Uno de los mejores jugadores zurdos que ha tenido el fútbol español en los últimos cuarenta años. Habitualmente con el dorsal ’11’ en la espalda, desarrolló su carrera en el Real Unión, la Real Sociedad, el Atlético de Madrid y el Real Betis. Nacido el 19 de abril de 1958 en Fez (Marruecos), se desempeñaba como extremo izquierdo. Futbolista menudo, pero muy técnico, rápido y habilidoso, tenía un gran desparpajo y elegancia en su juego. Se le conoció con el apodo de El pequeño diablo, sobrenombre que le puso el Príncipe Rainiero tras verle en un torneo de juveniles en Mónaco (Le petit diable).
Por circunstancias familiares creció en Marruecos, donde trabajaban sus padres, pero a los 8 años se instalaron en Irún y López Ufarte empezó a jugar al fútbol en el equipo Las Vegas. El gran club de la ciudad, el Real Unión le incorporó a su cantera y con 15 años llegó al primer equipo, que por entonces estaba en Tercera División. Fue en ese momento cuando la Real Sociedad lo contrató, aunque lo dejó en el cuadro irundarra un año más como cedido.
Su desembarco en el club txuri-urdin se produjo en 1975, y el estreno oficial no pudo tener un mejor rival, el Athletic Club en un derbi vasco de la jornada 11 de liga. Aquel curso de 1975-1976 apenas dispuso de oportunidades, pero a partir de la siguiente temporada se hizo un fijo de la banda izquierda en Atocha. Irulegui le dio la alternativa junto a otros lozanos futbolistas como Arconada, Zamora, Idígoras o Satrústegui y la Real finalizó en mitad de la tabla, por delante del Real Madrid. Además, El pequeño diablo consiguió siete tantos, siendo el primero de su carrera en la máxima categoría el logrado frente al Atlético de Madrid en la jornada 4.
La progresión del zurdo fue magnífica y la Real, con sus jóvenes valores, fue subiendo de nivel cada campaña que pasaba. En la temporada 1978-1979, ya con Alberto Ormaechea en el banco López Ufarte se fue a los 12 goles en liga, incluido un gran doblete ante el Barça, y la Real alcanzó el cuarto puesto y la clasificación para la Copa de la UEFA. En el curso posterior luchó con el Real Madrid con el título, aunque finalmente obtuvó el subcampeonato por un punto de diferencia.
La llegada de la década de los 80 supuso para los donostiarras vivir la gran época dorada de la institución. Lo alcanzado años antes fue un signo de lo que estaba por venir al conquistar dos ligas consecutivas y dominar el fútbol español por delante de los grandes. López Ufarte fue uno de los grandes artífices con dos campañas a un altísimo nivel y un gol para la historia. El primer entorchado llegó en 1981, tras empatar a puntos con el Real Madrid gracias al célebre tanto de Zamora en Gijón en la última jornada. Por su parte, en 1982 revalidaron el título, aunque en esa ocasión el gran rival fue el F. C. Barcelona. A la jornada 34 los donostiarras llegaron un punto por encima y recibían al Athletic Club. Zamora abrió el marcador en la segunda parte y López Ufarte batió a Zubizarreta poco después, impidiendo así que el tanto de Sarabia para los leones en el minuto 87 fuese decisivo. La Real ganó el partido y pudo cantar el alirón en Atocha junto a sus fieles aficionados.
En la temporada 1982-1983, la Real buscó el tercer título, pero no se cumplieron las expectativas y a pesar de lograr la Supercopa tras derrotar al Real Madrid concluyó en sexto lugar. López Ufarte continuó deleitando con su fútbol y su zurda en San Sebastián durante cuatro años más y en su último curso se marchó con un título bajo el brazo, la Copa del Rey. El equipo entrenado por Toshack realizó un gran torneo eliminando a Eibar, Mallorca Atlético y Athletic e imponiéndose en la final al Atlético de Madrid con el extremo izquierda nacido en Fez en el once titular y anotando un tanto.
