Que empate el mejor

por ALBERTO PEREZ el 23 mayo, 2015 • 20:59

1.- Imagino un saludo previo entre presidentes y entrenadores deseándose que empate el mejor. Lo consiguieron, y es lo más lógico. Nadie tiene por qué arriesgar un marcador que le favorece. En el caso del Atlético no había duda, aunque el Granada sí jugó con fuego en algunas ocasiones.

2.- Hasta el minuto 80 de la jornada, toda la tropa de Quique Pina dependía de otros campos. El Granada se la jugó al empate y le salió bien, pero mientras ganaba el Almería, estaba en segunda división. El 2-3 del Valencia llegó muy tarde. Solo entonces pudieron respirar.

3.- Si hasta ese minuto pisar el área era una quimera, pueden imaginarse que en los últimos diez daba calambre llegar al centro del campo. Los futbolistas se pasaban la pelota de uno a otro implorando porque el pitido del árbitro terminara con el suplicio. Entonces ya llegó la celebración granadina.

4.- Poco se puede decir del partido, aunque lo interesante será reflexionar sobre cómo un equipo muerto ha conseguido revivir. El empeño de Sandoval es incuestionable y la fe de Pina, más aún. Cuando manifestó que era imposible que el Granada descendiera, debía saber algo que los demás desconocíamos.

5.- El Atlético deseaba el final más que nadie, ya no solo por el tercer puesto, sino porque su último mes ha sido denso y espeso. Pese a todo, ha cumplido sus objetivos y ha hecho una temporada acorde a su potencial, lejos del milagro del año pasado. Ese pasito más lo dará en los despachos cuando consiga un delantero que le haga justicia.

6.- La despedida de Mandzukic ha sido tan gris como su comportamiento. Sin una explicación clara, se quedó fuera de la última convocatoria como se ausentó de otros cuantos partidos desde el mismo césped. Simeone ha estirado la cuerda para perderle lo más tarde posible y no bajar su precio en el mercado. Los dos están deseando separarse.

y 7.- Del Granada se espera un cambio que no le tenga cada año necesitando un milagro. Del Atlético, un movimiento interesante en el mercado para seguir siendo competitivo. De momento, hoy los dos disfrutan del objetivo que perseguían, aunque el grado de alegría no es comparable.