Que veinte años no es nada

por RICARDO ALONSO-BARTOL el 30 junio, 2013 • 21:11

1.- Lo decía Carlos Gardel en su tango Volver: “Que veinte años no es nada”, para terminar ese mágico estribillo con “vivir con el alma aferrada a un dulce recuerdo que no ha de volver”. Pero volvió. España conoció veinte años después las mieles del triunfo en un Campeonato de Europa de baloncesto femenino.

2.- En veinte años pasan muchas cosas. Entre ellas una exitosa generación, la del 76, liderada por Amaya Valdemoro y Elisa Aguilar. Ninguna de ellas estuvo en Italia –Valdemoro debutó como internacional tan solo dos años después, y en 1997 se le unía Elisa–, cuando España ganó a Francia. Pero después de ser protagonistas en la edad de oro del baloncesto femenino español han cerrado el círculo precisamente contra las francesas, a las que han superado en su propio feudo (70-69).

3.- Como demuestra el marcador el partido no fue nada fácil, aunque alguno pudiera creerlo visto cómo transcurrió el primer cuarto. España defendía a la perfección y liderada por una sensacional Sancho Lyttle acababa dicho período con nueve puntos de ventaja (21-12). Los últimos llegaron con un triple sobre la bocina de Laia Palau, una canasta que no por difícil deja de ser habitual cuando juega la catalana.

4.- Francia se mantenía en el partido únicamente gracias a Sandrine Gruda, una de las mejores pívots del mundo, a la que se unió Céline Dumerc, cabeza privilegiada de este deporte. Con dos triples consecutivos, la base francesa avisaba a las de Lucas Mondelo de que el partido no iba a ser tan fácil (26-23). No en su casa.

5.- El parcial en contra de España continuó creciendo y su rival logró ponerse por delante en el marcador (26-27), algo que no habían experimentado desde los intercambios de canasta iniciales. Fue en ese momento cuando apareció la estrella europea que faltaba, Alba Torrens, para permitir con canastas de todo tipo que su selección liderara el choque al descanso (36-35).

6.- Hasta aquel momento Sandrine Gruda estaba siendo defendida a un gran nivel por Lyttle y Cindy Lima, y aun así se había marchado al vestuario con 14 puntos. Y a la vuelta del descanso tres faltas en solo dos minutos dejaban a esta segunda al borde de la eliminación, lo que permitió a Francia, crecida ante su público, disfrutar de sus mejores minutos para llegar al último periodo por delante (53-55).

7.- Sin embargo, el exceso de revoluciones en el combinado local provocó que en medio minuto España recibiera cuatro faltas, entrando en bonus. A esto se sumaron dos triples que dieron la vuelta al marcador (59-55). Y pese a la igualdad del choque, Francia no lograría volver a disfrutar de ninguna ventaja.

8.- Sí pudo igualar el encuentro en dos ocasiones consecutivas (61 y 63 puntos en ambos marcadores), pero entonces apareció la casta de las españolas para suplir la superioridad física de su rival, sobre todo en el interior una vez Lima había sido eliminada. Un dos más uno de Sancho Lyttle fue respondido por otro triple de Dumerc, para entrar en esos dos últimos minutos en un carrusel de fallos.

9.- Desde la canasta de la base francesa (a falta de 1’54”) pasó más de un minuto y medio sin variaciones en el marcador. Momentos en los que ambos equipos tuvieron en sus manos la victoria. Hasta que a falta de solo 9” el balón cayó en manos de Sancho Lyttle y cerca del aro anotó una canasta de MVP, galardón que logró gracias también a sus 18,4 puntos y 11,1 rebotes de media en el torneo.

10.- Con tres puntos de ventaja y nueve segundos por jugarse tocaba decidir. Falta o defensa. Francia también debía buscar la manera de anotar y no lo veía claro, pidiendo su técnico dos tiempos muertos antes de llegar a sacar. La encargada de buscar el empate fue Edwige Lawson-Wade, pero su lanzamiento fue defendido a la perfección y se quedó corto. Tanto que cayó en manos de Gruda, que cerró su excepcional partido (25 puntos) con una bandeja que de nada sirvió a su selección.

y 11.- Ni Amaya Valdemoro ni Elisa Aguilar anotaron ningún punto en la final –solo la primera jugó–, pero ambas fueron las encargadas de levantar uno de los pocos trofeos que faltaban en sus inmensos palmareses. Junto a ellas estaban la suma de otras grandes generaciones acostumbradas a ganar este título en casi todas las categorías inferiores –figura representada sobre todo por Alba Torrens, que anotó 21 puntos–, a la que además hay que añadir a Sancho Lyttle, nacida en San Vicente y las Granadinas, y a Lucas Mondelo, un conquistador de imposibles.

* Ricardo Alonso-Bartol es periodista.

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– Foto: L’Equipe