrece como la tabla de salvación para el protagonista, una especie de redención con la que busca encontrar su hueco en el mundo al mismo tiempo que rehace su vida familiar. El cine de esas latitudes siempre ha sabido vender estos productos con mucha mano, apoyándose en un estilo agridulce que tantos buenos resultados ofrece desde los tiempos de Full Monty.
Peter Mullan entrena fundamentalmente en una piscina, y al final de la película le vemos competir contra sí mismo en el Canal de la Mancha, con unos paisajes de excepción. Es una película recomendable, con sabor a salitre, que deja un buen sabor de boca.
Recomendable para los que disfrutan con las historias de superación personal.
Un joven procedente del Kurdistán viaja a Inglaterra para reunirse con su novia. Cuando llega a Francia las autoridades le impiden cruzar el Canal de la Mancha y decide atravesarlo a nado con la ayuda de un entrenador.
Grata sorpresa, uno de los títulos más recomendables de la lista. Construye un discurso sólido con un estilo sobrio pero sincero. Se agradece que se aleje de la dictadura de lo políticamente correcto para mostrarnos sin ambages el sufrimiento de un grupo de personas que se agarran desesperados a la vida. En el bando contrario encontramos a un personaje acomodado que decide volcarse en la solidaridad para enderezar el rumbo de los que le rodean y también el suyo, en un gesto de generosidad verdadero y altruista.
El Canal de la Mancha y las piscinas, a modo de entrenamiento, vuelven a ser los escenarios donde vemos al protagonista progresar en el agua. Al final se tirará al agua para cumplir su sueño.
Imprescindible para los amantes de las historias con poso.
Natación sincronizada
Comedia japonesa sobre la formación de un equipo de natación sincronizada masculina en un instituto a partir de la iniciativa del único nadador del equipo, ante la mofa y la befa de sus compañeros.
Astracanada japonesa a medio camino entre un comic de Doraemon y Humor Amarillo, que describe la formación de un equipo masculino de natación sincronizada entrenado por un adiestrador de delfines.
El humor japonés es de difícil comprensión para nuestra mentalidad, y esta película, que fue un enorme éxito en su país, es el mejor ejemplo. Sin embargo, abundan las escenas de natación sincronizada con bastantes elementos técnicos. El festival final muestra unas coreografías acuáticas con muchísimos nadadores y de bastante nivel estético, dignas de una película de Esther Williams, que compensan en parte la enormidad de gañotas y gestos que tenemos que soportar.
Recomendable para amantes de las coreografías acuáticas y de la serie Humor Amarillo.
Película sueca sobre un grupo de hombres maduros que decide forman un equipo de natación sincronizada para representar a Suecia en la primera Copa del Mundo masculina que se disputará en Berlín.
Agradable comedia de tono agridulce que trata de un grupo de hombres maduros, jugadores de un equipo de bandy (hockey sueco) inmersos en una crisis de mediana edad que superan gracias a la formación de un equipo de natación sincronizada. Gracias a ello consiguen resolver sus problemas personales y familiares.
Muestra todas las etapas de aprendizaje de los elementos básicos de este deporte gracias a la ayuda de la hija de uno de ellos, practicante, finalizando en un clímax adecuado con una rutina de equipo en el campeonato de Berlín. Destacan en los títulos de crédito finales unas magníficas imágenes de archivo de competiciones masculinas de la década de los veinte y treinta del siglo pasado.
Recomendable para amantes de la natación sincronizada y películas estilo Full Monty.
Biopic sobre Annette Kellerman, antigua estrella australiana de la natación sincronizada.
Entrañable película protagonizada por Esther Williams, actriz estadounidense célebre por liderar una serie de musicales con espectáculos acuáticos. En esta ocasión interpreta a Annette Kellerman, la pionera de la natación sincronizada, en una obra que se sigue con interés y que cuenta como valor añadido con unos números en el agua absolutamente espectaculares. De matrícula de honor.
Presenciamos su recorrido desde las aguas abiertas hasta la natación pasando por los saltos, una disciplina en la que también vemos unas piruetas muy meritorias. El resto de la película contiene la clásica mezcla de la época compuesta por unas gotas de humor y otras de melodrama que, como suele ser habitual, han envejecido bastante mal con el tiempo. Pero cada vez que el agua sale a la escena el título gana muchos enteros. Seguro que Gemma Mengual, Ona Carbonell y compañía la han visto en algún momento de su adolescencia.
Recomendable para los amantes de la natación sincronizada y seguidores de Esther Williams.
Saltos
Una profesora de un colegio británico de élite se enamora de una de sus alumnas, lo que desencadena una serie de envidias y problemas en el seno del equipo de saltos.
