¿Qué sistema de juego escojo? Tres claves para el éxito

por MAR ROVIRA el 22 septiembre, 2014 • 11:28

Ahora que ha finalizado la pretemporada y los equipos de las diferentes disciplinas deportivas empiezan sus andaduras, surge el apasionante debate en torno a la construcción del sistema de juego que va a emplear cada equipo durante la temporada.

¿Será el adecuado? ¿Será más efectivo que el del año pasado? Con jugadores nuevos, ¿debería modificarse en algo?

El entrenador es el último responsable de este proceso. Desde la Psicología del Deporte voy a puntualizar tres ideas que todo entrenador debería tener en cuenta para que su sistema de juego pueda ser exitoso. Estas tres ideas son simples y quizá por ello muchas veces no se tienen en cuenta. Pero son tan poderosas que se antojan necesarias.

UN SISTEMA PUEDE SER EXITOSO SI LOS JUGADORES ENTIENDEN LO QUE TIENEN QUE HACER

Parece obvio. Pero son muchas las veces en las que los jugadores se encuentran perdidos. Son muchas las veces en las que los jugadores toman decisiones tardías o erróneas por no tener claro qué espera el sistema de ellos. Algunas soluciones pueden ser:

Planificación del aprendizaje del sistema en etapas

El entrenador debe ser un científico y un pedagogo. Debe construir una metodología de enseñanza donde cada jugador vaya entendiendo de manera escalonada y flexible su función dentro del engranaje que es el sistema de juego.

Explicar el porqué

El entrenador debe ayudar a los jugadores a encontrar el sentido a cada una de las acciones que hacen. Así pues, la elección de un sistema u otro se basa en una serie de ventajas que deben ser comunicadas a los jugadores, para ayudarles a comprender lo que hacen, por un lado, y ayudarles a creer, por otro.

Aquí, como en la vida, si le encuentras sentido a las cosas, funcionas mejor.

Instrucciones claras

El entrenador marcará la diferencia con la calidad de sus correcciones y con la claridad que exprese sus ideas tácticas. Utilizar un lenguaje comprensible para los jugadores, de acción y positivo, le ayudará a transmitir con mayor efectividad.

UN SISTEMA PUEDE SER EXITOSO SI LOS JUGADORES TIENEN LAS CAPACIDADES DE LLEVARLO A LA PRÁCTICA

Idea delicada esta. No entraré aquí en la archiconocida discusión sobre si el sistema debe adaptarse a los jugadores o los jugadores al sistema. Son muchos los entrenadores que optan por la primera opción y otros tantos por la segunda, con resultados igual de exitosos o desastrosos. En realidad, el entrenador, escoja la opción que escoja, debe tener clara una cosa: que los jugadores sean capaces de ejecutar el sistema. Si es así, todas las puertas están abiertas.

Y para saber si los jugadores son capaces, el entrenador solo tiene una opción: tener un conocimiento profundo de cada uno de sus jugadores a nivel técnico, táctico, de relación con el espacio, de solidaridad en el juego, de inteligencia táctica y emocional…

UN SISTEMA PUEDE SER EXITOSO SI LOS JUGADORES SE COMPROMETEN A REALIZARLO CADA VEZ

Implantar un sistema de juego no es fácil. Habrá momentos difíciles donde los resultados quizá no acompañen y puedan surgir dudas. Es en esos momentos cuando el entrenador necesita los siguientes elementos:

Credibilidad

Desde Victor Valdés a Juan Carlos Navarro, todos los jugadores necesitan ser seducidos por su entrenador. Si les convencen sus ideas, si se lo creen, no les importará tomar riesgos, levantarse tras una dura derrota y no cuestionar el sistema, sino evolucionarlo.

Vínculo emocional

José Mourinho es un entrenador polémico, pero como muchos otros tiene claro que cultivar la relación con sus jugadores es más que necesario. ¿Sus razones? Si cuidas bien de tus chicos, cuando las cosas vayan mal ellos también te protegerán.

El entrenador es un líder que debe persuadir, convencer y guiar a su equipo hacia el éxito. Y establecer ese lazo emocional garantiza una fidelidad muy útil para los momentos difíciles.

¡Entrenadores! Revisen su trabajo y observen si cumplen estos tres principios. No garantizan nada, pero allanan mucho el camino. ¡Mucha suerte con sus proyectos!

* Mar Rovira.