Ivan Rakitic llegó a Sevilla con la clara intención de relanzar una carrera futbolística que tenía visos de estancarse. Su rendimiento anterior al aterrizaje en nuestra liga había decrecido tras su contratación por el Schalke como uno de los jóvenes más prometedores de Europa. A Gelsenkirchen llegó siendo un mediapunta de gran futuro y se marchó como un mediocentro de rendimiento difuso y que generaba dudas en su juego.
En Nervión, su recorrido ha sido diferente, viviendo tres etapas diferenciadas hasta la explosión definitiva que le ha llevado al F. C. Barcelona. Gregorio Mazano le dio un rol claro, el de mediocentro con libertad ofensiva. Este le retiraba las cadenas que en Alemania le fijaban mucho más cerca de su portería que de la contraria y que hacían disminuir su rendimiento de manera acusada. Ahí empezó a verse en nuestro país cuál es el Rakitic más poderoso y dónde se encuentra la auténtica fortaleza de su juego.
Sin embargo, las ideas que tuvieron sobre él Marcelino y Michel posteriormente redujeron su incidencia el fútbol del equipo. Ambos apostaron por un Rakitic más iniciador sobre el que volcar más la creación del juego ofensivo, y con menos libertad para frecuentar zonas adelantadas del campo rival. En esa situación, el rendimiento ofrecido por el croata bajó muchos enteros, puesto que sus condiciones futbolísticas más destacadas se ven potenciadas cuando el marco contrario se muestra más cercano en su horizonte que la portería propia.
La llegada de Emery devolvió a Rakitic a posiciones más adelantadas, próximas al delantero centro, donde pudiera desarrollar otras funciones menos exigentes para sus condiciones técnicas y físicas. Sin embargo, en el inicio de esta temporada recién finalizada, Emery volvió a intentar devolverlo a la posición de mediocentro de inicio y creación del juego ofensivo. Y nuevamente su rendimiento cayó en picado. El Sevilla más poderoso de esta temporada ha sido aquel en el que Rakitic vivía muy pegado a Bacca.
Este pequeño recorrido que hemos desarrollado sobre la etapa de Rakitic en el Sevilla tiene la intención de servir como introducción a los lectores de aquello que se puede esperar de él en el F. C. Barcelona, utilizándolo como cimiento en su análisis futbolístico de acuerdo al rendimiento que ha ofrecido en las diferentes funciones que le han otorgado los entrenadores con los que ha compartido experiencia en el club de Nervión.
Rakitic, como demuestran sus años en la élite futbolística, es un jugador mucho más poderoso en posiciones de mediapunta, liberado del trabajo clásico de un mediocampista en defensa, que ejerciendo la función de mediocentro o interior. La pregunta clara en clave Barça es: ¿podría reciclarse en esas funciones dando el mismo rendimiento que ofrece en la mediapunta? La respuesta, a priori, parece clara: debería haber un trabajo importante de adaptación y de mejora de sus condiciones tácticas en esa posición.
Porque Rakitic es un futbolista en el que predomina la verticalidad sobre el control, que domina mejor la búsqueda de los espacios de recepción libres que el apoyo continuo a los compañeros, que maneja con mayor acierto el desplazamiento largo y profundo al corto y horizontal, que tiene ciertos problemas para el giro y que busca la conducción hacia la portería contraria de manera natural. Rakitic es más un acelerador y profundizador de jugadas que un armador de juego desde el control del esférico.
Es decir, Rakitic no se presenta, por condiciones, como una alternativa, ahora mismo y con las bases tangibles conocidas de su juego, a Xavi Hernández. Su figura, desde una perspectiva fijada en el modelo de juego del F. C. Barcelona, se asimila más a la del Cesc que hemos visto en Can Barça o la del Deco de la era Rijkaard: un interior de llegada que puede ofrecer apoyos en la construcción del juego ,pero sobre el que no recae la exigencia absoluta de llevar a cabo la labor de creación.
Desde el punto de vista defensivo, Rakitic también nos deja una actitud más agresiva que pausada. Su rendimiento en la presión es superior al que ofrece en el repliegue porque le gusta presionar al poseedor del balón cercano a su posición, pero luego tiene problemas para girar y recuperar el sitio cuando se ve superado por la línea de balón. Su lateralidad defensiva tampoco es alta para ser un gran apoyo en las bandas. Aunque estos aspectos son susceptibles de mejora desde el trabajo táctico. Y van a depender también de las características que Luis Enrique quiera dar al equipo.
A priori, esperar un Rakitic igual de brillante que en el tramo final de su periplo sevillista se antoja un poco complicado, porque el paso al F. C. Barcelona implica un modelo de juego y una idea futbolística muy diferentes. En el club catalán las responsabilidades serán menores para él, y dentro de una manera de jugar diferente, puesto que en Sevilla era el epicentro total de un juego ofensivo muy directo. La reducción del tiempo y los espacios en el ataque blaugrana frente a los que disponía en Nervión es evidente y puede jugar en contra de un futbolista no demasiado rápido, pero con un nivel técnico muy elevado. Aunque a su favor contará con una mayor presencia de alternativas para habilitar o desde las que recibir el balón en el juego ofensivo.
Donde sí va a ganar el F. C. Barcelona con Rakitic es en el juego a balón parado. El croata es un gran lanzador tanto en disparo directo como en centros para el remate, aspecto que se ha visto potenciado estas dos últimas temporadas por la pizarra mágica de Emery en la estrategia. Y este aspecto nunca es baladí en un equipo necesitado de potenciar la consecución de goles desde el juego estático para poder competir mejor.
Tras su fichaje por el Barça, podemos decir que los seguidores culés deberían esperar de Rakitic más resolución que creación y que su brillo aparezca en la zona final del campo. Si va al F. C. Barcelona a jugar lejos del área rival, habrá que esperar una evolución en su juego que se antoja complicada para que sea determinante. Esto no implica que pueda ofrecer apoyos puntuales para iniciar el ataque, sobre todo en largo, pero el brillo del croata pasa por ser capaz de mantener su nivel en un estilo más elaborado y con menos espacios del que ha disfrutado en Sevilla.
Si es capaz de hacer esto, Rakitic ofrecerá goles y asistencias en un número importante, porque su capacidad resolutiva es alta. Pero queda esperar a ver qué es lo que Luis Enrique quiere de él para este nuevo Barça. La incógnita solo se despejará cuando el balón comience a rodar en una temporada que se antoja muy interesante ante los cambios que pueden devenir en el equipo blaugrana. El croata es otra pieza más para encajar en un puzle ahora mismo no demasiado conocido.
Aparte de fichajes en el ámbito deportivo, el FC Barcelona ha empezado también a cerrar acuerdos con empresas como Intel España. Este acuerdo lo empiezan con un concurso llamado #LookInsideFCB donde los aficionados podrán compartir sus fotos mostrando los valores que comparten tanto el FC Barcelona como Intel. Valores como la humildad, el esfuerzo, el compañerismo… tendrán de premio dos entradas para vivir un partido del Barça la próxima temporada.
* Miguel Canales es creador del blog ‘Táctica Barça’.
– Foto: José Manuel Vidal (EFE)
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