Sinsorga y superflua película que desperdicia una historia a priori atractiva que alguien con talento no habría desaprovechado. María Valverde y Eva Green forman la dupla de protagonistas en un colegio elitista. La llegada de la primera es motivo de conflicto en un grupo donde los roles ya estaban repartidos. Su principal problema estriba en el ritmo, un tanto tedioso, y su ñoñería, que provoca rechazo.
En el lado opuesto encontramos varias escenas recomendables de saltos, con especial mención al precioso trampolín de madera. Las maniobras en el aire son sumamente estéticas y merecen un aplauso. Poco más podemos destacar.
Recomendable para niñas y adultas que aún lo sigan siendo.
Un saltador de trampolín de un metro debe vencer su miedo a las alturas para saltar de la plataforma de 10 metros y conseguir clasificarse para los campeonatos estatales.
Película muy floja, empezando por la delirante traducción al español de su título, con todos los clichés de las obras de instituto americanas. La historia de un saltador con miedo a las alturas no se sostiene por ningún lado, aunque la calidad de los saltos es bastante correcta, pero sus amoríos con una profesora de la escuela y el bullying que sufre por parte de algunos de sus compañeros e incluso su entrenador son verdaderamente sonrojantes.
La competición final depara saltos de bastante calidad, aunque con el gravísimo fallo técnico de cambiar un salto por otro de más dificultad en el último intento. Lo hace para intentar ganar y le añade dramatismo al final, aunque como pueden imaginarse es una conducta prohibida en la realidad.
Recomendable para amantes de comedias de instituto y saltadores de alturas bajas.
Un millonario sin estudios, antiguo saltador amateur, decide matricularse en la universidad para dar ejemplo y ayudar a su hijo, que forma parte del equipo de saltos, a seguir en los estudios y en el equipo, en el que lógicamente va a acabar el padre.
Comedia realizada a mayor gloria de Rodney Dangerfield, un cómico que es una especie de Quique Camoiras americano, especializado en humor chusco y de brocha gorda. La película es una sucesión de gags del propio Dangerfield, donde podemos ver en un papel secundario al famosísimo en la actualidad Robert Downey Jr.
Los saltos están bastante presentes en toda la película, con entrenamientos y con el clímax del padre barrigudo participando en la competición final, donde ejecuta un salto completamente imposible. Con todo, éste es realmente sorprendente por las piruetas que realiza y justifica por sí sólo su inclusión en la lista.
Recomendada para los seguidores de las comedias de Pajares y Esteso y de los saltos imposibles.
TV movie sobre Greg Louganis, uno de los mejores clavadistas de la historia de la natación.
Discreto telefilme con aires de folletín que cuenta la historia de Greg Louganis. El saltador norteamericano experimentó grandes alegrías deportivas y bastantes penurias vitales, pero el director no es hábil a la hora de mostrarlo y el actor principal no deja que penetremos en sus emociones por culpa de una interpretación mediocre. Sí, es Mario López, uno de los actores de la serie Salvados por la campana.
Tenemos la oportunidad de presenciar su participación en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles’84 y Seúl’88, donde logró un total de cuatro medallas de oro, y también uno de los momentos más famosos de la historia del deporte cuando se dio con su cabeza en el trampolín. La película también muestra sus problemas cuando fue diagnosticado de sida, los miedos y temores que debió afrontar y la particular y controvertida relación con su padre.
Imprescindible para los amantes de los saltos de trampolín; prescindible para los demás.
Saltos de gran altura (High Diving)
Elvis es un salvavidas que trabaja también como cantante en un hotel de Acapulco. Se enamora de una chica, la despampanante Ursula Andress, cuyo novio es el campeón de saltos de gran altura desde la Quebrada de Acapulco.
Típica película de Elvis Presley que alterna canciones con postales turísticas de Acapulco en una clara promoción turística de la ciudad mexicana, donde los clavados y los clavadistas, desde la Quebrada, forman parte integrante de la trama de la película.
Entre canción y canción vemos saltos espectaculares, con un gran final desde la plataforma de gran altura, que en aquella época dejaban boquiabierto a todo el mundo y que son un claro precursor de las competiciones de saltos de gran altura que han sido incorporados al programa oficial de la FINA.
Recomendable para fans de Elvis y de los saltos de gran altura.
Esta primera remesa de películas nos ha dejado un buen sabor de boca. No nos hemos ahogado con ninguna, aunque ya les hemos confesado que ha habido alguna que otra fuga de agua… Esperemos que disfruten con esta selección variopinta y heterogénea, que se ha apoyado en títulos de ayer y de hoy. Nos han brillado los ojos con algunos recursos estilísticos, hemos gozado con algunas piruetas verdaderamente espectaculares y hemos comprobado que las pruebas de aguas abiertas son una excelente plataforma para desarrollar historias de superación personal.
* Mikel Madinabeitia (periodista) y Lorenzo Mejino (experto en comunicación).
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