Reconciliación en White Hart Lane

por AGUSTIN GALAN el 30 noviembre, 2014 • 23:59

1.- Dos derrotas consecutivas en casa en Premier League y una situación clasificatoria de indefinición presionaban al Tottenham en la visita del Everton. Con las victorias de ambos equipos entre semana en la Europa League y su pase a la fase de eliminatorias ya asegurado, el duelo de White Hart Lane se presentaba como una buena piedra de toque para comenzar a perfilar las aspiraciones reales de ambos en la competición doméstica. Un tercer resultado negativo ante la afición spur hubiera supuesto una situación bastante incómoda para Mauricio Pochettino, algo de lo que quería sacar provecho el Everton de Roberto Martínez.

2.- Con un ritmo alto nada más comenzar el encuentro, fue el Everton el que sorprendió a su rival. Mirallas hizo suyo un balón sin dueño en la linde del área de Hugo Lloris, se perfiló y sacó un poderoso disparo que se metió por la escuadra, convirtiéndose en uno de los goles más bellos que ha anotado el belga con la camiseta del Everton y en un golpe directo a la confianza de un Tottenham que empezaba a dudar.

3.- Los locales consiguieron rehacerse, y la presión adelantada sobre el centro del campo toffee generaba situaciones de peligro sobre la portería de Tim Howard. El esfuerzo realizado en el desplazamiento a Wolfsburgo comenzó a pasar factura a los de Roberto Martínez en una fase aún temprana del partido. Con Mason y Bentaleb buscando incansables un error por parte de Besic o Barry, la presencia de Ross Barkley en la zona de tres cuartos del Everton quedaba prácticamente anulada. Christian Eriksen consiguió restablecer con rapidez la igualdad en el marcador aprovechando un rechace de Howard a disparo de Kane. La actitud del extremo danés fue vital en este lance, pues antes de que Kane armara su primer disparo, él ya se encontraba esprintando buscando un posible rechace. Los defensas del Everton se vieron superados de forma inevitable.

4.- El empuje del Tottenham no decreció con el 1-1, todo lo contrario. Defensivamente, los de Mauricio Pochettino demostraron una concentración máxima, frustrando todos los intentos del Everton de generar posesiones largas y superando por completo a Lukaku y Eto’0, pareja atacante titular muy fuera de foco. Esta situación dejaba toda la responsabilidad en las botas de un bullicioso Mirallas y un creativo Barkley, pero la falta de opciones para asociarse facilitaba la tarea al Tottenham.

5.- En el otro extremo del campo, Kane y Soldado llevaron a cabo un trabajo de desgaste que impedía que Jagielka y Distin cayeran en la relajación. Los dos delanteros spurs se convirtieron en un incordio imposible de gestionar para una zaga poco acostumbrada a una carga de estrés tan alta. La velocidad -no sólo física, también de pensamiento- de Lennon y Eriksen en las bandas supuso además un dolor de cabeza extra para los dos laterales del Everton, que tenían que seleccionar con sumo cuidado sus incorporaciones al ataque.

6.- La situación de control por parte del Tottenham llegó a ser total, con el Everton reducido a su mínima expresión y esperando el descanso para reorganizar ideas, pero Roberto Martínez no tuvo tiempo. Un robo de balón en la zona de tres cuartos permitió a Soldado recibir una asistencia franca de Lennon que lo dejó frente a Howard mano a mano. La lentitud de los centrales y el hambre del delantero español por abandonar la sequía en Premier League -627 minutos son demasiado para un killer- fueron causantes del 2-1 en un momento clave. La celebración de Soldado hablaba por sí sola, se había quitado una losa monumental de encima y además ponía a la afición de White Hart Lane de su parte después de un primer año en el que las dudas se cernían sobre su rendimiento y no pocos lo daban ya por amortizado.

7.- El Everton tenía toda la segunda parte por delante para reaccionar, pero la fiabilidad defensiva del Tottenham hacía difícil creer en una nueva remontada dentro del partido. Fazio y Vertonghen estaban muy bien pertrechados por un espléndido sistema defensivo ante la escasez de ideas visitante. Roberto Martínez, consciente de esto, dio descanso a un fundido Mirallas y a un desaparecido Eto’o. Osman y McGeady serían los encargados de dar un nuevo aire al ataque, mientras en el bando contrario Mauricio Pochettino redoblaba su apuesta dando entrada a Lamela. Un nuevo error defensivo que generara un contraataque spur sería definitivo.

8.- La nueva disposición del Everton, lejos de suponer una amenaza para Lloris, siguió permitiendo el dominio de un Tottenham en el que reclamaba los focos Harry Kane. Poco a poco, el joven delantero inglés se ha hecho un hueco en el once titular y se muestra como una opción de presente y futuro muy a tener en cuenta. Su potente complexión física no impide una amplia gama de movimientos fuera del área que obliga a sus marcadores a salir de su zona de confort para intentar anularlo. Con Soldado enchufado y Kane motivado, el panorama para el Everton no mejoró en absoluto, mientras Pochettino observaba ufano cómo avanzaba el cronómetro.

y 9.- Roberto Martínez ni siquiera agotó sus tres cambios, mostrando cierta escasez de ideas para dar la vuelta al resultado. Los toffees tendrán que demostrar en futuras citas que la actuación de White Hart Lane no refleja el nivel real de un equipo que queda igualado a puntos en la zona media de la tabla con su eterno rival, el Liverpool. White Hart Lane, receloso de los suyos antes de comenzar el partido, se reconcilió con el fútbol propuesto por Mauricio Pochettino y con Roberto Soldado, que espera que su buena actuación no sea un oasis y sí una lanzadera para demostrar el buen rendimiento que dio en sus últimas temporadas con el Valencia, aún desconocido en el norte de Londres.