Perarnau Magazine

Santoral / Historias

Rene Llense: el hijo predilecto de Sète cumple un siglo

por ALBERTO COSIN el 15 julio, 2013 • 19:55

El pasado 14 de julio, fiesta nacional en Francia, celebró 100 años el único futbolista con vida que estuvo presente en los campeonatos del mundo de Italia 1934 y Francia 1938: Rene Llense. En la localidad de Sète, donde reside desde hace décadas, es inmensamente respetado y adorado, y en su honor uno de los estadios de la ciudad lleva su nombre. Nacido en Collioure (Francia) en 1913, Llense fue un portero sobrio, ágil, con buen blocaje y seguro en los balones aéreos.

Comenzó a jugar al fútbol en Sète, adonde se trasladó junto con toda su familia cuando tenía 7 años tras fallecer su padre. En sus inicios era jugador de campo, pero su vida deportiva dio un giro cuando tuvo que sustituir al portero lesionado de su equipo, siendo a partir de entonces su nueva demarcación. A los 15 años fue observado por el FC Sète, que rápidamente le reclutó para sus categorías inferiores. Hizo su estreno en el primer equipo en 1932, en los años en los que el profesionalismo llegó al fútbol francés. Los delfines se encontraban de gira por el norte de África y en un amistoso ante el F. C.Barcelona en Orán, el presidente Georges Bayrou dio la alternativa a Llense, que no defraudó al detener un penalti. En la primera temporada en la élite ele quipo demostró que era un conjunto fuerte y con capacidad de mejora, y finalizó en 4º lugar del grupo A de la División Nacional. Fue en la campaña siguiente (1933-1934) cuando consiguió un hito para la entidad: el doblete de liga y copa. En la competición doméstica superaron por un sólo punto de diferencia al SC Fives y el Olympique de Marsella, con el ariete húngaro Istvan Lukacs como figura al ser el máximo realizador con 28 tantos. Llense ocupaba la portería y junto a él formaban otros jugadores de importancia como los franceses Jules Monsallier, Louis Gabrillargues y Ali Benouna, el magiar Marton Bukovi o el serbio Ivan Bek. En su trayectoria en la Copa se cruzaron con el Montpellier (1-0) en octavos, el Amiens (3-0) en cuartos y el Lille (1-0) en semifinales para llegar a la gran final contra el Olympique de Marsella, celebrada el 6 de mayo de 1934 en el estadio de Colombes. Se impusieron por 2-1, levantaron el título y Llense se quedó con el esférico como recuerdo. El presidente de la entidad decidió repartir una prima de 50 francos por cabeza por el histórico curso realizado.

En los años venideros, la escuadra de la región Languedoc-Rosellón no pudo mantener el nivel y en los torneos ligueros ocupó una discreta posición en mitad de la tabla. En 1938 el FC Sète aceptó una oferta de 170.000 francos por Llense procedente del Saint-Étienne. Los verdes acababan de ascender primera y el entrenador Pierre Guichard buscaba fortalecer el equipo para hacerse un hueco en la máxima categoría. Junto al guardameta llegaron también el defensa francés Jean Snella y el austríaco Karl Hummenberger. Los resultados no fueron nada malos y terminaron en una meritoria cuarta plaza, aunque lejos del vencedor, el antiguo equipo de Llense. El estallido de la II Guerra Mundial paralizó la competición liguera en Francia y cortó la carrera de muchos jugadores. Uno de estos casos es el de Llense, que decidió hacer un parón en su vida deportiva. Regresó en 1942 para sustituir a Emile Vovard y jugó la liga, que por entonces estaba dividida en dos grupos de 16 equipos. El Saint-Étienne se encuentra en el que se disputaba en la Francia libre. Un año después, en 1943, el Gobierno de Vichy suprimió la condición de jugadores profesionales y el Saint-Étienne ingresó para jugar en un campeonato amateur. Llense se marchó unos meses al Olympique Lyonnais y volvió en el verano de 1944, cuando el Gobierno de Vichy dio marcha atrás en su decisión. Disputó su última campaña con el Saint-Étienne (1944-1945) y después de 83 partidos ligueros y 20 duelos de copa puso fin a su estancia en el ASSE.

Con la selección de Francia fue internacional en 11 ocasiones entre 1935 y 1939. Debutó en un amistoso ante la por entonces campeona del mundo, Italia, en febrero de 1935. Encajó dos tantos de la estrella transalpina Giuseppe Meazza y Francia sucumbió por 2-1 en el Estadio Nacional de Roma. Asistió a los mundiales de Italia 1934 y Francia 1938, aunque en ninguno de ellos jugó un sólo minuto. En el celebrado en tierras transalpinas el titular fue Alex Thepot, en el único encuentro que disputaron en el torneo, donde cayeron ante Austria por 3-2 en la fase preliminar, mientras que en casa Laurent Di Lorto le cerró el paso y desde el banquillo vio la victoria en primera ronda frente a Bélgica por 3-1 y la derrota contra Italia en cuartos por idéntico marcador. En diciembre de ese mismo año viajaron a Nápoles a disputar un amistoso frente a la azzurra del que Llense no guarda buen recuerdo. Los futbolistas franceses se negaron a realizar el saludo fascista y el enfado de la hinchada italiana fue tal que empezaron a gritar y lanzar piedras y botellas contra el combinado francés. No hubo que lamentar heridos en el día del debut de Larbi Ben Barek con Francia e Italia acabó ganando por la mínima. Su último encuentro con les bleus tuvo lugar el 22 de enero de 1939 en un amistoso contra Polonia en el Parque de los Príncipes de París que vencieron por 4-0.

Como entrenador tuvo un breve período en el que dirigió al Toulon en la campaña 1946-1947, compaginando su labor en ocasiones con la portería. A continuación entrenó al Vichy y desde 1948 a 1955 tomó las riendas del Beziers en la categoría de plata, con el que se despidió de los banquillos. 
Hombre anuncio en su época, como jugador realizó un spot junto a su compañero Yvan Beck en el que recomendaban un licor de la marca Suze.


Trabajó durante más de 25 años en la empresa productora de aluminio Pechiney de Saint-Jean de Maurienne, y al retirarse se instaló con su familia en Sète. En la ciudad que le vio nacer, Collioure, hay una calle en su honor y su última aparición pública se produjo en 2005 en un sorteo de la Copa Gambardella.

* Alberto Cosín.

Seguir a @albertocosin

*