Internacional / Champions League 2014-2015 / Fútbol / Crónicas 2014-2015
1.- Venció el Madrid en Sofía al Ludogorets por 1-2 un partido que en el que sufrió durante muchos mínimos para llevarse la victoria. Cuando un equipo salta al campo con el vigor, la intensidad y el convencimiento del Ludogorets esta noche, el rival, aunque tenga más calidad, tiene que igualar al menos esas tres virtudes para imponerse, y el Madrid tardó casi 70 minutos en hacerlo. Dermendzhiev armó un 4-2-3-1 que se le atragantó durante muchos minutos a un Madrid sin una respuesta clara a la intensidad local desde el inicio del partido.
2.- El once del Madrid denotaba cierto aire de confianza en la victoria antes de saltar al campo. Sin menospreciar a ninguno de los once jugadores, Ancelotti realizó variaciones en el que a día de hoy es considerado once de gala para los grandes partidos, aunque paradójicamente dos de los no habituales, Isco y Chicharito, fueron los mejores durante muchos minutos, más allá de que a nivel colectivo el equipo no funcionase. Formó con un 4-3-3 en ataque que intentaba convertirse en 4-4-2 en defensa, pero, sobre todo durante la primera parte, casi nunca conseguía consolidarlo porque el equipo se partía.
3.- Los primeros cinco minutos dejaron claro que el Madrid no estaba con los cinco sentidos en el encuentro. Dyakov y Espinho, los mediocentros del conjunto búlgaro, hacían muchos metros en defensa y complicaban la circulación de balón del Madrid, que ya de por sí no fluía como en otros partidos. Tampoco ayudó la falta de compenetración de los tres futbolistas que formaron de inicio en el mediocampo. Illarramendi como mediocentro posicional y Modric e Isco como interiores no se encontraban entre ellos; solo el malagueño conseguía en alguna ocasión dividir por dentro, pero las jugadas carecían de continuidad. Las conducciones de Bale y Cristiano encontraban una buena defensa de ayudas del Ludogorets. El Madrid transmitía la sensación de equipo confiado, largo y deslabazado.
4.- Todo este cúmulo de factores negativos culminó en una falta de concentración defensiva a balón parado, un hecho que se ha repetido en varios partidos desde el inicio del curso. Un córner bien lanzado por Dyakov lo prolongó hacia el segundo palo Dani Abalo y Marcelinho, mediapunta titular y jugador franquicia del equipo de Razgrad, ganó la partida a toda la zaga del Madrid para adelantar de cabeza a su equipo. Bale no midió bien para proteger la zona de la prolongación en el primer palo y Arbeloa se vio sorprendido en el segundo. Era el minuto 6 y ya quedaba claro que el encuentro no sería fácil para el Madrid. La dinámica de encajar goles a balón parado es peligrosa en este inicio de temporada: ya van cinco tantos encajados a la salida de un córner.
5.- El Ludogorets robaba con relativa facilidad gracias a la tendencia del Madrid de jugar por dentro arriesgando en los pases. El Real Madrid permitía correr al Ludogorets al contragolpe y quedaba expuesto con mucha facilidad. El partido se fue convirtiendo en una ida y vuelta y ahí el Madrid sí tenía más fácil imponer su calidad. Solo la movilidad de Chicharito parecía tener cierto sentido en el desajuste visitante. Un penalti de Minov al propio Chicharito supuso la primera oportunidad clara de empatar el partido para el Madrid. Cristiano le pegó duro a la derecha de Stoyanov, pero el guardameta búlgaro le adivinó el lanzamiento y lo rechazó a media altura. Mediada la primera parte, un penalti más dudoso del central Moti sobre Cristiano lo lanzó de nuevo el portugués al mismo sitio, pero más angulado y abajo, imposible de parar para Stoyanov. Con el empate a uno se llegó al descanso.
6.- El Madrid se fue enchufando al partido con el paso de los minutos en el segundo acto. Le fueron ayudando los cambios. Sobre todo la entrada de Karim Benzema por un voluntarioso Chicharito, que forzó un penalti y erró en boca de gol un buen pase de Cristiano, pero en líneas generales aportó movilidad en ataque y presencia en el área, una de sus muchas virtudes. El Ludogorets seguía con las mismas constantes del primer tiempo, pero con el paso de los minutos se fue apagando. Ayudó Iker Casillas con una gran parada en un lanzamiento lejano de Espinho, que aprovecha que Dyakov custodia su espalda para desenganchase en ataque. Con el Madrid ya instalado en campo contrario con continuidad, por primera vez en el partido, el segundo gol parecía cuestión de tiempo.
7.- Kroos relevó a Modric para dar otro aire al mediocampo en los últimos 20 minutos. Modric aún dista del jugador que fue el pasado curso. Cuando está Kroos en el campo, quizá recibe menos balones que la pasada temporada, ya que el alemán absorbe mucho juego como canalizador. Sin él, como en el día de hoy, todavía le falta el punto de frescura para tocar y llegar con la libertad que suele a frontal del área. En Villarreal lo hizo, pero esta noche no fue capaz. Será cuestión de tiempo y acoplamiento. La entrada final de James por un buen Isco, al que la gasolina le duró 70 minutos, fue una muesca más en el revólver de un Madrid que estaba cocinando a fuego lento el segundo tanto.
8.- Un buen centro de Marcelo desde la banda izquierda encontró a Benzema, que está vez sí estaba en la posición teórica de delantero centro para rematar cruzado el buen envío del brasileño. Los medios del Ludogorets ya no llegaban igual a las ayudas y en este caso Caiçara, lateral derecho local, ya no encimaba como en la primera parte a Marcelo. Aparte del gol, Karim Benzema dejó una par de acciones más de las suyas dentro del área, de esas en las que detiene el tiempo decelerando de 100 a 0 como hacía Emilio Butragueño. Ellos ven la luz donde a otros se les echa encima la noche. El partido terminó sin más sobresaltos para el Madrid que un pisotón de Anicet a Cristiano que provocó que el portugués saliese del campo cojeando.
y 9.- Encauzada la clasificación para octavos de final de la Liga de Campeones con 6 puntos, parece un buen momento para que el Madrid revise algunas facetas de su juego. La tendencia a confiarse en defensa permanece, tanto a balón parado como en jugada, independientemente del marcador, porque le ha sucedido ganando, perdiendo y empatando. Cuando se gana, siempre es mejor hacer este tipo de lecturas e intentar corregir los errores, porque más adelante, si persisten, le pueden costar derrotas que ya no tengan vuelta atrás.
* Alberto López Frau es periodista.
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