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El partido tenía un contexto clasificatorio que lo condicionaba desde el inicio. Parecía una eliminatoria. El Napoli garantizaba su clasificación si era capaz de ganar por tres goles de diferencia al Arsenal. El conjunto londinense sólo quedaba fuera de octavos de final recibiendo ese improbable resultado.
Cualquier otra victoria local por menos de tres goles obligaba al conjunto de Rafa Benítez a mirar al Velodrome de Marsella, en el que durante muchos minutos el Olympique le puso muy cara la victoria final al Dortmund.
El primer acto estuvo bastante equilibrado, a la baja, eso sí. El Arsenal tenía más el balón, sin una ambición excesiva, intentando que pasasen pocas cosas.
Wenger prescindió de Ramsey de inicio. Arteta y Flamini formaban el pasillo de seguridad, Rosicky y Cazorla se sumaban al toque. Hoy tocó el Özil lánguido, lleva varios partidos así, y conectó poco con Giroud.
El Napoli se debatía entre plantear un partido a tumba abierta buscando el tres a cero o jugar a ganar e ir esperando noticias de Marsella. En el primer acto no fue nunca superior al Arsenal, así que lo más realista era pensar en intentar primero ganar el partido. Sin Inler, aunque no anda bien es el mediocentro más capacitado para hilvanar juego de los que tiene Benítez, Behrami y Dzemaili eran incapaces de dar continuidad al juego.
Cuando la línea de tres cuartos formada Callejón, Pandev y Mertens presionó arriba, los napolitanos sí causaron algún problema, con un Pipa Higuaín muy aplicado, pero en líneas generales era incluso inferior a un Arsenal que tampoco estaba jugando bien.
El segundo acto fue distinto. El Napoli comenzó a mandar más. Los de Wenger, confiados en su amplia ventaja de cara a su clasificación, seguía interesado realizar una especial de fútbol-control, similar al que hizo durante muchos minutos en Dortmund, pero cada vez controlaba menos.
El Pipa Higuaín certificó la superioridad del conjunto local tras aprovechar un buen servicio de Callejón para controlar, girar sobre sí mismo y definir con la izquierda con un gran disparo cruzado batiendo a Sczesny.
Restaban diecisiete minutos y el empate a uno en Marsella entre Olympique y Borussia Dortmund le daba la clasificación para octavos al Napoli.
El Arsenal se quedó con diez tras ver Arteta la segunda amarilla por una dura entrada a Callejón. La expulsión era una invitación al Napoli a buscar dos goles más. Wenger se había acordado de Ramsey poco antes, retirando a Cazorla.
Poco después de la expulsión dio entrada a Monreal por Rosicky para fortificar el costado izquierdo de su defensa con el navarro y Gibbs. Señal clara de la intención de nadar y guardar la ropa.
No se puede decir que los minutos finales fueran un asedio local, pero sí hubo ocasiones suficientes del Napoli para marcar el segundo gol antes. Lo logró Callejón con un gran toque superando a Szczesny ya casi con el partido concluido.
El jarro de agua fría había llegado poco antes en Marsella con el 1-2 de Kevin Grosskreutz que colocaba al Dortmund primero de grupo, tras estar eliminado durante muchos minutos. La segunda plaza era para un Arsenal al que su conformismo le privó de pelear una primera plaza que quizá le hubiera posibilitado un cruce más fácil.
Para los de Benítez queda el consuelo de la Europa League, que sabe a poco tras quedar fuera de las dos primeras plazas con 12 puntos en su casillero.
* Alberto López Frau es periodista.
– Foto: Eurosport
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