Recuperar el trono perdido tras la gloria
La década de los sesenta fue la más dorada para una de las potencias futbolísticas del Viejo Continente. El Inter de Milán se alzó con dos Copas de Europa en esos años. Aquel fue un equipo de leyenda. Desde que en la temporada 1964/1965 consiguiera levantar su segunda Copa de Europa, el título se negó a dejarse ser alzado por los nerazzurri. En 2010, José Mourinho cambió la historia de un equipo que vagaba, con más pena que gloria, por la máxima competición de clubes. El Inter de Milán consiguió su tercera Champions, dejando en el camino al anterior campeón y, en la final, al siempre poderoso Bayern de Múnich. El éxito europeo de aquella temporada parecía augurar un mejor futuro para el Inter, sin embargo, la consecución del título mencionado bien puede interpretarse como una especie de mal de ojo. Desde que el Inter de Milán alzara la Liga de Campeones, su nivel competitivo, deportivo e institucional ha pasado por graves problemas, hasta desembocar en la situación que vivimos hoy en día: un equipo sin alma cuyo máximo objetivo es entrar en competiciones europeas.
La evolución del Inter en la Serie A desde que se alzara con el Scudetto en la temporada 2009/2010 ha descrito una línea claramente descendente. La temporada 2010/2011 fue iniciada con Benítez a los mandos de la nave interista, pero los malos resultados y el escaso convencimiento que dejaba el equipo en el campo significó el adiós del español y la contratación de Leonardo. Pese a todo, Benítez consiguió el último título que ha podido celebrar el Inter: el Mundial de Clubes. Aquella temporada, el equipo finalizó segundo. En la siguiente, la 2011/2012, el rendimiento siguió decreciendo: el equipo quedó sexto y por el banquillo pasaron hasta tres técnicos distintos: Gasperini, Ranieri y Stramaccioni. Con tal baile, se antojaba imposible que la plantilla pudiera interiorizar unos conceptos tácticos claros, y eso incidió en el rendimiento del conjunto italiano.
Stramaccioni se mantuvo en el banquillo durante casi toda la temporada 2012/2013, pero pese a esa estabilidad en el banquillo, el equipo siguió en caída libre protagonizando un noveno puesto en Serie A, algo inusual para un equipo del nivel del Inter. Mazzarri llegó al banquillo en la temporada 2013/2014 tras haber protagonizado grandes campañas con el Nápoles. Su primera temporada fue una de las más positivas desde hacía tiempo, ya que consiguió colocar al club de Milán en la quinta plaza y clasificarlo para disputar competición europea. Pero la siguiente temporada el rendimiento del equipo no encontró la continuidad del curso anterior. El club no funcionó como se esperaba y Mazzarri fue sustituido por Mancini, que logró mantener al Inter octavo. Sin tener que disputar competición europea alguna, el equipo de Mancini tiene la posibilidad de centrarse en realizar una gran campaña en la competición doméstica. Además, iniciando él mismo la temporada puede armar un equipo conforme a sus necesidades y gustos. La regularidad que pueda gozar Mancini será importante, al igual que las contrataciones del club.
El nuevo Inter quiere comenzar desde cero un nuevo proyecto. La mayor preocupación del entrenador y los dirigentes era mejorar la parcela defensiva, de ahí se pueden explicar las contrataciones de Montoya, Murillo y Miranda: un lateral con bastantes ganas de demostrar su potencial y dos centrales destacados y con experiencia en la liga española y con su selección. Apuestas seguras. La finalidad de estos fichajes es generar una seguridad defensiva inexistente desde hace algunas temporadas. Desde el éxito de 2010, el Inter ha protagonizado una caída libre en la clasificación italiana, siendo uno de los factores negativos la cantidad de goles encajados.
Además de la contratación de los defensas anteriormente mencionados, el equipo se ha fortalecido también defensivamente en el centro del campo. La contratación del exsevillista Kondogbia es una gran noticia para el club nerazzurro por la gran cantidad de recursos que presenta el jugador campeón del mundo sub-20 en 2013. Llega para fortalecer la zona defensiva del centro del campo y para aportar en sus incorporaciones desde la segunda línea con su gran potencia y capacidad de disparo. La línea defensiva dispondrá de un escudero de garantías que aportará mucho en repliegue y recorrido sobre el campo. Además, podemos mencionar el rescate de Davide Santon (Newcastle), que volverá al Inter para ayudar en el lateral derecho.
El Inter ejerció la opción de compra de Xherdan Shaqiri. Tras la adquisición de este jugador, algunos clubes han preguntado por su disponibilidad, como es el caso del Stoke City, por lo que aún no es seguro que el jugador suizo haya encontrado su lugar en el estadio de San Siro. En el caso de quedarse, podrá aportar mucho desde la banda o, incluso, desde la mediapunta. Su gran movilidad y dinamismo deben marcar la diferencia dentro de la plantilla, siempre y cuando consiga mantener una regularidad que, hasta la fecha, se ha echado algo de menos en un jugador de su calidad.
Además de las contrataciones mencionadas, muchos de los jugadores que el club tenía cedidos en otros equipos están de regreso. Entre ellos podemos destacar a Krhin, Bardi, Tassi, Bessa, Schelotto y Taider. Muy posiblemente una gran mayoría de estos jugadores encuentre su sitio en otro club, bien en forma de otra cesión o traspasados. La renovación de la plantilla es necesaria para Mancini, por ello ha decidido prescindir de jugadores como Jel Obi, Kuzmanovic o Hugo Campagnaro. La cesión de Podolski de la pasada segunda vuelta no convenció al técnico italiano, por eso volvió al Arsenal, que lo ha traspasado al Galatasaray.
La línea defensiva presenta grandes efectivos: Vidic, Nagatomo, Ranocchia, Juan Jesús o Andreolli. Todos esos nombres deberán armonizar con los nuevos fichajes que mencionamos. La juventud y la experiencia deberán complementarse para formar una zaga que será la base del nuevo proyecto del Inter. La línea del mediocampo presenta dos perfiles de jugadores: los que formarán el doble pivote y los que serán integrantes de la línea de tres cuartos. Kondogbia, Medel o Krhin pueden desempeñarse en la posición del doble pivote con mucha facilidad. Además, algunos jugadores que son, teóricamente, más ofensivos también pueden adaptarse a una posición más retrasada.
En la zona de tres cuartos, el Inter presenta una gran cantidad de jugadores contrastados y de calidad: Kovacic, Hernanes, Guarín y Shaqiri. El gran potencial de estos jugadores es directamente proporcional a su capacidad de mantener una regularidad. Si algunos de estos jugadores mencionados consigue mantener un correcto nivel deportivo constante, el rendimiento del Inter crecerá. El sistema utilizado por Mancini, el 4-2-3-1, permite la presencia de un solo punta al uso. Icardi será el titular indiscutible en ese puesto, mientras que Palacio ocupará alguno de los puestos en tres cuartos de campo para aprovecharse de los espacios que pueda generar su compatriota.
El nuevo proyecto del Inter está en marcha. Mancini deberá hacer llegar a sus jugadores sus ideas principales de juego en esta pretemporada y encontrar a su equipo ideal. A falta de algunos movimientos en el mercado, la plantilla posee jugadores de distintos perfiles que forman un conjunto muy heterogéneo. La líneas están trazadas por el técnico italiano. La ausencia de participación en alguna competición europea no es tan grave como parece, ya que se podrán centrar los esfuerzos en la competición doméstica, donde el Inter quiere recuperar el trono perdido tras alcanzar la gloria.
* Christian Sánchez.
– Fotos: Getty Images
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