"Todo lo que no está creciendo está muriendo. Crecer significa aprender y transformarte cada vez en una mejor versión de ti mismo". Imanol Ibarrondo
El palmarés de la selección belga a lo largo de sus más de 100 años de historia solo tiene un título de importancia: la medalla de oro conseguida en los Juegos Olímpicos con sede en Amberes en 1920. Robert Coppée, con 4 goles, fue la estrella y el hombre decisivo de aquel equipo. Nacido el 23 de abril de 1895 en Haine-Saint-Pierre (Bélgica), se desempeñaba como delantero centro y era un futbolista técnico, con buen regate, experto en los lanzamientos de penalti y con un fuerte y poderoso tiro de larga distancia. En el mundo futbolístico se le conoció con el apodo de Kanone (cañonero en alemán).
La carrera de Coppée se caracterizó por su pasión y fidelidad a un solo club, la Union Saint-Gilloise. Entró a formar parte de las categorías inferiores con 13 años y allí se mantuvo durante cinco campañas hasta que se le hizo ficha del primer equipo. En su primera temporada con los mayores, 1913-1914, no tuvo demasiados minutos en un curso notable de los unionistas. En la liga no pudieron revalidar el título al quedar subcampeones a tres puntos del Daring Club de Bruselas, pero la Copa sí volvió a caer del lado suyo. Eliminaron consecutivamente al Tilleur FC en dieciseisavos de final por 1-4, al Amberes FC en octavos por 2-3, al Racing Club de Bruselas por 1-4 en cuartos y al Saint-Ignace de Amberes en semifinales por 5-1 para presentarse en la final ante su rival del pasado año el Brujas. En un duelo que tuvo poca historia se impusieron por 4-1 y levantaron el trofeo por segunda vez. Además, esa campaña también obtuvieron la Copa Jean Dupuich al vencer al South Bank inglés y al Daring Club de Bruselas. Días después, en julio de 1914, el estallido de la I Guerra Mundial cortó la progresión y la carrera de multitud de jugadores europeos, incluido Robert Coppée. Las competiciones nacionales importantes quedaron paradas desde 1914 hasta 1919 y solo se jugaban partidos amistosos en la zona de Flandes, aunque con equipos diezmados y reforzados para la ocasión.
La liga se reanudó para el curso de 1919-1920, en el que Kanone ya era un fijo en el frente de ataque de su escuadra. Logró 23 goles, quedándose a tres del máximo goleador, Vlamynck, y de esta forma colaboró en el subcampeonato de la Union Saint-Gilloise que no pudo con el Brujas en esta ocasión. Los dos años venideros ocupó la misma posición en el campeonato doméstico, siendo superado por Daring Club de Bruselas y Beeschot AC, pero para la temporada 1922-1923 esto cambió. En un plantel en el que destacaban además de Coppée, el portero Leroy, los defensas Musch o Verbeek, el medio Hanse o los delanteros Meyskens y Van Hege, sumó 42 puntos en 26 jornadas y se proclamó campeón aventajando en cinco puntos a Beerschot AC y Circulo Brujas. Fue el punto álgido de un equipo que empezó a bajar sus prestaciones las temporadas posteriores con un subcampeonato en 1924, un tercer puesto en 1925, un cuarto en 1926 y puestos en mitad de la tabla entre 1927 y 1929. Coppée fue suspendido por prestar su nombre para la campaña publicitaria de una fábrica de zapatos en 1929 y de esta forma puso punto final a su carrera. El bagaje total que dejó con su club fue de 116 partidos y 91 goles en la primera división belga.
Con la selección belga fue internacional en 15 partidos, en los que anotó 9 tantos. Debutó el 9 de marzo de 1919 en un empate a dos entre Bélgica y Francia, en un duelo celebrado en el estadio Vivier d’Oie en Bruselas. Sus primeros goles no tardaron en llegar y en su segundo partido, ante una Inglaterra amateur, consiguió dos que ayudaron a la victoria por 3-1 en febrero de 1920. Unos meses más tarde, en pleno verano, fue convocado por el seleccionador William Maxwell para participar en los Juegos Olímpicos con sede en Amberes (Bélgica). Quedaron exentos de la primera ronda y en la segunda se enfrentaron a España, que venía de eliminar a Dinamarca en el primer partido de la historia del combinado español. Coppée fue una pesadilla para la defensa española, que no pudo pararlo en ningún instante, metió tres goles en menos de una hora y los diablos rojos doblegaron a los españoles por 3-1. En semifinales se enfrentaron a sus vecinos de los Países Bajos, que habían dejado en el camino a la selección sueca tras un duro encuentro. La primera mitad acabó sin goles, pero en la reanudación se adelantó Bélgica, que con dos dianas más superó a los neerlandeses por 3-0 y se plantó en la final celebrada en el Estadio Olímpico de Amberes el 2 de septiembre de 1920.
Se vieron las caras con Checoslovaquia en un partido que figura en la historia olímpica y no precisamente por el juego desplegado. A la media hora los belgas ganaban por 2-0 con tantos de Coppée de penalti y Larnoe, en el minuto 40. Y tras la expulsión por juego brusco del checo Steiner, los centroeuropeos abandonaron el terreno de juego y no volvieron. Estaban indignados con las decisiones a su juicio parciales del colegiado inglés John Lewis y por la presencia de soldados belgas en la grada que intimidaron e impidieron realizar un juego normal a sus jugadores. Finalmente Bélgica conquistó la medalla de oro, Checoslovaquia fue descalificada (es la única descalificación en la historia de los torneos olímpicos de fútbol) y hubo que organizar un torneo de consolación para dilucidar las medallas de plata y de bronce. La alineación para el recuerdo que sacó aquella tarde el técnico Maxwell fue la siguiente: De Bie, Swartenbroeks, Verbeek, Musch, Hanse (capitán), Fierens, Vanhege, Coppée, Bragard, Larnoe y Bastin. Kanone fue el máximo goleador de su equipo, aunque quedó lejos del más destacado del torneo, el sueco Karlsson (7 goles). Entre 1921 y 1924 disputó varios encuentros amistosos, destacando su actuación en los partidos ante Países Bajos el 26 de marzo de 1922, donde marcó en el minuto 47 el tercero de los cuatro tantos con los que vencieron al cuadro neerlandés, y contra España el 4 de febrero de 1923 en el que un penalti transformado por él dio el triunfo por la mínima frente a un equipo español formado por Ricardo Zamora, Pedro Vallana, Paulino Alcántara o José Samitier entre otros. Su último encuentro con la selección tuvo lugar en los Juegos Olímpicos de París de 1924. Llegaron con la intención de lograr una medalla, pero a las primeras de cambio fueron vapuleados por Suecia, que les endosó un 8-1 con un triplete de su estrella Rydell.
Falleció en 1970 a los 75 años de edad.
* Alberto Cosín.
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