Su futuro equipo fue precisamente el colchonero, por el que fichó al ser su entrenador el argentino César Menotti. El galés Toshack decidió que su periplo en San Sebastían había terminado y debía hacer hueco a los Bakero o Begiristain. En el cuadro rojiblanco tuvo la oportunidad también de compartir vestuario con Futre, Alemao o Julio Salinas, pero después de ser destituido el técnico argentino dejó prácticamente de jugar. Por entonces había disputado 25 partidos y marcado siete dianas, con un fantástico doblete en el Bernabéu, pero la temporada en el club fue convulsa por las decisiones de su nuevo presidente, Jesús Gil. Al final de la campaña, su antiguo entrenador Toshack le llamó para que volviese a casa, pero el zurdo tomó el sur como destino.
Hizo las maletas y firmó con el Real Betis que dirigía Eusebio Ríos. La campaña en general fue muy mala y dio con los verdiblancos en la segunda división después de perder la promoción frente al Tenerife. Pese a los cambios en el banquillo, López Ufarte tuvo la confianza de Rios, Buenaventura y Ré y terminó participando en más de 30 encuentros a lo largo del curso. Unos meses después, en noviembre de 1989, rescindió su contrato con la entidad de Heliópolis y colgó las botas con 31 años y varios problemas de rodilla.
Con la selección española fue internacional en 15 ocasiones y marcó cinco goles. Primero destacó en las categorías inferiores y con la sub-18 alcanzó el tercer puesto en el Campeonato de Europa de 1976 celebrado en Hungría, en el que marcó tres goles. Posteriormente jugó con la sub-21 y en 1977 le llegó la oportunidad con los mayores. Kubala le dio la alternativa en un amistoso ante Suiza y el de Fez se estrenó con el gol de la victoria.
Un año más tarde participó también en el triunfo frente a Italia en el Bernabéu, pero el técnico húngaro no le incluyó en la lista para el Mundial de Argentina. Fue a partir de 1979 cuando se hizo un asiduo en el equipo nacional español. Al organizar el siguiente Mundial en 1982, los españoles prepararon la cita con numerosos amistosos los meses anteriores. En uno de esos choques López Ufarte realizó una de sus mejores actuaciones en el triunfo por 3-0 contra Luxemburgo. El jugador de la Real logró un doblete y salió aclamado del Luis Casanova de Valencia.
Fijo en la lista de Santamaría para la Copa del Mundo, López Ufarte fue inamovible del once inicial. España debutaba ante Honduras, una perita en dulce, pero 90 minutos después la historia dijo lo contrario. Los locales no hicieron un buen partido y acabaron empatando gracias a un tanto de El pequeño diablo desde los once metros. A continuación se impusieron a Yugoslavia (López Ufarte marró una pena máxima y Juanito la convirtió tras mandar el colegiado repetir el lanzamiento), pero en la tercera jornada volvieron a defraudar a los suyos tras caer con Irlanda del Norte. Accedieron a la siguiente ronda encuadrados en un grupo potentísimo con Inglaterra y Alemania Occidental. Ante los alemanes perdieron por 1-2 en Madrid y en la despedida de la competición, ya sin López Ufarte en la alineación, España empató a cero con los ingleses.
Miguel Muñoz se hizo cargo del equipo y el panorama tras el mundial cambió mucho en la selección española. El madrileño no contó nunca más con López Ufarte y la trayectoria internacional del zurdo concluyó en el duelo contra los alemanes.
También vistió en varias ocasiones la camiseta de la selección vasca, concretamente en los partidos que suelen organizarse en época navideña con el parón de la competición doméstica.
Tras su retirada estuvo vinculado durante más de una década a la Real Sociedad, siendo el segundo entrenador de números técnicos que pasaron por la casa txuri-urdin. Luego fue director técnico del Real Unión entre 2009 y 2012 y en 2013 trabajó en Vanuatu para desarrollar el balompié de aquel país.
En la actualidad trabaja junto a John Toshack en el WAC Casablanca, con el que han conquistado la liga de Marruecos en la campaña 2014-2015.
* Alberto Cosín.
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal