Actualmente, en la selección francesa es muy normal ver a jugadores de raza negra, incluso suelen ser mayoría frente a los blancos en cualquiera de las convocatorias. En ello tiene mucho que ver Raoul Diagne, puesto que fue el pionero. Nacido en la Guayana Francesa en 1910, fue un defensa con un físico portentoso, gran recuperador de balones en parte por su longitud de piernas y dominador del juego aéreo gracias a su poder de salto. Su familia era de origen senegalés y su padre fue un importante político, diputado en la Asamblea Nacional de Francia y alcalde de Dakar durante 14 años. Cuando Diagne contaba con 18 meses se trasladaron a París, donde pasaría su infancia y comenzaría a dar patadas al balón pese a la oposición inicial de su progenitor.
En 1926, después de probar por varios equipos de la ciudad, ficha por el Racing de París, donde juega en categorias inferiores hasta su llegada al primer equipo en 1930. Se mantiene durante diez temporadas en el conjunto parisino y se hace un nombre en el fútbol francés. Anotó el primer gol de su equipo en la historia de la Liga francesa (1932) y ayuda a conseguir una Liga (1936) y tres Copas de Francia (1936/1939/1940) en su estancia en el club. Además, durante breves espacios de tiempo tiene que ocupar la demarcación de portero por la lesión del titular Andre Tassin en 1931 o el abandono del equipo a mitad de temporada del austriaco Rudi Hiden por una petición de aumento de sueldo. Con la ocupación nazi de Francia en 1940 se ve obligado a abandonar el Racing tras jugar 175 partidos y huye a la Francia libre. Allí se enrola en el Toulouse, donde juega cuatro temporadas. Se retiró en el Annecy FC en 1945.
Su trayectoria como internacional arranca en un partido frente a Checoslovaquia en 1931, lo que le convierte en el primer jugador de raza negra que juega para el combinado galo. Pese a esa convocatoria, no terminó de asentarse en la selección y no fue convocado para el Mundial de 1934 disputado en Italia. A partir de 1935, tras el fracaso del en el torneo transalpino, en el que Francia fue eliminada por Austria en la fase preliminar, el entrenador Barreau realiza una revolución y empieza a contar con asiduidad con Diagne, además de otros jugadores con origen extranjero como Abdelkader, Bouali o Kowalczyk. Para el Mundial de 1938 celebrado en casa, Diagne sí es seleccionado y disputa los dos partidos que juegan los galos hasta su eliminación por parte de Italia en cuartos de final. Su último encuentro con Francia fue en un amistoso en 1940 contra Portugal. En total fueron 18 sus apariciones con la selección.
Tras su retirada iniciaría una carrera como entrenador que en primer lugar le llevaría a la tierra de su padre, Senegal, donde dirigió al US Goree y lo llevó a ganar la Copa de África Occidental Francesa, gracias a la introducción táctica del sistema WM, jamás visto hasta entonces en aquel continente. En 1948 se sacó el título de entrenador en Francia y comenzó un peregrinaje por equipos de varios países como el Oudenaarde belga, el Gallia Sports argelino, donde consiguió un Campeonato de África del Norte, el Constantinois o el Flers francés de la región de Normandía. Su gran reto se produjo en 1960 cuando Senegal obtuvo la independencia de Francia y la Federación le propuso el banquillo de la selección. Estuvo varios años y su gran rédito fue impulsar al fútbol de ese país.
Diagne falleció en Creteil en el 2002 a la edad de 92 años.
* Alberto Cosín.
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